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Acabó 'Masters de la reforma', el talent que innovó pero no dio en el clavo

'Masters de la reforma'

Redacción

Masters de la reforma llega a su fin este lunes 15 de julio. Los gemelos Albert e Iván (repescados a mitad de concurso), el dúo de amigos Álex y Naomi y el matrimonio formado José e Iratxe son las tres parejas que disputan el gran premio después de haber superado las nueve galas previas de un formato que no ha conseguido alicatar un banco sólido para sus espectadores. Al menos, no lo suficiente como para asegurar los cimientos de una segunda edición.

Pese al aval que supone la producción de Shine Iberia, responsable a su vez de otros concursos de habilidades específicas como MasterChef y Maestros de la costura, el muro que se le planteó delante a este nuevo formato ha sido demasiado grueso como para poder resquebrajarlo. No obstante, es más que loable el esfuerzo de Atresmedia por expandir el plano de planta habitual en el prime time español con una disciplina inexplorada en los talent shows.

Bajo el dominio de los formatos de talento musical reproduciéndose como muebles de IKEA en todas las cadenas, si algo tiene a su favor Masters de la reforma es haber intentado montar uno de cero, que no parte de ningún programa existente con anterioridad, cuya resistencia no ha sido testada.

Las reformas o el interiorismo no son realmente nuevos, cierto es y ahí están formatos duraderos como Bricomanía o Decogarden, pero tratar de hacer del oficio un espectáculo en igualdad de condiciones con otras disciplinas más vistosas era algo tan arriesgado como, por ejemplo, poner a enfriar un formato sobre herrería como Forjado a fuego en horario de máxima audiencia. Ese ha funcionado, y este podía hacerlo.

Un rendimiento sin brillo en un prime time débil

A veces por buena que sea la argamasa, estas piezas no siempre encajan bien en los moldes construidos en nuestra industria. Sin ser brillante, el comienzo fue prometedor, con un 13.8% de cuota de pantalla y 1.666.000 espectadores. Unos datos que saneaban los conductos del primer prime time de la semana en Antena 3, maltrechos tras el paso de 45 revoluciones (la subida con respecto a la semana previa era de 9 puntos). No obstante, durante las siguientes entregas, las prestaciones fueron reduciéndose y se acomodaron demasiado por debajo de los dos dígitos.

En su favor, eso sí, cabe decir que nunca se ha visto en peligro de ser derribado por ninguna otra oferta. El azar ha querido que ninguno de los canales generalistas haya encontrado una oferta suficientemente robusta para el lunes noche: ahí está Brigada Costa del Sol, colocándose de puntillas sobre el 10% de share; o La otra mirada, fluctuando por encima y debajo de esta misma cifra semana a semana. El ímpetu con el que Adivina qué hago esta noche irrumpió en escena, dando a Cuatro datos no muy alejados de estos, ejemplifica la debilidad generalizada.

A falta de conocer el peritaje de la última construcción, y al margen del resultado de sus rivales, el global de las nueve primeras está lejos de lo deseado para la que se antojaba como una de las principales bazas de entretenimiento de la cadena. Masters de la reforma promedia un 9.6% y 1.084.000, siendo el 13.8% de su debut su mejor dato hasta la fecha.

  • Gala 1 (06/05/2019): 13.8% y 1.666.000 (estreno)
  • Gala 2 (13/05/2019): 9.8% y 1.144.000
  • Gala 3 (20/05/2019): 8.5% y 921.000
  • Gala 4 (27/05/2019): 9.2% y 1.058.000
  • Gala 5 (03/06/2019): 9.3% y 1.046.000
  • Gala 6 (10/06/2019): 9.2% y 1.006.000
  • Gala 7 (17/06/2019): 9.4% y 989.000
  • Gala 8 (24/06/2019): 8.2% y 927.000
  • Gala 9 (01/07/2019): 9.4% y 1.005.000 (líder de su franja)

Estos datos la sitúan por debajo de la otra apuesta novedosa de la productora de MasterChef, Maestros de la costura, que dio mejores puntadas tanto en su primera edición, una de las revelaciones del curso pasado (16.6%), como en una segunda que ha hilado menos fino (11.7%). Es probablemente la gran similitud entre las mecánicas de estos tres talent una de las razones por las que los Masters no han tenido ese factor sorpresa.

Los momentos que han sostenido los cimientos de la edición

Como en cada formato de este estilo en el que la exigencia rige cada una de las pruebas, a lo largo de las entregas terminan viviéndose momentos de tensión entre concursantes y también de estos con los encargados de examinarles. Más si cabe cuando estos tienen una personalidad, trayectoria y rigurosidad como la de los 'jefes' Tomás Alía, Pepe Leal y Carolina Castedo.

Uno de los más recordados tuvo lugar en el 5º programa y estuvo protagonizado por Albert e Iván, dos de los aspirantes a llevarse la recompensa final este lunes. Los gemelos dieron por finalizada una de las pruebas cuando todavía restaba una hora en el tiempo establecido, y su manera de 'matar' los minutos no gustó nada a los jueces. Uno de los hermanos optó por simular que hacía “pipí, popó” en el váter, mientras que el otro terminó metiéndose en la bañera mientras las parejas rivales seguían trabajando en sus construcciones. El resultado: cabreo de Tomás Alía y Pepe Leal, que lo consideraron una falta de respeto.

El mismo Albert fue el protagonista de la primera gran bronca de la edición entre concursantes, al enfrentarse a compañeros y rivales en una discusión en la que no dejó títere con cabeza y en la que terminó entrometiéndose en el trabajo de otro equipo. Iratxe, otra de las aspirantes a ganar, vivió el momento más sonado de la 7ª gala por su rifirrafe lleno de pullas con “las tres divinas”. “Si fueras mi empleada estarías en la calle”, llegó a decirle a una de sus compañeras.

Así será la final en Antena 3

Masters de la Reforma pone las caravanas en marcha por última vez para el desenlace de la edición, que tendrá un destino internacional como escenario principal. Las tres parejas finalistas se desplazarán hasta París para luchar por el premio de 130.000 euros y otros 20.000 en muebles que entregará Manel Fuentes a los vencedores.

Los peones de Antena 3 cruzarán la frontera para trabajar en el Hotel Room Mate Alain, propiedad del empresario hotelero Kike Sarasola que supervisará la prueba personalmente. Cada pareja reformará una habitación distinta, de la que deberán cambiar el cableado eléctrico, entelar las paredes, poner moqueta, instalar lámparas y apliques, amueblar y decorar las habitaciones. Además, tendrán que integrar, con sentido estético, la pieza recogida en una gymkhana que realizarán instantes antes por todo París. Una de las parejas será expulsada y no podrá pelear en la prueba final.

En el desafío definitivo, los aspirantes diseñarán un apartamento de 60 metros cuadrados en 10 horas, acompañados por sus familiares y sus compañeros. Creatividad, técnica y aplicar todos los conocimientos que han obtenido a lo largo de estas 10 semanas serán algunas de las cualidades que Tomás Alía, Pepe Leal y Carolina Castedo tendrán en cuenta a la hora de decidir qué pareja se convertirá en 'Master de la Reforma' de España. Además, la final será apadrinada por Pascua Ortega, referente y pionero del interiorismo en España.

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