'Masterchef Celebrity 4' volvió a expulsar a Ana Obregón y ¿dio el nombre del primer concursante de la 5ª edición?
Como era de esperar, Masterchef Celebrity 4 ha expulsado a Ana Obregón tras ser la repescada de la semana anterior. Su retorno sorprendió a la audiencia y a los aspirantes, por haber sido la primera eliminada de la edición y, aún así, superar a los que habían estado más tiempo concursando.
Pero las duras pruebas de esta entrega acabaron demostrando que no estaba al nivel del resto de compañeros.
Antes de marcharse, vivió un reencuentro “histórico” con Antonia Dell'Atte y cocinó en exteriores para unos invitados de lujo de entre los cuales podría estar el primer concursante de Masterchef Celebrity 5.
Primer prueba con el reencuentro de Antonia Dell'Atte y Ana Obregón
Para la primera prueba de la entrega los aspirantes reprodujeron uno de los platos traídos por ocho cocineros internacionales: el japonés Hideki Matsuhisa (1 estrella Michelin) del que se encargó Avellaneda, el mexicano Roberto Ruiz (1 estrella Michelin) para Félix, el surcoreano Luke Jang que cocinó junto a Anabel Alonso, Tamara se encargó de escuchar al indio Nadeem Siraj, el belga Etienne Bastaits ayudó a Vicky Martin Berrocal, el peruano Omar Malpartida hizo lo propio con Boris Izaguirre, el birmano Steve Anderson estuvo con Ana y Yolanda con la china Meilan Kao.
Los que mejor siguieron a los cocineros y presentaron un plato que gustó a los jueces fueron Ana que logró “trasladar” al país con el sabor, Boris y su ceviche “bastante parecido al original”. También Anabel que logró una copia “casi calcada del original” y Vicky que sorprendió con la estética.
La tensa valoración de Ana Obregón frente a Antonia
En cambio, los que no convencieron ni copiando fueron Tamara, que hizo el plato “más diferente” al que tenía que reproducir, Félix que hizo un “trabajo dudoso” con una salsa distinta y un relleno a medio hacer y Yolanda que no llegaba ni al aprobado. Pero el peor fue el de Avellaneda que “cocinó agua sucia” por lo que se llevó el delantal negro para ir directo a eliminación.
Sonrisas y puñales de Antonia a Ana
Pero durante toda la prueba estuvo presente Antonia Dell'Atte, la finalista de la edición anterior que se reencontraba por primera vez ante las cámaras con su enemiga íntima: Ana Obregón.
Al verse, se señalaban y gritaban: “¡Este es un abrazo histórico!”. A su vez, Boris Izaguirre y otros compañeros se mostraban atónitos ante la situación: “Si me llegan a decir hace 30 años que presencio esto no doy crédito”, confesaba Yolanda Ramos.
Al separarse, la presentadora y actriz aseguraba que era la primera vez que se mostraban así ante las cámaras pero la realidad es que “hace tiempo que estamos unidas”, decía haciendo referencia al apoyo que estaba recibiendo de Antonia con la enfermedad de su hijo.
El histórico encuentro entre Ana Obregon y Antonia Dell'Atte
Pero no todo fueron buenas intenciones entre las dos y es que Antonia hizo gala del mote que le pusieron en su edición: “Farisea”.
Le daba una de cal y otra de arena a la Obregón en cuanto se giraba. Cuando los jueces le pidieron que aconsejara a su nueva amiga, la italiana dijo: “Tenemos que olvidarnos de estar guapas aquí. Y hay que equivocarse mucho y pedir aún más consejos a los jueces”, pero segundos después aseguraba que Ana había llegado al concurso “pensando que va a una pasarela pero no sabe ni freír un huevo porque es una niña mimada y no ha compartido con los demás”.
También aseguró que “las grandes personas perdonan y tuve que perdonar a esta persona para tener paz”, a la vez que se alegró cuando le dijeron que la expulsaron la primera semana porque les enloquecía: “Me pone contenta que lo hayáis vivido todos, porque yo la he soportado 25 años, ahora a joderos!”, exclamó.
Cuando llegó la hora de despedirse, Antonia dedicó una última frase a Ana: “Te deseo lo mejor haz la paz contigo misma y así el universo te va a sonreír siempre”.
Prueba de exteriores con 30 minutos de retraso
El equipo se trasladó hasta Benalmádena, en la Costa del Sol, para cocinar el primer menú de la inauguración de un restaurante, con 40 comensales muy exclusivos. Entre ellos, estuvo Álvaro Muñoz Escassi que le confesaba a Samtanha Vallejo-Nágera sus ganas de concursar en el talent. Por lo que las redes ya lo vieron como el primer nombre de la quinta edición Celebrity.
Por su lado, los concursantes actuales se dividieron en dos equipos: el azul liderado por Anabel que había sido la mejor de la prueba anterior y compuesto por Ana, Vicky y Félix; y el rojo capitaneado por Yolanda Ramos que nunca había ejercido ese papel y lo hizo junto a Avellaneda, Tamara y Boris.
Un ritual para San Nabo y la capitanía de Yolanda Ramos
El menú consistía en ensaladilla, rodaballo thai, arroz meloso y postre de chocolate, pero la lentitud de algunos hizo que el tiempo acabara y aún no pudieran sacar ni un plato.
Por primera vez en la edición fue necesario la ayuda de los dos jueces, Pepe y Jordi, para que 30 minutos más tarde saliera el menú.
Algo que sentenció al equipo azul porque no había sido capaz de controlar los tiempos, ni repartir bien las tareas.
La noche de la marmota para Ana Obregón
Los salvados, Tamara, Boris y Yolanda, robaron ocho ingredientes a sus compañeros en peligro, dejándoles solo con 10 productos para defender un plato que les ayudara a quedarse en el concurso.
Ana Obregón, Anabel Alonso, Avellaneda, Félix y Vicky Martin se pusieron manos a la obra tirando de imaginación para cocinar una anguila y su acompañamiento.
En la cata, brillaron Vicky y Anabel. La primera porque había tenido una “idea buenísima que funcionaba perfectamente”, mientras que la segunda hizo casi una “ofrenda” que convenció por completo.
En cambio, Avellaneda presentó un plato sin saber y a medio cocer. Félix tampoco fue de los mejores pero, sin duda, el peor fue el de Ana Obregón, que volvía a repetir la escaleta del programa anterior: la mejor en la primera prueba, lo estropea en los exteriores y aún defrauda más en la eliminación.
Ana Obregón se despide definitivamente de las cocinas
Y como era de esperar, Pepe Rodríguez anunció que “el aspirante que no debe seguir en las cocinas de Masterchef” era la bióloga.
Ella se marchó asegurando que se había quitado una “espinilla” yendo a la repesca: “Me habéis devuelto la ilusión en las cocinas. Me he divertido muchísimo y me lo he pasado fenomenal”.