Donald Trump se enfrenta a un posible proceso de impeachment después de haber reconocido que, en al menos una llamada telefónica, presionó al nuevo presidente ucraniano para investigar los negocios del hijo de su principal rival político, Joe Biden, favorito entre los demócratas para los comicios de 2020. El ocupante de la Casa Blanca dijo también que ordenó congelar las ayudas a dicho país, en pleno conflicto con Rusia, en lo que la opinión pública entiende como un posible intercambio de favores. La investigación en marcha por parte de la Cámara de Representantes de Estados Unidos ha dado al Saturday Night Live su mejor material con el que dar el pistoletazo de salida a su 45ª temporada en NBC.
Alec Baldwin volvió a encarnar al actual presidente cuatro meses después en un sketch inicial que, como de costumbre, contó con destacados cameos. En esta ocasión, le tocó el turno de Liev Schreiber, que no encarnó a ningún personaje de la vida política estadounidense, sino a sí mismo. El mandatario tiró de agenda para llamar al actor, creyendo que tendría las mismas habilidades que Ray Donovan, el personaje que interpreta en la serie homónima de Showtime.
“Ya se lo he dicho otras veces. Ray Donovan es un personaje de ficción”, decía resignado. “Yo soy Liev Schreiber, soy solo un actor”.
No hay que olvidar que el personaje que interpreta desde hace 6 años es un experto “solucionador de problemas” de la clase alta, que trabaja para una importante agencia de abogados. De ahí la cómica confusión que planteó el longevo formato de humor, que en su regreso a las pantallas contó con Woody Harrelson como maestro de ceremonias.