Marhuenda, en el 'funeral' de Sardà: “Eras el progre perfecto, simpático, inteligente, rico y con éxito con las mujeres”
Javier Sardá asistió a su propio funeral de ficción en la nueva entrega de El cielo puede esperar de Movistar+.
El presentador y tertuliano que, “falleció” irónicamente fulminado por los marcianos mientras tocaba el saxo, pudo presenciar desde el limbo las palabras de afecto y gratitud de amigos como Boris Izaguirre, Ramoncín, Martin Klein y Gemma Nierga, entre otros.
Se convirtió en el, hasta ahora, sepelio más entretenido de los emitidos en #0 ya que los asistentes se levantaron para bailar, invitaron a personas a las que ni conocía el propio protagonista y hasta habló uno de sus mayores oponentes ideológicos: Francisco Marhuenda.
Ramoncín: “No reconocía a Sardá en la época de 'Gran Hermano'”
Sardá llegaba al limbo corrigiendo su nombre: “Con X y V, Xavier” y definiéndose como “ventrilocuo”. Una vez explicado lo que debía hacer durante el acto, se quedó sentado riendo y dando detalles de los monólogos de cada invitado.
Entre los asistentes, Mariano Mariano bromeaba que si el sepelio duraba “como crónicas, estarían allí hasta las 2 de la madrugada y no todos estarían vestidos”.
Santiago Segura quiso darle su último adiós con su tono habitual: “Hemos perdido a un gran comunicador y en menor medida persona”. Para seguir haciendo un repaso a algunos de sus programas como La ventana, Moros y Cristianos donde siempre quería más polémica y hasta La Tribu: “Que yo no recuerdo mucho, ni yo ni nadie”. Para acabar concluyendo: “Lo que más le jodería a Sardá de perderse su funeral es no poder presentarlo”.
Le siguió Ramoncín que también recordó la personalidad del presentador: “Le gustaba la gente rara y lo comprobé en el Crónicas (...) solo discutí una vez con él, tras visitar al Loco de la Colina donde me sinceré al decir que no reconocía a Sardá en la época de Gran Hermano y con esa gente tan extraña”.
Sardá, sobre Marhuenda: “Teníamos una relación muy óptima”
Franciso Marhuenda tampoco quiso perderse el funeral de su oponente ideológico y, mientras criticaba la ausencia de “periodistas importantes” en el acto, se preparaba para subir a la tarima: “Que nadie se asuste que no voy a hacer una tertulia ni mirar en wikipedia que es lo que hacemos los tertulianos profesionales. Lo bueno es que hoy me libro de que Sardá me interrumpa”, decía mientras el propio difunto se partía de risa.
“Para mí era como un niño grande, gamberro, que antes de cada programa me decía 'vamos a montarla'. Éramos buenos amigos, me deja un gran vacío porque al pelearme con él nunca te enfadabas” recordaba, a la vez que aprovechaba para desvelar cómo le calificaba en privado, “el era era pijo-progre. Porque tener un simulador de vuelo no lo tiene toda la clase media española...”. Y confesaba que ya no podía estar sin él: “No sé cómo voy a ir a la tertulia de laSexta Noche este sábado, voy a sentir el vacío de no verlo ahí de frente. Te echaré mucho a faltar, seguiré pensando que eras el progre perfecto simpático, inteligente, rico, y con más éxito que yo con las mujeres”.
Al acabar de escucharle, Sardá confirmaba la buena sintonía entre ellos: “Es cierto que con Marhuenda nos arañábamos dialécticamente, nos poníamos nerviosos de verdad en las tertulias, pero cuando llegaba la publicidad, quizá los primeros 30 segundos íbamos cada uno por nuestro lado, pero después nos preguntábamos por nuestra vida. La verdad es que teníamos una relación muy óptima”.
Tanto Gemma Nierga, como Martina Klein confesaron su admiración por el presentador que “les imponía”. La primera recordó uno de los consejos que le dió Sarda cuando a ella le propusieron dirigir La Ventana en la Ser: “Me dijo que no dejara la TV por la radio que en la TV pagaban más”. Mientras que la segunda contó anécdotas del programa que copresentaron ambos en DMAX pero que ni él recordaba el nombre.
Boris: “Xavier, tengo tantas cosas que agradecerte”
Uno de los asistentes imprescindibles del acto era Boris Izaguirre que no decepcionó y aludió a uno de los “embolados” que compartieron: “Un día me dijo que me iba con él de viaje a Tahormina porque Paolo Vasile estaba invitando a las estrellas de su cadena. Pero cuando llegué, la cara del directivo no era la de haberme invitado. Finalmente acabamos durmiendo en la habitación de Mª Teresa Campos”. Tras las risas, Boris sentenciaba: “Xavier, tengo tantas cosas que agradecerte”.
El sepelio también estuvo dinamizado por los cómicos Vengamonjas, que representaron a toda una generación marcada por Crónicas Marcianas, y por Leonardo Dantés que homenajeó al difunto acompañado de un arpa y sus famosos pañuelos.
Sardá, que se reía a carcajadas con cada uno de los invitados, concluía que “estar muerto es fantastico”. Y acababa dirigiéndose a todos los presentes para agradecerles su cariño en ese momento: “La audiencia siempre es algo que me ha preocupado pero solo con vuestra presencia ya he obtenido un 200% de share. Para mí es memorable el que todos estéis ahí llevados por el cariño y el corazón. Recordad practicar más el coito”.