'Verano azul' no terminaba con la muerte de Chanquete, pero su último episodio no se pudo rodar
Vaya Crack emitió este sábado una nueva entrega del formato, en el que se activan y cuestionan las habilidades e inteligencia de sus concursantes. El actor Jorge Sanz fue uno de los invitados, y en la prueba Verdad o mentira, en la que los presentes deben adivinar si lo que cuenta es verdadero o falso, reveló que participó en el último capítulo de Verano Azul. El intérprete contó que la serie no terminaba con la muerte de Chanquete, sino que había un siguiente episodio cuya grabación tuvo que ser suspendida durante dos semanas, por culpa de una gota fría.
Después de dos años de rodaje, los productores decidieron cancelar la parte de la grabación del capítulo 20 que faltaba, en el que participaba Sanz. En la serie “siempre pasaba algo, y aquí salíamos a buscar a uno que se había perdido de un grupo de boy scouts”, narró. “La historia es que hay un episodio que nunca se ha llegado a emitir, tiene que estar guardado en alguna lata en el sótano de esta casa”, añadió.
Los concursantes apostaron a que su anécdota era falsa, pero no, el intérprete estaba en lo cierto.
Jorge Sanz nos sorprende con su anécdota en Verano Azúl
El robot de Pablo Ibáñez capaz de dirigir una orquesta
En otra de las pruebas, El Hombre de Blanco, Pablo Ibáñez, entró al escenario acompañado de Yummy, un robot que le ayudó a dirigir una orquesta para que interpretara la Pequeña Serenata de Mozart. Y lo consiguió.
Todo ello en una noche en la que acudieron igualmente el campeón de freestyle Skone. El rapero tuvo que enfrentarse al reto que le propuso también Ibáñez: entrar juntos en una jaula con un grupo de artificieros que fueron soltando cohetes al tiempo que el artista debía ir haciendo rimas con las palabras que le fue indicando el colaborador.
Pablo Ibáñez pone a prueba a Skone
Vaya Crack, Roberto Leal, inteligencia y fuego fueron las que tuvo que utilizar. Además, Jorge Blass participó en la prueba Paso de cebra. Se coló entre todos los viandantes que cruzan el paso del concurso, dificultando la habilidad visual de espectadores y concursantes.