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Los magacines desgranan la operación para detener a Carlos 'El Yoyas': “Había salido alguna vez a comprar tabaco”

La detención de Carlos Navarro 'El Yoyas' ha sido la noticia de la semana a nivel televisivo, tras 19 meses en busca y captura. El exconcursante de Gran Hermano había sido condenado, en sentencia firme, por varios delitos de maltrato a su expareja, la también participante del reality Fayna Betancourt. Más de 30 agentes participaron en un dispositivo policial conjunto entre los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional para arrestar al televisivo, que se encontraba en la segunda residencia de sus padres en Torre de Claramunt (Barcelona).

Desde noviembre de 2022, sin embargo, había permanecido fugado de la justicia: el televisivo desatendió entonces el requerimiento para ingresar voluntariamente en prisión. Sin embargo, mientras la justicia no daba con él, Navarro había concedido entrevistas a medios de comunicación, citándose con periodistas en bosques. Sobre esta realidad y sobre los detalles de la operación se ha hablado con detalle en los magacines de las principales cadenas, donde se ha tratado de comprender cómo pudo estar tanto tiempo fuera del radio policial.

“Había salido alguna vez a comprar tabaco”

Es el caso de Vamos a ver en Telecinco. Un equipo del programa se desplazaba hasta la localidad donde fue detenido, para buscar información en el entorno. Un vecino reconocía ante las cámaras que le habían llegado a ver “por los bares de aquí y en alrededores”. “Estando en orden y captura había salido alguna vez a comprar tabaco. Lo habíamos visto alguna vez”, agregaba, sobre la vida que Navarro mantenía allí.

“Es imprevisible saber cuánto tiempo llevaba en la casa. Lo que sí tenían claro los investigadores es que en estos 19 meses no se movió de la urbanización”, comentaba Mayka Navarro, desplazaba en las inmediaciones. “A mí me dice gente de la zona que estando en busca y captura también lo veían por el pueblo”, agregaba Joaquín Prat desde plató.

La búsqueda se intensificó en los dos últimos meses

La propia Mayka Navarro aclaraba que en los 19 meses “la búsqueda había tenido fases”, y que había sido hasta fechas recientes cuando el caso tomó prioridad: “Se intensificó especialmente en los últimos dos meses”.

“Como mínimo en dos meses no vio el sol el individuo y lo confirmaban los investigadores, en el interior de esa cas tenía una bicicleta estática, una cinta para andar y lo mínimo para sobrevivir”, añadía la periodista de Unicorn Content, abundando en detalles sobre la rutina de 'El Yoyas' en este tiempo.

Durante el bloque dedicado al tema, la reportera se ha acercado al exterior de la vivienda para indicar la zona donde habría estado encerrado el detenido. “Fortificó esa estancia como si fuera un zulo, puso doble persiana, luces anaranjadas... no salió ni siquiera para atender a su perro ni el de su hermana”, detalló.

Las visitas periódicas de los familiares, que iban a alimentar a los perros, y que fueron captadas por los agentes que hacían vigilancia, supuso una pista clave. Navarro añade más indicios que os Mossos tuvieron en cuenta: “Llegaban muchas bolsas cargadas de comida de un conocido supermercado. Esas bolsas entraban en la casa y después no salían, por lo que tenía que haber alguien en su interior. También sorprendió la llegada de una caja con una freidora de aire... Eran cosas difícil de justificar”.

Navarro también habló del dispositivo y reveló que Carlos intentó bromear en el momento del arresto con que “si hubieras llamado al timbre os hubiera abierto”.

“¿Quién cojones se ha chivado?”

También Espejo Público ha abordado el caso, centrándose en cómo se encontraba El Yoyas en el momento mismo de la detención efectuada este miércoles. “¿Quién cojones se ha chivado?” habría sido lo primero que dijo cuando se le detuvo.

Cuando accedieron los efectivos encontraron a Carlos Navarro semidesnudo y demacrado. Además, dieron cuenta de que había numerosas bebidas alcohólicas en la vivienda. La investigación, añadían, había sido complicada porque había muchas plantaciones de marihuana por la zona y los coches que no fueran familiares para los vecinos levantaban sospechas.

“Él vivía con las ventanas tapadas para que no se les viera desde fuera y él contaba con que si no le veían ningún juez dejaría a los Mossos entrar. La casa estaba muy patas arriba, él estaba sin afeitar, no era el chico que salió en Gran Hermano”, señala el periodista Guillem Ramos- Salvat.