La nueva entrega de Salvados analizó el odio en las redes sociales a partir de las víctimas de ello y sus verdugos.
Uno de esos verdugos fue Ximi, el primer condenado en España por llamar “puta” a Cristina Cifuentes en Twitter y que explicó cómo se originó todo y cuál fue el final: “Cifuentes negó que hubiera cargas policiales hacia los manifestantes el 15M y eso me produjo rabia e impotencia y promoví que se le insultara a la misma vez. Desgraciadamente el llamamiento fue más exitoso de lo que cabía prever. Esa noche vi en televisión que ella quería denunciarme. En un primer momento pensaba que no iba a ir a más, porque veía absurdo pedir cuatro años a alguien por un tuit”.
El propio entrevistado hizo autocrítica de lo ocurrido: “Lo que hice fue una acción política muy mal ejecutada. No puedes lanzar un mensaje para defender al oprimido e incluir términos machistas. Es paradójico e invalida el mensaje. No obstante la acción política en redes sociales es necesaria porque podemos interpelar por primera vez a los políticos”.
Finalmente explicó que su abogada y la de Cifuentes “acordaron pagar la multa y una indemnización de 1000 euros. Me hicieron reconocerlo y disculparme ante ella. Me disculpé por haberlo llamado 'Puta' y ella se limitó a mirarme seria y no tenía cara de estar satisfecha, aunque dijera ante los medios que sí”.
Cifuentes también participó en la entrega dando su versión: “Me dio lástima, pensé que era excesivo para una persona de su edad lo que estábamos pidiendo. Yo recibí insultos terribles en las redes amenazas contra mí y mi familia, y de violación contra mi hija. Eso fue lo que me indujo a presentar la primera denuncia”.
La política explicó que, de todas las denuncias que había interpuesto, solo fue la de Ximi la que siguió adelante: “Me dio algo de rabia porque parecía que él había pagado por todo cuando realmente lo que dijo no tenía tanta importancia como otros comentarios que había recibido. Pero necesitaba crear algún tipo de precedente para decir que no valía todo”.
Cifuentes confesó que en realidad, “solo pretendía encontrármelo cara a cara y que tuviera que pedirme perdón. Me parecía desproporcionado pedir cárcel por decir eso”.
Sobre si es o no una buena opción retuitear los comentarios ofensivos de los haters, la presidenta madrileña aseguró haberlo hecho muchas veces pero “creo que es una equivocación porque no hay que dar de comer al troll”.
Una entrega que evidenció la falta de acuerdo aún en el buen uso de las redes sociales, pero sí puso de manifiesto la importancia de poner unas reglas del juego, como en la vida real.
El hater de Paula Vázquez: “Me sentí insultado por ella”
Otro de los entrevistados en esta entrega de 'Salvados' fue Antonio, el hater que publicó un tuit contra Paula Vázquez con un contenido impactante: “¿Y qué tal si te echamos un poco de gasolina en el coño y te metemos fuego?”.
El programa primero le presentó desvelando su profesión, dificultades diarias, enfermedades y hablando con él. Antonio aseguró que su comentario respondía a un tuit de la presentadora que le hizo sentirse “insultado” y que decía lo siguiente: “Tendríamos que haber quemado banderas en Galicia a ver si así venían corriendo los muy patriotas y mucho patriotas”.
Preguntado por si podía haber expresado su indignación de forma más correcta, Antonio aseguró que “si hubiera sido más suave no lo hubiera leído nadie. Por desgracia funciona el lenguaje agresivo”.
El presentador le preguntó si le hubiera dicho lo mismo si la hubiera visto en persona: “Una cosa es que un tuit te haga daño y otra cosa es verla físicamente, no le diría nada”.
Paula Vázquez: “No me da miedo, me da mucha rabia”
Évole le mostró a Paula Vázquez a la persona que había detrás de aquel tuit y sus explicaciones, algo que le causó “sorpresa” porque “pensaba que iba a ser un radical, un canalla que me impusiera de verdad”.
Preguntada por lo que sentía tras escuchar su testimonio, ella confesó que “hay una parte de empatía, porque lo ha pasado mal, tres ataques al corazón... y pienso si quitar o no la denuncia. No me da miedo, me da mucha rabia. No quiere decir que la vaya a quitar”.
La presentadora explicó que cuando lee este tipo de insultos o noticias mal intencionadas “la mayor parte de veces los bloqueo o últimamente me pongo a hablar por privado o les llamo directamente para ver por qué, con qué argumento me insultan. La mayoría reculan y además te echan piropos”.
Vázquez quiso aclarar que el significado de su tuit era “una alusión por lo rápido que se organizaban (los cuerpos de seguridad) para ir a Barcelona (por el independentismo), pero no a Galicia”. “¡Cómo me voy a reír yo de los gallegos si soy gallega y ayudo a mi tierra siempre que quiero!”.
Aseguró que “cada mañana que me levanto digo que no volveré a opinar, y cada día cuelgo algo y me vuelvo a arrepentir”.
Preguntada por si en la calle había sido víctima de algún insulto de ese tipo, ella respondió contundente: “Nunca, jamás”. Y cuando le decían que aquello también era el precio de la fama, respondía que “no lo había leído en ningún contrato”.
“Paula Vázquez está soltando verdades como puños”
Las reflexiones de Paula Vázquez fueron muy aplaudidas en las redes por los espectadores del programa que halagaron la empatía de la presentadora y lo directo de sus palabras: