La cuarta semana de MasterChef Celebrity 4 albergó un intercambio inédito en el formato. Marta Torné y Elena Furiase eran expulsadas, al tiempo que el concurso daba la bienvenida, de nuevo, a Anabel Alonso y Boris Izaguirre. La primera terminó siendo expulsada en la novena gala, mientras que el segundo ha conseguido llegar a la gran final que el talent culinario celebra este miércoles, en la que competirá con Tamara Falcó, Félix Gómez y Vicky Martín Berrocal.
“La vuelta ha sido fantástica”, reconoció Izaguirre a Vertele en la entrega de los Premios Iris, “todo el mundo debería tener esta segunda oportunidad”. En su caso, lo ha vivido con un objetivo claro: “Si este programa fue para mi una rehabilitación profesional en toda regla, quería que ahora fuera también una rehabilitación personal”.
El aspirante explicó que no es oro todo lo que reluce, y que “al principio es pesado porque vuelves a pasar por todos los miedos, temores y esa fobia que te entra cuando por fin llegas a tu casa y no quieres ver la cocina”. Eso sí, aseguró que ha sido “un privilegio, porque regresas con una cierta experiencia”, aunque eso no le ha librado de la posibilidad de ser expulsado. “Si te equivocas, te eliminas igual”, apuntó.
Comparando ambas ediciones, en las que ha conseguido dar un paso más, ya que en su primera se quedó a las puertas de la final y ahora acude como finalista, en las dos le han “encantado” sus contrincantes. “Ha sido fantástico ver repetidas las tensiones que viví con Carmen Lomana y Antonia Dell'Atte, entre Vicky Martín Berrocal y Yolanda Ramos”, celebró.
Izaguirre acudió a la gala de los Premios Iris para recibir el galardón otorgado por el Jurado al programa, “por aunar en un talent show para jóvenes el entretenimiento televisivo y las disciplinas artísticas clásicas, en una clara apuesta por la cultura y la música”. Su conductor afirmó que el reconocimiento “antecede la puesta en marcha de la segunda temporada”. Ahora, según comentó, están “un poco más relajados, pero al mismo tiempo con el peso de tener un premio con nosotros”.
Sobre la nueva edición del formato aseguró que “Prodigios ha sido un regalo para todos”. Lo definió como “algo inesperado. No te imaginas que un programa de música clásica pudiera ser un programa de televisión, emitido además en prime time en fin de semana”.
Acabamos de celebrar el tercer puesto de Melani en Eurovisión JuniorEurovisión Junior, a la que el también escritor conoció en Lazos de sangre, donde hizo una visita. Izaguirre tiene claro que “Eurovisión es para pasárselo bien”, y aquello fue lo que trató de transmitirle antes de su partida a Polonia. “A esa edad tan temprana es lo primero que le diría”, compartió. Un mensaje que extiende a nuestro candidato en la versión original del concurso, Blas Cantó, que fue uno de los invitados de la primera temporada de Prodigios, y cuya elección defiende como “muy acertada”.