Máximo Huerta señala el problema de la TV actual: “Nos tratan como consumidores, no como ciudadanos”
Máximo Huerta visitó este miércoles el plató de Las tres puertas, donde habló largo y tendido con María Casado sobre sus circunstancias vitales y profesionales, las cuales vivieron un punto de inflexión al inicio de la pandemia. Por aquel entonces, el presentador conducía el magacín A partir de hoy, pero La 1 decidió cancelarlo en mayo de 2020 coincidiendo con la crisis del coronavirus y una reestructuración en la franja matinal de la cadena pública, la cual también propició, precisamente, la marcha de María Casado de La Mañana.
En un principio, Máximo Huerta se mostró muy crítico con la cancelación de su programa, pero ahora ve las cosas de manera diferente. Sobre todo, porque aquella decisión le permitió volver a Valencia, “al pueblo”, para cuidar a su madre, que por esas fechas empezó a empeorar a nivel de salud. Primero con tumores y un cáncer, y actualmente con demencia.
Pese a todo, María Casado quiso saber si en aquellos días le costó dejar Madrid. “No, salí directamente del programa que estaba presentando en La 1 [A partir de hoy] por la pandemia. Ya no regresé, pero regresé a mi casa. Nunca estaré lo suficientemente agradecido por ese gesto. Porque yo en ese momento noté, por la voz y por una videollamada que me enseñaron de ella, que mi madre tenía la cara rara. Que no era ella y que su cara no era normal”, comenzó diciendo el escritor.
“Lo que había era un tumor, un cáncer. Se le había ido deformando la cara, el ojo. El cáncer había crecido dentro”, añadió Máximo, que sacó una sonrisa para decir que su madre “conserva sus preciosos ojos verdes”. “De otra manera, pero son sus preciosos ojos verdes. Y me tiene a mí, aunque a veces no sepa que soy yo”.
Al hilo de esto último contó una dura y reciente anécdota. “Cuando empezó 2023, con las campanadas y todo eso, lo primero que me dijo mi madre fue: 'Qué pena que no esté mi hijo aquí'. ¿Pero cómo calmas a tu madre diciéndole que eres tú? No hay opción cuando la cabeza ya se ha ido. No hay opción de calmarla. Y tú tienes que tragar”, lamentó Máximo. Aquella primera noche del año, su madre se fue a la cocina a llamarlo por teléfono. “Yo le cogí [la llamada] desde el salón y le conté que estaba en una fiesta. Es mejor mentir. Ella vino, me llamó Rafa, porque para ella soy su hermano, y me dijo: 'Es que está en una fiesta, pero está bien'”.
El diagnóstico de Máximo Huerta sobre la TV actual
Dadas las circunstancias, el presentador descarta volver a Madrid y la televisión diaria. También por las prisas que se respiran en la capital y en el día a día de la pequeña pantalla. “Veo la televisión con la misma prisa que cuando bajamos al metro. Veo prisa en la televisión por decirlo todo el primero cuando no hace falta ser el primero. A lo mejor no está bien ser el primero. Hay que matizar y utilizar bien las palabras. Creo que en la televisión, la prensa y la radio, que siempre ha sido muy enérgica, vamos con prisa”, dijo de primeras.
“No hay tiempo para nada, todo tiene que ser de consumo rápido, todo es un mundo TikTok de 'rápido, que si no la gente no se engancha'. ¿Rápido, por qué? Antes no había esa prisa”, lamentó el exministro, que cree que “hay que disfrutarse y disfrutar de este medio, que es maravilloso, con otro tempo”. “No hace falta ir zapeando ni con esa obligatoriedad de ir 'picadito, picadito'. Esto no está para hacer albóndigas porque no hacemos albóndigas. 'Picado, picadito, que si no se van'. Pues si se van ya volverán”, bromeó.
“Pero a ti te pasa como a mí, que estando dentro dentro no te das cuenta”, respondió María Casado. “Sí que eres consciente, pero te dejas llevar. Te empujan y te dicen 'di solo una frase y volvemos'. ¿Por qué? Si el espectador puede ser mi amiga, mi madre o mi tía. ¿Por qué le trato como si fuera un consumidor? Nos tratan como consumidores y no como ciudadanos”, concluyó Máximo Huerta ante la aprobación de la presentadora, que compartió su diagnóstico.