¿Cuándo volverá Mario Casas a la TV? Lo tiene claro
Has definido a Adrián Doria, tu personaje en 'Contratiempo', como el “más difícil de tu carrera”. Es un rol que rompe con tu imagen hasta ahora, más adulto a lo que nos tienes acostumbrados. ¿Cuál fue el mayor desafío a la hora de abordarlo?
Ha sido el más complicado, ya no solo por ser más adulto, sino por las aristas que tiene el personaje, por la ambigüedad y por el punto de partida psicológico del personaje, por cómo tapa constantemente todas esas capas que tiene. Virginia Guzmán [personaje interpretado por Ana Wagener] va a tener que sacar y destapar quién es Adrián Doria y cuál es la personalidad real. Oriol [Paulo] y yo hemos hablado mucho durante dos meses: de dónde puede venir, sus traumas, cómo ha llegado hasta donde ha llegado... Lo que es una composición de personaje. Todo eso está en mí, hasta lo físico. No me ha cambiado, Oriol me ha puesto traje y una camisa, la barba y el pelo para un lado. No hay una transformación física, pero sí emocional y corporal. Corporalmente es un tipo que está encasquillado, que no quiere salir de ahí ni mostrar más emociones de las que debe.
En el filme tu lenguaje corporal es muy rígido, muy recto y serio. ¿Cómo fue la caracterización corporal y gestual para encarnarlo?
¡Como si llevara un palo en el culo! (serio) Es un tío contenido, que se cuida. Es feo nombrar ahora 'American Psycho' y a Christian Bale, pero había esa cosa mínima: le gusta cuidarse, le gusta vestir a la última, sentirse elegante y gustar... Ese detallito a lo 'American Psycho', un detallito mínimo, cuenta mucho del personaje.
El éxito es una de las claves de Adrián. Esa sobreexposición a la que se somete en la película y que le perjudica, no te es ajena. ¿Enfrentarse a esa popularidad te ha servido a encarar ese tema del filme? ¿Ha influido de alguna manera?
Sí, puede haber algo inconsciente. Por mi posición, por mi estatus, siendo además joven, puede haber algo que no requiera de interpretación. El cine a veces es eso, energía, algo que no se puede contar e interpretar. Partiendo de ahí, sí hemos trabajado la no-empatía. Este tipo de personajes que llegan ahí arriba, ¿cómo llegan hasta ahí? Hemos desarrollado esos rasgos psicopáticos que tienen: hay que pisar cabezas para ser el número uno, no me creo que dejes a nadie por el camino.
¿Cómo ha sido el trabajo con Oriol Paulo?
Ha sido un personaje muy complicado de construir. Está siempre al límite y la contención en un actor es lo más complicado. Le pasa a Ana [Wagener] y me pasa a mí, tendemos no a sobreactuar pero sí a sacar las emociones. Se nos ve todo muy rápido. Y eso no podía ser en este caso: un parpadeo o un gesto raro en un plano corto cuenta tanto... Puedes dejar vendido al personaje. Ha sido un trabajo muy teatral, de mesa. Oriol iba tocando las teclas durante el rodaje, tocando la partitura, y guiándonos por donde quería llevarnos. Nos dejamos llevar mucho por él, pero con mucha contención. Es lo que más nos pedía. Él sabía cuándo llegaban los momentos donde los donde ves quiénes son los personajes y se abren. Mientras tanto, contención, contención, contención.
Desde que te dieras a conocer en 'Los hombres de Paco', tu carrera ha ido de la mano de la de Atresmedia. ¿Qué parte de culpa ha tenido en tu éxito?
Casi todo lo he hecho con ellos. Ha habido alguna con TVE, pero todo lo demás ha sido con Antena 3, y tengo muy buena relación. He crecido con ellos, de la mano de Mercedes Gamero [directora de Atresmedia Cine]. Ahora está ahí mano a mano con Mikel Lejarza, pero la he conocido en otra situaciones. Y para mí me están dando la oportunidad de hacer el mejor cine de la cadena. Me ofrecen los mejores proyectos. Hay algo que me gusta y es que Telecinco te hace sus tres o cuatro películas y las va a promocionar a lo grande, pero Antena 3 te hace veinte o treinta. Entiendo que Antena 3 hace algo y es que apuesta muchísimo por el cine. Volveré a la televisión, aunque no sé si a Antena 3 o más a Netflix o Movistar o a este tipo de tele, pero no en una serie larga. Pero Antena 3 realmente apuesta mucho por el cine. Y eso es muy bueno.
Acabas de mencionar a Netflix, ¿tienes ofertas al respecto para volver a televisión en alguno de estas nuevas plataformas?
Mi madre me dice: “Te vas a quedar ciego”. Yo tengo Netflix en el móvil, lo veo todo ahí... En dos años estaré con gafas (risas). Hay un cambio brutal, que está revolucionando la televisión y el cine, la manera de consumir los productos. Yo los consumo sobre todo en Netflix, soy un friki total. Hay propuestas para hacer alguna cosa con Netflix y también con Movistar. Con Movistar quiero esperar un poco a ver por dónde se encamina, pero Netflix está demostrando que da la oportunidad a actores, directores y guionistas a hacer cosas distintas. Da luz verde para hacer todo tipo de géneros y proyectos. Me gustaría hacer algo de 6-8 capítulos, no me veo metiéndome en algo de dos o tres años. No me veo en ese momento, sea Netflix o cualquier otra ventana. Pero hacer algo corto sí me apetece.
¿Qué ha de tener una serie para que te decidas a abordarla?
Bueno, hay alguno pero no puedo decir nada (risas). Tiene que tener grandes directores y guionistas, como Oriol, a los que les den la oportunidad de escribir una miniserie o una serie de tantos capítulos sobre lo que sea. Con alguien así me metería de cabeza, porque sabes que va a hacer un proyecto increíble. Necesitas un buen director y un buen guion.
Han pasado 10 años desde que alcanzaste la popularidad con 'Los hombres de Paco', y desde ahí tu carrera ha seguido creciendo hasta alcanzar un estatus de estrella, una de las más reconocidas de nuestra industria. Echando la vista atrás, ¿cómo has vivido esta andadura?
Lo vives como un niño. Yo tenía 20 años, era un chaval de pueblo que se acababa de ir a Madrid a intentar ser actor. Y acabas estando con Juan Diego, Paco Tous, Michelle Jenner, con gente que veías en la tele. Lo vives desde la inconsciencia, desde el sueño de ser actor pero sin la capacidad de plantearse con una serie de cosas. Eso te lo da la madurez y el trabajo. Hubo gente en 'LHDP', SMS' y Globomedia que me aconsejó que tenía que trabajar mucho, y desde la inconsciencia lo he hecho. No sé lo que pasará mañana pero lo importante es no dejar de trabajar ni de conformarse. Como actor he intentado hacer cosas distintas: 'Palmeras en la nieve', 'Toro' y 'Contratiempo' y son todos personajes distintos y espero que a la larga eso se vea. Ahí está la carrera de un actor: cuando veo a [Javier] Bardem, a [Jake] Gyllenhaal, a [Tom] Hardy y a [Leonardo] DiCaprio. Cuando miro para afuera y sueño con lo que me gustaría hacer en España, con otros medios. Si tuviese el 5% del camino de Tom Hardy, me gustaría seguir por ahí.
¿Han contactado contigo para algún reencuentro de 'Los hombres de Paco'?
Sí, ha habido ya un reencuentro, pero no podíamos ir ni Hugo, ni Michelle ni yo, pero estuvieron Pepón, Paco Tous y demás. Es la época de los reencuentros y nos hacemos mayores. Somos los de 'Compañeros' y los de 'UPA Dance' (risas). De 'El Barco' también ha habido... Más que algo público, me gustaría privado, una cena de todos nosotros y recordar esos años.