A comienzos de la última primavera, trascendieron los esfuerzos particulares de Fran Perea y Víctor Elías por desarrollar un reencuentro de Los Serrano con motivo del vigésimo aniversario del estreno. Este empeño dio pie a un especial producido por la productora del actor, con independencia de Mediaset y de Globomedia (The Mediapro Studio), con la participación del resto del reparto.
Aunque se esperaba a que Mediaset lo comprara para conmemorar la efemérides, la cadena declinó finalmente hacerlo, optando por hacer su propio especial sin participación del elenco pero con una entrevista a Daniel Écija. Así las cosas, solo se pudieron ver imágenes de esta reunión en el videoclip de la nueva versión de Uno más uno son siete, la mítica canción que servía como cabecera. Ocho meses después, con la Nochebuena a la vuelta de la esquina, Perea ha decidido lanzar por su cuenta este emotivo especial, que sirve para reunir de nuevo a Los Serrano al completo.
La primera reunión desde el final de la serie
Antonio Resines, Belén Rueda, Verónica Sánchez, Natalia Sánchez y Jorge Jurado acompañan a Perea y Elías en este especial, de 55 minutos de duración, que cuenta con Carolina Iglesias como presentadora y “representante de una generación que creció” con la serie. Está disponible en el canal de YouTube oficial del actor, cantante y productor, donde se estrenó en la tarde del jueves 21 y donde se acerca en menos de 24 horas a las cien mil reproducciones.
“Esto es un acto de amor de esta gente a Víctor y a mí”, explicaba Perea al comienzo de este reencuentro, que surge al hilo del proyecto musical Uno más uno son veinte. “Era raro no juntarnos, hacer algo especial”. “Hablamos con Mediaset y con Globomedia, pero al final dijimos, 'Vamos a hacer algo nosotros'”. El objetivo, cuentan, era “celebrar la vida”.
“Nunca nos habíamos juntado los siete”, proclamaban, aunque matizaban que sí habían tenido reuniones en las que no todos estaban presentes. Jorge Jurado, por ejemplo, reconocía haberse quedado “descolgado”. “Llevo 14 años a todos y a Veró [Sánchez], 18 sin verla”.
El funeral que se solapó con el primer día de rodaje
Por otro lado, todos hablaron del hecho de que Los Serrano siga teniendo un público fiel, así como que llegue a nuevos espectadores a través de las redifusiones. Algo que sorprende a Resines por el hecho del inevitable salto social, con tramas ajenas a elementos tan cotidianos hoy en día como las redes sociales o la proliferación de móviles y dispositivos.
“Parece que cuando pasa el tiempo hay cosas que envejecen, pero esta serie sigue estando igual de bien”, opina Belén Rueda sobre la vigencia de la serie, mientras que Resines asegura que le llevan “escobillas para que las firme”.
El cabeza de familia rememoró cómo fue la llegada del proyecto hace ahora más de 20 años: “Me llamó Dani Écija, me contó esta historia... De lo que me acuerdo es de cuando estábamos todos y de la primera lectura del guion. Decirlo ahora es muy fácil, pero lo dije en ese momento: Coño, qué buen suena esto. Esto puede funcionar”, recalcó. “Funcionó todo dios”.
El primer día de rodaje fue el dedicado a representar la boda de Diego y Lucía, y según contaba Rueda, todo fue con retraso, como suele ser habitual en los rodajes: “El cura nos estaba echando [de la iglesia] porque había un funeral después”. “Imagínate el mal rollo luego”, apuntaba Resines.
Jorge Jurado, que era el más pequeño de todos, sorprendió a los presentes al recitar su primera separata de la serie, con la que arrancaba en off el primer capítulo. Lo dijo a la perfección, emocionando a su madrastra de ficción.
Así definió Vasile la serie: “Un arma de destrucción masiva”
Al respecto de la conciencia del éxito, Perea recordaba cómo les cambiaban de día según la competencia. Resines recordó una comida con el entonces consejero delegado de Mediaset, Paolo Vasile: “Nos dijo [imitando el acento italiano] que Los Serrano es un arma de destrucción masiva. Era cuando la guerra de Irak”.
“Cuando está pasando no te enteras muy bien. Estás dentro de esa vorágine”, reflexionaba Perea sobre el calado de la ficción. Tanto él como Verónica Sánchez hablaron sobre la decisión de marcharse de la serie, cuando mejor estaba funcionado, precisamente por la necesidad de digerir toda esa exposición. “Estuve dos años y sentí que no tenía más que ofrecer al personaje de Eva y probablemente ella tampoco. Quería probar suerte con otras cosas”. La brecha de edad con sus personajes también fue otro motivo.
Rueda reconocía la audacia de salir de Los Serrano, en plena cresta de la ola, siendo joven y en un gremio tan inestable: “Visto después de tanto tiempo, piensas que te podías haber quedado más, pero en ese momento estabas convencido de que necesitabas otra cosa”. En esa línea, todos recuerdan de la cantidad de episodios por temporada que se rodaban.
“La gente se cree que somos Cuéntame. No. Estuvimos cinco años, pero con muchos capítulos”.
Natalia Sánchez reconocía que la serie “nos ha marcado de forma diferente”, recordando las experiencias que junto a Elías vivió con los conciertos de Santa Justa Klan. “Fue un evento que ha cambiado nuestras vidas”, certificó Perea.
Sobre el final: “Era un final para otra serie y lo colaron”
“No fue una serie que terminara por caída, no fue una hostia”, comentaba Elías sobre la despedida. Resines recordó que la pugna con Aquí no hay quien viva en Antena 3 fue determinante. “Luego hubo un agotamiento físico y mental. Pasaban cosas rarísimas. Yo ya hablaba como en la serie”, contaba, e incluso revela que hasta llamaba a sus compañeros por el nombre de sus personajes de forma inconscientes. “¡Te estabas volviendo loco!”, rio Perea.
Llegados a ese punto, avisan: “Nosotros no escribimos el final”, aclara el productor del reencuentro. “Yo sé quién ha escrito ese final. Son tres personas”, declaraba Resines. “Era un final que se quería hacer para otra serie, no se pudo, y lo colaron en esta”, añadió Elías. “A nosotros nos hizo mucha ilusión por revivir el primer día”.
“Lo que nunca entendimos por qué, si lo probaron para otra serie, no grabaron esa secuencia el primer día de grabación, la guardan, y que la hubieran puesto al final”, aportó Sánchez, destacando los trucajes para aparentar que ninguno de los entonces niños habían creído.
“Lo peor ha sido el cachondeo durante veinte años”, se carcajea Resines.