Antena 3

La joyera de Cristina Pedroche aclara las dudas sobre el vestido de las Campanadas con leche materna

Belén Mozas, diseñadora de las joyas del vestido de Cristina Pedroche, en 'Espejo Público'

Redacción verTele

2 de enero de 2025 19:39 h

Aunque Antena 3 ha perdido el liderazgo en las Campanadas de Fin de Año, el vestido de Cristina Pedroche –su representante en la Puerta del Sol– ha vuelto a ser uno de los grandes protagonistas de la Nochevieja.

El modelo dio que hablar antes, durante y después de que la presentadora se quitara la capa con la que ocultaba su espectacular traje, creado por Felipe Vivas y Manuel Carrión, y confeccionado a partir de la leche con la que ha alimentado a su hija en los últimos meses.

Parece difícil, por no decir imposible, que el vestido tomara forma con este ingrediente líquido, pero todo tiene una explicación. La leche de Pedroche se encapusuló en los 8.500 cristales que hicieron brillar a la vallecana mientras se comía las 12 uvas con Alberto Chicote. El ingrediente especial estaba por todas partes.

Belén Mozas se encargó de diseñar estas joyas tan especiales. “A finales de verano me dijo que quería que su vestido de Nochevieja fuera de leche materna”, ha contado la joyera en una entrevista con Espejo Público. Criticado o no, “el resultado no ha dejado indiferente a nadie”.

Mozas calcula que para la confección de las joyas se utilizaron “entre 5 y 6 litros” de leche que, tras haber sido congelada y rechazada por su niña, ya no era apta para el consumo humano. “Cuando está congelada y pasa cierto tiempo, esa leche ya no se puede consumir”, ha aclarado.

La propia Pedroche fue acumulándola desde que empezó con la maternindad, incluso antes de que se iniciaran los trámites del vestido, por lo que se cree que llevaba tiempo queriendo hacer algo parecido.

La creación de las joyas ha sido “un proceso muy complejo” que se extendió a lo largo de 50 días. Mozas se ha especializado en esta ténica: “Primero hubo que hacer un tratamiento térmico para separar los componentes, y luego se cristalizó. Es un proceso muy largo que he desarrollado durante cinco años”.

Con un peso de casi 42 kilos, el vestido pasará a formar parte del ropero de Cristina Pedroche porque “contiene su ADN”.

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