El programa de este jueves 30 de mayo de Late Motiv fue muy especial, y será recordado siempre. Buenafuente y todo su equipo hicieron un monográfico homenaje a Concha Velasco, con la presencia y la participación de la propia actriz.
De principio a fin, el programa se volcó para honrar a la intérprete. Para empezar, recordando que “afortunadamente” ya había estado otras veces en el plató, como escribió en Twitter la cuenta oficial del espacio.
El programa se adaptó hasta el más mínimo detalle, suprimiendo su habitual set de plató para olvidarse de la mesa y sentar a Concha Velasco y a Buenafuente, cara a cara, al mismo nivel. Ella, en un sofá. Él, en un sillón.
En la charla se mezclaron los recuerdos y reconocimientos a toda su carrera y vida, con bromas de un lado y otro. Como cuando la actriz preguntó al presentador que “al final qué va a pasar con la mujer que os casó, ¿va a ser alcaldesa o no?”, refiriéndose a Ada Colau, lo que hizo a Buenafuente reconocer que estaba nervioso.
Velasco explicó cuáles están siendo sus trabajos más recientes, incidiendo que estaba mejorando su catalán porque estaba actuando en Barcelona, y desveló cuál era la cercanía tanto de ella como de toda su familia con Buenafuente. El presentador también bromeó sobre cuánto hablaba la actriz: “Pedid dos horas más. Decidle a Broncano que hoy no tiene programa”.
La conversación se mezcló con mensajes como el que envió Pepe Viyuela, e incluso con “recreaciones” made in Late Motiv de papeles míticos como 'Las chicas de la Cruz Roja', con un elenco conformado por Vega, Silvia Abril, Ángela Carrasco, Olga Hueso y Secun de la Rosa. Ellos se sumaron también al pequeño saloncito creado para la entrevista, para compartir lo que piensan y cómo admiran a Concha Velasco.
“Qué alegría tan grande me habéis dado esta noche”
No sólo el cambio del habitual plató, la cercanía del presentador y la aparición de invitados hicieron la noche especial. Late Motiv lo cuidó todo, desde el guion a la realización, y por supuesto la música gracias a la banda. Todo giró en torno a Concha Velasco, y ella lo agradeció varias veces.
El programa fichó también a Emma Ozores, para que junto a Bob Pop recrease una escena de otro título mítico de la invitada como era 'Teresa de Jesús'. Concha Velasco acabó visiblemente emocionada, mitad por la risa mitad por agradecimiento, y junto a Buenafuente y Silvia Abril se introdujo en el mismo set para seguir recordando anécdotas y recuerdos de ese rodaje y de su carrera.
A continuación vino el momento probablemente más emotivo de la noche. Buenafuente dio paso a un extenso vídeo, tanto como la carrera de Concha Velasco, en el que Late Motiv repasaba todos sus papeles. El público acabó en pie ovacionando a la intérprete, que no aguantó más y rompió a llorar mientras volvía a agradecer el homenaje.
Tras otro rato de charla con Buenafuente, rememorando momentos y anécdotas y siempre demostrando su sentido del humor, José Sacristán se sumó a los mensajes de reconocimiento con un vídeo, y Miguel Rellán y Luisa Martín adaptaron una escena de 'Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?'.
Al final, tras compartir un rato junto a los dos actores, Concha Velasco bromeó al recriminarle a Buenafuente lo que la estaba haciendo llorar, y le pidió un deseo: “Yo quiero cantar con la banda. Adoro a la banda”. Así, la propia actriz fue la encargada de cerrar su homenaje cantando uno de sus temas más recordados, 'Mamá quiero ser artista'.
Eso sí, también hizo un final adaptado: “Por Dios gracias, queridos míos. Qué alegría tan grande me habéis dado esta noche. Mamá, mamá. Donde estés. Es inevitable: quiero ser... ¡artista!”. Y con el puño en alto, mientras el público en pie la ovacionaba y Buenafuente exclamaba: “¡Y lo es! ¡Y lo es!”, cerró su actuación.
El presentador destacó el trabajo de todo el equipo del programa para preparar ese homenaje mientras día a día tenían que hacer cada programa. Y se guardó para el final un último detalle: sacó una hoja del bolsillo de la chaqueta, le preguntó a Concha Velasco cuál era su poeta favorito, y cuando ella le dijo que Miguel Hernández, le leyó uno de sus poemas antes de abrazarse y despedirse entre agradecimientos.