'Las Abogadas', la serie de RTVE que hace memoria histórica con un proyecto transmedia que merecía más cariño
Las Abogadas entra este miércoles en su recta final en TVE con la emisión de su penúltimo capítulo en La 1. La serie protagonizada por Irene Escolar, Elisabet Casanovas, Paula Usero y Almudena Pascual encara su desenlace convertida ya en un oasis dentro de la ficción actual de la cadena pública, un soplo de aire fresco tras un aciago año en el que ningún título de RTVE ha logrado dejar huella en el espectador.
Las Abogadas lo ha hecho con creces, a lo largo de poco más de un mes en el que la producción ha servido como un magnífico ejercicio de memoria histórica y democrática que reafirma y da valor a la condición de servicio público que se le exige a la televisión de todos. Además, con una más que notable acogida por parte del público, reflejada tanto en su buen rendimiento en audiencias, como en las positivas valoraciones que se han hecho sobre sus episodios.
Y es que la serie, que llegó a TVE 'de rebote' tras ser descartada por Movistar Plus+, lleva al prime time un fragmento de la vida de las abogadas laboralistas Manuela Carmena, Cristina Almeida, Paca Sauquillo y Lola González, cuatro personajes reales que fueron clave en la Transición hacia la democracia española y cuya historia, tal y como reivindicaron sus actrices durante una entrevista con verTele, no había sido situada socialmente en el lugar que se merece. Hasta ahora.
RTVE arrancó el curso televisivo lanzando Las Abogadas como una de sus principales apuestas para esta temporada -fue presentada en el pasado FesTVal de Vitoria- y, tras su gran estreno en La 1, la Corporación anunció (sin demasiado ruido) un espacio paralelo que convertía a la ficción en su último y atinado proyecto transmedia. Se trata de Las Abogadas: la verdadera historia, un programa conducido por Inés Hernand en RTVE Play -plataforma de streaming de RTVE- en el que se reúne en exclusiva a las protagonistas reales de la serie y que ha acabado siendo un documento necesario y valioso, a pesar del carácter improvisado en el que parece haber sido impulsado.
'Las Abogadas', un brillante ejercicio de memoria democrática
Cuando se anunció Las Abogadas, muchos hablaron de ella como “una serie sobre la matanza de Atocha”, colocando los atentados ultraderechistas de 1977 contra el despacho de abogados de la calle Atocha en el centro de la historia. Pero la ficción creada por Patricia Ferreira acierta al ir un paso más allá, ahondando en todos los hechos que antecedieron a este trágico suceso y que explican el contexto social y político en el que se produjo. Así, el ataque terrorista, que funciona como un flashforward-cliffhanger al comienzo de cada episodio, se establece como el fatal e inevitable desenlace hacia el que caminan sus protagonistas, y que genera una tensión extra en el espectador.
Durante los últimos años, se ha reprochado a las generaciones más jóvenes que se hiciera un revisionismo sobre la Transición, señalando algunos de los errores o hechos que se pasaron por alto, o directamente se taparon, en aquel proceso hacia la convivencia y la paz social y que todavía hoy siguen coleando en nuestro sistema democrático. En cierta medida, Las Abogadas pone de manifiesto las costuras de la Transición, haciendo memoria sobre una serie de terribles actos que se cometieron en el Tardofranquismo contra aquellas voces disidentes que trataban de luchar contra la dictadura en busca de un país mejor para todos.
Así pues, se rinde homenaje a figuras, entre otras, como las de Enrique Ruano, estudiante y primera pareja de Lola González que apareció muerto tras tres días siendo torturado por la Dirección General de Seguridad (DGS) de Franco, en lo que se vendió mediáticamente como un suicidio -con Manuel Fraga, entonces ministro de Información de Franco, implicado en la manipulación del suceso- cuando había sido un asesinato más por parte del régimen. También a Pedro Patiño, sindicalista y amigo de Manuela Carmena al que mató la Guardia Civil en 1971 disparándolo por la espalda. Personas que fueron silenciadas y borradas de nuestra historia y que ahora son contadas en horario de máxima audiencia en todo un ejercicio de memoria histórica que trata de no olvidar el nombre propio de aquellas personas que lucharon por derechos y libertades que hoy muchos dan por sentadas.
La serie, que incluye de forma muy medida algunas imágenes de archivo, pone sobre la mesa una etapa de la historia de España con dos caras: la del oscurantismo de los últimos años de la dictadura frente a la luz de una juventud -ciertamente de clases privilegiadas- inspirada por un contexto internacional marcado por movimientos que van desde la Beat Generation al mayo francés, o la Revolución Cultural China de Mao Zedong. Una generación que se implicó políticamente y que se la jugó para poder cambiar las cosas, tal vez desde la inconsciencia y una poca ambición aparente por trascender.
Al menos, así se refleja en las cuatro protagonistas de la serie, genialmente interpretadas por sus actrices, que logran plasmar en pantalla ese luminoso espíritu con el que las abogadas, y todos sus compañeros, despertaban frente al horror con alegría e ilusión por el cambio, por creer que una España mejor era posible. Irene Escolar y Elisabet Casanovas logran meterse además en la piel de dos figuras muy presentes en el imaginario colectivo [Manuela Carmena y Cristina Almeida, respectivamente], desarrollando dos trabajos muy genuinos que huyen de la imitación pero que logran una gran credibilidad ante las cámaras. Sus compañeras Paula Usero y Almudena Pascual también brillan en sus actuaciones, poniendo broche a un relato de clara vocación feminista y de gran factura visual, con una fotografía de mucha personalidad que huye del cliché de 'serie de época', y con una musicalización y ambientación más que cuidada.
Un proyecto transmedia valioso que merecía más altavoz
Como decíamos, RTVE ha arropado a la ficción con un proyecto transmedia que lleva por título Las Abogadas: la verdadera historia -puedes verlo aquí-y que reúne a las verdaderas Manuela Carmena, Paca Sauquillo y Cristina Almeida, tres de las cuatro abogadas laboralistas en las que se basa la serie, ya que Lola González falleció en febrero de 2015. Todo ello, en una íntima charla moderada por Inés Hernand, que va repasando junto a ellas algunos de los acontecimientos más relevantes de su trayectoria vital y profesional. Una acertada elección, la de Inés Hernand, tanto por su perfil profesional -además de comunicadora es abogada- como por su perfil ideológico.
Y aunque es positivo que la cadena pública apueste por contenido transmedia en torno a sus series -con El Ministerio del Tiempo como gran exponente-, da cierta lástima que este programa quede 'escondido' en RTVE Play, sin ni siquiera promoción en abierto para quien quiera disfrutar de este valioso contenido. Un interesante documento que, eso sí, da la sensación de improvisado, por la forma en la que surge y por el resultado final de la producción, tal vez por falta de confianza de RTVE en el producto o quizá por falta de convencimiento de sus protagonistas.
Por ejemplo, Manuela Carmena, tal y como contó a verTele Irene Escolar, fue la única que no participó de forma activa en el asesoramiento a los guionistas para la ficción. Además, la también exalcaldesa de Madrid reconocía, durante una entrevista en la Cadena SER, que no había visto la serie, ni tenía intención de hacerlo, y cuestionó, al igual que su compañera Paca Sauquillo, algunos detalles sobre hechos que se cuentan en la ficción. Cristina Almeida, que participó a través de un mensaje de audio, rechazaba la idea de que la ficción las representase “un poco como heroínas”.
Tal vez todo esto explique algunos fallos o desajustes presentes en este programa paralelo de RTVE Play que, como decíamos, transmite cierta sensación de improvisación. Para empezar, sólo en la primera entrega de las tres emitidas hasta el momento aparecen las tres protagonistas, ya que Cristina Almeida se ausenta en el segundo episodio -debido a unas pruebas médicas- y Manuela Carmena -por motivos personales- no participa en el tercero. Además, se denota cierto desorden cronológico de los temas que se abordan y se abusa de un montaje abrupto que, en determinados momentos, corta testimonios que presumían ser interesantes. Por otro lado, llama la atención que en ningún momento se haga mención al contenido de la serie de televisión, desaprovechándose así una oportunidad única de visionar y comentar incluso algunas escenas o, como mínimo, abordar en cada programa un tema relacionado con los hechos narrados en el último episodio emitido en La 1.
A pesar de todo ello, Las abogadas: su verdadera historia es un documento único y más que positivo para el espectador. Primero por el potente valor de los testimonios de las protagonistas, que amplifican el universo de la serie, aportando detalles, anécdotas y curiosidades que amplían las tramas de la serie y ayudan a contextualizarlas. También porque se humanizan los hechos que cuenta la ficción, se subraya esa memoria histórica a través de la palabra y el recuerdo directo de quienes vivieron esa etapa de nuestra historia, y se envía un mensaje a las generaciones que están por venir.
“Las cosas se mejoran siguiendo luchando, no viviendo de las luchas de otros. Las luchas de otros han servido para darte lo que tienes ahora, pero tú tienes que ganarte lo que tengas después. Y eso lo tenemos que transmitir a los jóvenes. Si ellos no luchan por sus derechos, sus derechos no aparecerán. Serán los de los otros, pero no los de ellos. Por lo tanto, la lucha tiene que continuar”, reivindicaba a cámara Almeida en un testimonio, como el de sus compañeras, que merecía otro altavoz en La 1 en un espacio mejor producido que acompañase cada miércoles a la ficción.
'Las abogadas' salva la ficción de RTVE en audiencias
Las Abogadas no sólo ha sido bien acogida por la crítica, sino que ha logrado unos índices de audiencias más que aceptables para RTVE, erigiéndose como la serie semanal de La 1 con mejor rendimiento en este 2024, un año decepcionante para la ficción de la televisión pública. Sólo La ley del mar destacó en enero, aunque se trató de una miniserie que emitió en una sola noche sus tres episodios. Más tarde le sucedieron los batacazos de Zorro, Operación Barrio Inglés, HIT (su tercera temporada) y Cicatriz, todas ellas acabando relegadas al late night tras sus bajos registros.
Así, la ficción protagonizada por Escolar, Casanovas, Usero y Pascual se cuela como uno de los aciertos del año en La 1. La serie se estrenó con un gran 13.3% de share y 1.291.000 espectadores, dato que más o menos ha logrado mantener en los cuatro episodios emitidos hasta la realización de este artículo, con un promedio del 10.8% y 1.070.000 espectadores. A esto hay que sumarle la audiencia que acumulan sus capítulos 'a la carta' en VOD, en el consumo en diferido a través de su plataforma de streaming, unos datos ofrecidos por RTVE a verTele que también recogemos a continuación.
Audiencias de 'Las Abogadas' en RTVE:
- Capítulo 1: 13.3% y 1.291.000
- Capítulo 2: 9.3% y 933.000
- Capítulo 3: 10.7% y 1.046.000
- Capítulo 4: 10.2% y 1.012.000
- Audiencia media: 10.8% y 1.070.500
Audiencias de 'Las Abogadas' en VOD:
- Capítulo 1: 340.000 visualizaciones y 229.083 espectadores
- Capítulo 2: 254.000 visualizaciones y 161.064 espectadores
- Capítulo 3: 193.337 visualizaciones y 128.261 espectadores
- Capítulo 4: 132.111 visualizaciones y 93.414 espectadores
Así pues, hay que remontarse a la última temporada de Cuéntame cómo pasó para encontrar una serie con mejor salud en RTVE. Y puede que no sea casualidad, ya que hay quien ha visto en Las Abogadas una digna y posible heredera de la mítica ficción protagonizada por Imanol Arias y Ana Duato. Quizá ya es tarde, por cómo ha sido planteada, pero no era idea descabellada una ficción procedimental histórica en la que las abogadas se enfrentasen en cada capítulo a casos que sus personajes abordaron en la realidad. Aunque ya no sea factible, sus responsables pueden estar satisfechos porque Las Abogadas han cumplido con creces su función.