El Senado rechaza a los consejeros de RTVE con los ojos puestos en la negociación del Gobierno con los partidos catalanes
Los candidatos para el Consejo de Administración de RTVE que debe designar el Senado no tienen el respaldo de los dos tercios de la Cámara Alta que deben recabar en la primera votación, tal y como exige el real decreto aprobado por el Gobierno. De los 249 votos emitidos, 142 han ido a la lista del PP y 85 a la del PSOE. Se han contabilizado también 19 votos en blanco y 3 votos nulos (uno de ellos a Federico Jiménez Losantos y David Bisbal).
El sentido de la votación estaba claro antes del debate que se ha mantenido en el Pleno. Un debate insulso, al que los senadores han prestado una nula atención. Salvo cuando han hablado los portavoces de PDeCAT y ERC, imprescindibles para convalidar el mismo real decreto y sacar adelante los nombramientos, también en el Senado. Ambos partidos han condicionado su voto a la apertura de un diálogo entre Pedro Sánchez y Quim Torra que incluya el referédum.
La votación del Senado no tenía posibilidad alguna de salir ya que para hacerlo era imprescindible el concurso del PP, que tiene la mayoría de la Cámara. Esta mañana, en la Comisión de Nombramientos, siete de los ocho candidatos propuestos por el Senado exponían sus curriculums y respondían a los senadores. Ninguno de ellos buscó ganarse los apoyos que necesitarían para salir, conscientes de la situación.
El balón está ahora mismo en el Congreso. Y en las negociaciones (o ausencia de ellas) entre el Gobierno, el PSOE y los partidos catalanes. Si el lunes en la Cámara Baja el portavoz de ERC, Joan Tardá, advertía de que su grupo solo votaría a favor si Sánchez aceptaba “hablar de todo” con Torra en la reunión prevista para el próximo 9 de julio, la portavoz republicana en el Senado repetía la fórmula.
“Entenderse con ERC o con el PP”
“Tienen dos opciones: entenderse con ERC o con el PP”, ha señalado Ana Azamar. La senadora catalana ha recordado que el PSC ha pactado con el PP para hacerse con la Alcaldía de Badalona “y echar a un Gobierno de izquierdas que funcionaba”. “Nuestro voto será para cambiar las cosas. Si quieren cambiar las cosas nos tendrá a su lado”, ha añadido.
Azamar lo ha dejado muy claro en el final de su intervención: “Lo primero, sentarse, hablar y dialogar de todo. Estamos dispuestos a darles el voto porque es necesario. Solo les pedimos una cosa: cintura política. ¿Están dispuestos a hablar de todo, de todo, de todo? ¿Con mayúsculas? ¿Se apuntan?”.
“Esta mañana ha habido en cambio”, ha señalado en referencia a las palabras de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, en el Congreso. “Estamos a la espera de que mañana la ministra [Meritxell] Batet garantice de que realmente en esta reunión se podrá hablar de todo, de presidente a presidente. Si es así, nuestros compañeros modificarán su votación”, ha zanjado.
Unos minutos antes, el portavoz del PDeCAT, Josep Lluís Cleries, caminaba la misma senda: “Si se encara de forma correcta el diálogo con Catalunya, podremos colaborar más. O bloquear. Nuestra actitud será positiva si la actitud con Catalunya lo es”.
El portavoz del PSOE, Ánder Gil, ha pasado de puntillas y se ha limitado a “agradecer” a ERC sus palabras, a la espera de las conversaciones (o la ausencia de ellas) que se produzcan en el Congreso.
La Cámara Baja debe celebrar mañana la segunda votación para designar a sus seis representantes en el Consejo de RTVE, después del fiasco de la sesión del lunes. También se votará la imprescindible convalidación del Real Decreto Ley. El Gobierno, que ha pactado con Unidos Podemos y PNV la renovación, necesita además los votos favorables de PDeCAT y de ERC. O del PP. A esta hora, no tiene ni unos ni otros.
Pero Sánchez tampoco tiene garantizados los votos de Compromís, con los que podría salir adelante la votación siempre que el resto de diputados que votaron a favor de la moción de censura repitieran su apoyo al Gobierno. De momento, según ha confirmado el senador de la coalición valenciana, nadie se ha puesto en contacto con los diputados de Compromís y, por lo tanto, se mantienen en la abstención.