Secret Story despidió su primera edición en Telecinco, cerrando el círculo: a ritmo del ¡Hu-Ha! de Chimo Bayo, el que fuera primer expulsado y alzando a Luca Onestini como ganador del reality. Tras 105 días de concurso, el italiano se llevó los 50.000 euros de premio, por decisión de una audiencia que dejó a Cristina Porta en segundo lugar y a los Gemeliers en el tercer puesto.
Tras la expulsión de los cantantes, la pareja llegó a plató de la mano para tener su última entrevista antes de conocer al ganador. Allí confesaron sus sentimientos desde el inicio del concurso y resolvieron las dudas que muchos tenían sobre su relación.
Sin embargo, una apreciación de Lucía Pariente sobre un supuesto engaño de Cristina con un bolígrafo hizo estallar a Jorge Javier Vázquez que defendió a la organización a capa y espada, tras las “mentiras y dudas sembradas” por la ex concursante, que acabó expulsada de plató. Un momento que empañó la gala final del formato.
Los Gemeliers quedaron en tercer lugar
Cristina Porta, Luca Onestini y los Gemeliers se presentaban en la gran final del reality, vestidos de forma elegante y más cordiales que nunca entre ellos, tras unos últimos días de enfrentamiento.
Pero la emoción por marcharse de la que había sido su casa durante más de tres meses, no pudo contenerse y hasta en la última expulsión se ablandaron los corazones. “La audiencia ha decidido que los terceros finalistas deben ser los Gemeliers”, anunciaba Jorge Javier mientras ellos se abrazaban con Luca de forma sincera y también con Cristina pero no tan emotivos.
Antes de salir se reencontraron con su hermano, al que no veían desde un año y medio. A través de un cristal se confesaron lo que se habían echado de menos y les felicitó por su concurso.
Luca y Cristina, juntos hasta el final
Luca y Cristina fueron los últimos en salir de la casa. Salir juntos del lugar en el que se habían conocido y donde, desde casi el primer día, estuvieron juntos apoyándose. Primero como amigos, más tarde con atracción y ahora como pareja.
Antes de marcharse, el italiano se reencontró con su hermano Gianmarco. Con rabia por no poder abrazarse pero dedicándose bonitas palabras a través del cristal. Se dijeron lo atractivos que se veían y lo duro que había sido el reality. Y hasta desearon que otro Onestini ganara un segundo reality de telecinco.
También Cristina tuvo la sorpresa de ver a su hermana, Sara, a la que recibió con lágrimas de emoción. Las dos se confesaron el orgullo que sentían y la suerte que se deseaban.
Luca aclaró por qué “no llegó a más” con Cristina en la casa
Minutos después llegaba la pareja de la mano a plató: “No podía imaginar un final más feliz” decía Luca refiriéndose a llegar al último día junto a ella. Mientras la periodista aseguraba que se alegraría si ganaba cualquiera de los dos. Preguntados por sus planes nocturnos, acordaron dormir juntos tras ver a toda la gente que tenían ganas de abrazar.
Preguntados por su singular historia de amor, Cristina confesó cómo se sintió al inicio: “Duró mucho la primera parte, no se lo quería decir a él pero estaba esperando como Penélope”. A lo que Luca desveló esa incógnita: “Ella ha arreglado mi corazón, empecé el concurso roto y ella con su paciencia ha hecho que crea en el amor. Así que ella es mi doctora”. Jorge Javier les pidió que, tras esas palabras, no rompieran al mes, algo que negaron en rotundo. “A mí me gustaría casarme a la larga y hacer una familia”, aseguró el italiano.
Al ponerles las imágenes de la noche en la que sellaron su relación con besos apasionados, ambos se echaban las manos a la cabeza de la vergüenza: “Siempre había imaginado el momento en que me besaría y lo hizo cuando estaba desmaquillándome, desnuda, con la toalla...” se aquejó la periodista. Mientras el italiano explicó que no llegaron a más “porque creo que es un momento íntimo que quiero aprovechar con la otra persona”.
Entre los colaboradores de plató, Adara les dio la “enhorabuena” pero aseguró que estarían juntos “mientras durara el negocio”. Sandra Pica agradeció la “generosidad” de Luca por darle la bola premiada y Julen transmitió su incredulidad por ver a Cristina en la final. Lucía tampoco creyó el en la duración de la pareja, mientras Rábago y Rollán si mostraron su apoyo a los dos finalistas.
Jorge Javier echa de plató a Lucía Pariente: “Yo no amenazo, ejecuto”
Ya en la recta final de la entrega, casi a la 1:30 de la madrugada, Lucía Pariente insinuó un supuesto engaño de la organización con el bolígrafo de Cristina, pero Jorge Javier le paró los pies ipso facto: “Eso es mentira. Como mentís tú y tu hija. Decís mentiras y manipuláis y sembráis la duda. Te lo digo ahora que estamos acbando, mentís tú y tu hija”, le recriminó haciendo referencia, entre otras, a la relación que insinuó Alba Carrillo entre la directora del reality y Cristina Porta.
Pariente intentó defenderse: “No he mentido, el bolígrafo estaba escondido tras una cámara. Brabucón”, al escuchar esa palabra, el presentadora le pidió que se marchara de plató pero ella se resistió pidiéndole “disculpas”. Algo que no aceptó Jorge Javier y aún se encendió más: “Estoy hasta el coño de vuestras disculpas. Pues hoy no se proclama ganador. Tú y tu hija sois las personas más desagradecidas y falsas del mundo”.
Pasaron a publicidad y al regresar ya no estaba Pariente en plató, por lo que el presentador se dirigió a cámara para dar un último mensaje: “Alba Carrillo, cuidado con el Twitter porque estamos hasta las narices, ¿te enteras? A mí ni me nombres jamás. Ni utilices juego sucio contra este programa, mintiendo, sembrando duda. Yo no amenazo, ejecuto. Cuidadito familia Carrillo Pariente”, sentenció.
Y aunque continuaron con la entrevista a Luca y Cristina, se escuchaban gritos de Lucía detrás de las cámaras, mientras los colaboradores mostraban caras de asombro ante las quejas de la ex concursante.
La audiencia le da el segundo puesto a Cristina
Una vez calmados los ánimos, Jorge Javier desveló lo más esperado de la noche: “El público ha decidido con sus votos que el ganador o ganadora de la primera edición de La casa de los secretos sea ¡Luca!”. Él saltó de alegría y Cristina le abrazó. El italiano se tiró al suelo y Gianmarco se abalanzó animándole. Y es que este se convertía en el segundo reality ganado por un Onestini en Telecinco.
Jorge Javier le entregaba el cheque con los 50.000 euros y lo agradeció emocionado: “Esto es un sueño y se lo dedico a mi abuela”, decía mientras perseguía al presentador para abrazarle. Cristina corría a besarle y sellaban el concurso. Eso sí, Jorge Javier no se quiso marchar sin dedicar unas palabras a la periodista: “Te has currado el concurso de una manera que te merecías estar en la final, has sido arriesgada y eres una justísima finalista”.
De esta manera, la primera edición de Secret Story ponía su broche final, esperando a su siguiete edición, pero esta vez con anónimos.