Thais Villas mostró en 'El Intermedio' las diferencias de vivir la pandemia en un barrio rico y uno obrero
Tras retratar a “las dos Españas” preguntando por el salario mínimo en un barrio rico y uno obrero, Thais Villas ha vuelto a salir a la calle para mostrar a la audiencia de El Intermedio cómo se vive la pandemia según el bolsillo.
Es evidente que no todos los ciudadanos han vivido de igual manera el confinamiento y la crisis económica derivada de la crisis sanitaria del coronavirus. Para conocer todas las perspectivas, la periodista de laSexta ha visitado un barrio con rentas más altas y un barrio obrero y ha charlado con diferentes vecinos que han contado sus experiencias.
La pandemia en Puente de Vallecas
Los testimonios más duros son los de los ciudadanos que viven en Puente de Vallecas. Muchos han contado cómo se han quedado sin trabajo a raíz del coronavirus y se han visto obligados a vivir de las ayudas de amigos y familiares. También han explicado cómo han pasado la cuarentena varias generaciones de una misma familia en pisos muy pequeños.
“Vivo con mi abuela, y me da muchísimo miedo. Los pisos son pequeños y te tienes que juntar sí o sí”, cuenta una de las entrevistadas. “Por más que uno tenga cuidado y guarde las distancias... al final cogí el covid-19 y estuve ingresada”, explica otra.
Todos los cuestionados confiesan estar pasando problemas económicos a raíz de quedarse sin trabajo en los últimos meses. “Soy camarera, trabajaba en un hotel, y ahora no encuentro trabajo por ningún sitio. No me dan nada de paro porque no he cotizado”, relató una ciudadana. Otra, visiblemente emocionada, apunta que “psicológicamente me ha afectado muchísimo, y económicamente también porque me he quedado sin empleo. Me genera estados de ansiedad que no tenía. Vivo por la ayuda del paro y lo estoy pasando verdaderamente mal”.
Otro de los entrevistados explica que la pandemia le está afectando “a todos los niveles”: “Estoy en paro y vivo de préstamos que me hacen amigos. Tengo una hermana viuda y voy a comer a su casa todos los días”. Su deseo para cuando todo esto acabe no es otro que “celebrar una gran comida con amigos de toda la vida”. Por su parte, el de otra vecina del barrio, es irse a la playa, a Torremolinos.
La pandemia en un barrio rico
Por el contrario, en un barrio mejor posicionado económicamente, los vecinos han pasado la cuarentena en casas amplias, con jardín, o incluso en sus segundas residencias en otras provincias. Hay quien incluso no tiene ningún reparo en contar que se ha saltado el confinamiento y ha salido a la calle.
“He tenido la suerte de que mis hijos se han venido a mi casa del campo y hemos pasado el confinamiento todos juntos”, cuenta una entrevistada. Otro ciudadano lo ha vivido de manera similar: “Vivo a las afueras de Madrid y me puedo mover tanto en el jardín como en el interior. He tenido un confinamiento más cómodo que muchos madrileños”.
Una vecina explica a Thais Villas que el covid-19 “no me está afectando demasiado”: “No he hecho mucho caso, he salido cuando me ha dado la gana. Me he saltado las normas, pero con cabeza y responsabilidad”, explica. Un entrevistado más joven relata que lo que más le afecta actualmente es no poder celebrar su cumpleaños con normalidad: “El año pasado alquilé un local y me reuní con toda mi familia y amigos, pero este año imposible”.
Su deseo para cuando todo pase no es otro que irse de fiesta. Otra vecina, en cambio, apunta que ya se ha dado un capricho porque ya ha pasado lo peor. “Hay que consumir, hay que gastar, hay que comprar comida y todo lo que sea, porque si no nos arruinamos todos. Soy una chica estupenda, me lo merezco todo y me he dado el capricho”, dice mostrando a cámara su nuevo reloj de 3.500 euros.