Cómo hemos mutado: Cuando El Yoyas era colaborador de Salvados
“Creo que hemos cambiado según ha cambiado el país”, comentaba Jordi Évole a VERTELE escasas horas de comenzar la undécima temporada de Salvados. El buque insignia de laSexta se aproxima a su décimo aniversario en antena, y su presentador miraba en retrospectiva a lo que habían conseguido desde su estreno, allá por febrero de 2008.
Su discurso evidenciaba un importante viraje desde el humor más irreverente y paródico, siempre con los pies pegados a la calle, hasta el referente informativo en que se ha convertido con el devenir de las temporadas.“Cuando nosotros empezamos, vivíamos en plena burbuja económica y todo eran vacas gordas. Había una gran bonanza y hacíamos un programa de humor donde incluíamos una cierta crítica social sobre nuestra manera de vivir”, comentaba. “Eso va acrecentándose hasta que eclosiona en 2011 con el 15-M. Nos pusimos más serios sin perder un punto de ironía, y conseguimos que mucha gente que nos había visto como unos ”gamberretes“ de la tele empezara a sentarse con nosotros”.
Lo cierto es que, si echamos la vista, el programa se había ganado merecidamente esa fama de incorrección. Lo hizo con secciones y personajes que hoy resultan impensables en la escaleta actual del formato de Producciones del Barrio.
“Apatruyoyando” la ciudad junto a Carlos Navarro
El ejemplo más evidente de esta primera etapa lo constituye la participación de Carlos Navarro, más conocido como “El Yoyas”, con sección propia durante la segunda temporada. “Apatruyoyando” presentaba al polémico famoso salido de Gran Hermano 2 como copiloto de Évole, a bordo de un coche con el que recorrían las calles de l'Hospitalet de Llobregat.
Podíamos verlos, por ejemplo, discutiendo sobre temas tan diversos como las drogas, las personas de etnia gitana, la necesidad de reformar una Constitución o hasta la asimilación de la inmigración china.
En estos viajes, los llegó a acompañar, por ejemplo, Fernando Sánchez Dragó, sentado en los asientos traseros del automóvil, y hasta Mercedes Milá, a la que aludían Évole y Navarro en sus conversaciones y que llegó a intervenir telefónicamente en una ocasión. Cabe indicar que, por aquel entonces, el presentador aún se refería a sí mismo como “El Follonero”.
Muestra de esto era una de las pruebas a las que sometió al otrora concursante del reality. Este aseguró que era capaz de diferenciar, solo por el sabor, las tapas hechas por establecimientos regentados por españolas de las cocinadas por chinos. Évole organizó una improvisada cata en un barrio, con “El Yoyas” enfrentándose a los platos con los ojos cerrados: “Has quedado retratado”, decía a su colaborador cuando erró una de las pruebas, mientras aprovechaba para darle collejas. Un tono, como ven, mucho más distendido al que nos tiene acostumbrados en los últimos años, más cerca de la irreverencia de sus años junto a Buenafuente.
Nacho Vidal, Bosé y hasta Chuck Norris, otrora protagonistas
El Yoyas acabaría desapareciendo poco después de la segunda temporada en antena del espacio, como también otras apariciones que ahora no encajarían en la escaleta que maneja Producciones del Barrio. Por ejempl, Nacho Vidal. La estrella del porno participó en el comienzo de la tercera temporada junto a Miguel Bosé, dentro del reportaje “Bienvenidos a Cuba”.
También David Bisbal interactuó con Évole durante la tercera temporada, en una entrega en la que el programa se desplazó a Almería. El encuentro entre el cantante y el presentador tuvo lugar en un gimnasio, con un tono eminentemente humorístico y jocoso.
Aunque quizás el visitante más recordado de esta etapa fuera Chuck Norris, o mejor dicho, su doble, en el reportaje de Salvados en el que Évole viajó a Texas para conocer a “nuestro héroe televisivo”. Se encontraba no con el auténtico Walker Texas Ranger, sino con otro hombre vestido y caracterizado como él, a quien Évole entrevistó ataviado cual vaquero.
La conversación terminó con un puñetazo del falso “Chuck” a Évole repetido desde varios algunos hasta la saciedad, que daba buena cuenta del tono más ligero del programa hasta la fecha. No obstante, el programa previamente había ofrecido destellos de lo que sería el Salvados del mañana: recuérdese el pasaje en el que el catalán se reunía con un sheriff, empleando a un inmigrante sin papeles como intérprete.
Parodiando Callejeros con El Langui
El programa, cuando su vertiente humorística seguía primando sobre la periodística, también hizo algo más que poner a famosos en situaciones incómodas y divertidas. Incluso realizó parodias a partir de otros programas de actualidad. Fue el caso de Juan Manuel Montilla “El Langui”, que intervino en un sketch que imitaba a Callejeros (con el epígrafe Kayejeros) durante la segunda temporada. Visto hoy, lo cierto es que esta escena parece más propia de un programa de José Mota que de lo que hoy entendemos por Salvados.
Pero había más. El propio Évole nos recordaba otras secciones, como “Desesperados por la crisis”, donde una pareja que hacía un striptease en el metro para ganarse la vida, o viviendo en una zona azul porque era más a cuenta que vivir de alquiler en una ciudad como Madrid o Barcelona...
¿Hacía dónde irá Salvados?
La progresión de Salvados fue lenta pero continuada: desde el principio hubo implícita una crítica social de la España en que vivíamos, que fue ganando terreno a la comedia que también era prioritaria en esta primera época. Para cuando alcanzó la sexta temporada, los polos se habían invertido, y la información ganó la partida al humor. Con todo, Évole ha jugado siempre con la ironía y la mordacidad que aún conserva de aquellos tiempos en los que armaba “follón” en las promos del programa: sin ir más lejos, la del comienzo de esta última temporada, donde bromeó con la querencia de Ferreras por mantenerse en pantalla.
Después de 10 años en emisión, ¿cómo evolucionará el programa de aquí en adelante? ¿Habrá más cambios en el ADN de Salvados? El propio comunicador decía “no atreverse” a vaticinarlo. “Si me dicen hace diez años que íbamos a estar tanto, les hubiera dicho que estaban locos. Si me dices tú si creo que podemos estar cinco o diez años más, te digo lo mismo”. Así pues, habrá que ver por donde nos lleva laSexta y, por qué no decirlo, el devenir de nuestro propio país, para pronosticar el Salvados del futuro.
