“¿Están los independentistas? Que se pongan”: Raúl Pérez imitó a Salvador 'Gilla' tras las elecciones catalanas

Raúl Pérez se metió este lunes en la piel de Salvador Illa para reflejar con humor la difícil situación en la que se encuentra el candidato del PSC, que necesita recabar grandes apoyos para ser investido como presidente de la Generalitat pese a su victoria en las elecciones catalanas del pasado domingo.

Una tarea harto difícil por el rechazo del bloque independentista a convertirlo en president y la falta de escaños de las formaciones constitucionalistas, cuyo apoyo no es suficiente para sacar adelante la investidura.

Esta endiablada situación fue representada ayer por Raúl Pérez de Late Motiv mediante un homenaje a uno de los grandes de nuestro humor: Miguel Gila. Y es que el cómico se convirtió en Illa, pero a la vez imitó a Gila en su mítico sketch de la llamada al enemigo en plena guerra.

“Voy a llamar a la posición. Sí, ¿está Pablo Iglesias?”

Así, Salvador 'Gilla' se puso el casco de batalla y cogió “el teléfono de los pactos del PSOE” para llamar al enemigo y pedirle sus votos en la investidura. “Voy a llamar a la oposición. Sí, ¿está Pablo Iglesias?”, bromeó 'Gilla' en alusión al socio de Gobierno de Pedro Sánxhez. “Si con ellos ya cuento”, dijo sobre los ocho diputados de En Comú Podem.

A continuación, el candidato 'Gilla' llamó a los independentistas, pero no se pudieron poner porque estaban “discutiendo entre ellos”. Así que le dejaron en espera: “Me han puesto música de Taburete. Cómo son, lo que sea para joderme”.

Tampoco tuvo suerte al llamar a Ciudadanos, pues “todos” sus miembros se habían pasado a Vox. “Pues llamo allí”, dijo 'Gilla', que también se dio de bruces con la formación de Santiago Abascal: “Sí, ya sé por dónde se meten los nuevos PCR”.

Ante tan nefasto resultado, Salvador 'Gilla' solo tuvo una opción: llamar al Ministerio de Sanidad para ver si podía volver “aunque sea de becario”. “Esto es muy difícil. Prefiero gestionar una pandemia”, concluyó sobre el arduo trabajo que supone conseguir ser investido como nuevo presidente de la Generalitat de Catalunya.