Por primera MasterChef arrancó con 17 aspirantes seleccionados, de los que el primero ya fue expulsado: Sito.
El resto que lucharán por ganar la octava edición son Luna, Mónica, Ana, Saray, Iván, Teresa, Adrienne, Sonsoles, Rosa, Fidel, José Mari, Juani, Andy, Michael, Sara Lúa y Alberto.
Un casting variopinto que conquistó a las redes, que convirtieron la entrega en trending topic con un claro favorito: Fidel, al que compararon con Jim Carrey por su mirada.
Se enfrentan a 13 semanas de cocinados, de las que no todas han sido grabadas aún porque el confinamiento ha frenado su rodaje.
Aún así, la primera entrega logró sorprender, un año más:
Un casting que cocinó ilusiones... para 17 participantes
Otro año más, el casting del programa batió con casi 30.000 personas que participaron en él. De todos ellos llegaron 50 a la final.
Esas cinco decenas de escogidos tuvieron que cocinar un plato libre con la ayuda de Marta Verona, Jorge Brazález y Carlos Maldonado, ganadores anteriores, y terminarlo delante de los jueces.
Ya frente a Pepe, Jordi y Samantha los diez que les convencieron fueron:
Luna, una canaria pizpireta maestra de yoga, que desde esa primera fase ya se sintió atraída por Alberto, otro compañero que más tarde sería escogido.
Mónica, limpiadora y camarera de 48 años.
Saray, educadora social de Córdoba que habló de sus dificultades por ser gitana transexual.
Iván, entrenador personal gallego que conquistó a los jueces con un arroz.
Teresa, economista de 56 años que sorprendió con un columpio sexual junto a Pepe Rodríguez y con una crema catalana.
También conocida en redes como “la Paquita Salas” de Masterchef:
Adrienne, belga de 34 años, directora de marketing.
Sonsoles, farmacéutica de 43 años de Burgos, sufrió un accidente de coche y se quedó en silla de ruedas, “no quiero que nada más me paralice en la vida” entró diciendo. Y así fue, ni los jueces la pararon: “Para mí es un sí”, dijeron los tres.
Rosa, comandante del ejército del aire, de 49 años que encandiló a Jordi por su actitud.
Fidel, músico de 36 años de Barcelona, aunque hizo dudar mucho a los jueces, les convenció porque les gustan “los retos difíciles”. Además, Fidel se convirtió en el protagonista de las redes por su mirada a lo “Jim Carrey” y una gestualización muy singular:
José Mari, empresario y músico de 46 años, llega desde Mallorca para luchar por ganar la octava edición.
Ellos fueron los diez aspirantes definitivos, pero hubo otros diez a los que les dieron delantales negros porque se quedaron con la duda y quisieron verles cocinar más. Entre ellos, Mónica Bardem, hija de Pilar Bardem.
Prueba por equipos para aspirantes y candidatos
Una vez escogidos los diez concursantes definitivos tuvieron que enfrentarse a una prueba de exteriores junto a los otros diez delantales negros que luchaban por su última oportunidad.
Los jueces fueron los encargados de hacer los cuatro equipos. El menú que cocinaron consistió en bacalao, sopa de cebolla, cabrito en adobo y flores extremeñas de postre. Todos con productos típicos de Extremadura, para 160 peregrinos devotos de la virgen de Guadalupe.
La falta de experiencia de todos ellos hizo que los jueces les echaran grandes broncas por su ritmo lento, el mal cálculo de las cantidades, mal entendimiento entre los equipos y hasta la forma de servir a los camareros...
Otro del los grandes fallos fue el cocinar con un mosquito en la elaboración: “Esto es una cerdada”, le decía Jordi a Mónica, una que había sido la responsable.
Aún así, los jueces acabaron felicitando a los cuatro equipos por no haber cancelado ningún plato y sacar todos ellos. Iván fue uno de los aspirantes más destacados por su liderazgo, así como Sonsoles que hizo una prueba “de aplauso”. Ambos del equipo azul, que fue el salvado de la entrega.
Por su parte, los delantales negros conocieron el veredicto definitivo: Andy, Michael y Juani, fueron los únicos que se convirtieron en aspirantes.
Juani, de 74 años, conserje de comunidad de vecinos. Andy, definido por él mismo como la Tamara Falcó de la edición. Michael, estadounidense enamorado de la cocina española.
Mientras que Sara Lúa, Ana, Alberto y Sito también convencieron pero pasando por prueba de eliminación.
Sito, el primer expulsado de la edición
Alberto, Saray, Mónica, Fidel, Adrienne, Rosa, Sara Lúa, Sito y Ana se enfrentaron a la primera prueba de eliminación.
Pero Iván, que había sido el mejor de la prueba anterior, pudo salvar a dos de sus compañeros: Sara Lúa y Fidel, por afinidad.
Por lo que el resto tuvo que cocinar en 10 minutos una mayonesa, a mano, con huevos de codorniz. Adrienne fue la primera en acabarla, por lo que se aseguró una semana más.
La segunda prueba consistió en cortar los ingredientes para hacer una Juliana en otros 10 minutos. Aunque Saray había acabado la primera, los jueces no lo aprobaron. En cambio, Rosa y Ana fueron las que lo hicieron casi perfecto. Así que siguieron otra semana.
La tercera y última prueba se trató de preparar una tortilla francesa con huevo de avestruz, acompañada de mayonesa y verduras, en 20 minutos. Fue el cocinado con más tensión, porque era la última oportunidad que tenían y solo logró hacerse con ella Alberto, Saray y Mónica.
Alberto, entrenador de fútbol sala que, desde el casting, parece que siente un feeling especial por Luna (y viceversa).
Mientras que el primer expulsado de la edición fue Sito.