Semanas antes de la ceremonia, Oprah Winfrey ya se había erigido como una de las protagonistas de los Globos de Oro 2018. Los críticos extranjeros habían decidido reconocer su trayectoria profesional con el premio Cecil B. DeMille, lo que automáticamente hizo que las miradas se centrasen en la presentadora, actriz y productora.
Y Oprah no defraudó. En una gala marcada por su tono reivindicativo, ella fue una de las mujeres que alzó la voz para decir basta contra los abusos en la industria y también contra el racismo.
“En 1964 era pequeña y estaba sentada en el suelo de la cocina, con mi madre, viendo cómo Anne Bankroft entregaba el Oscar al mejor actor. Dijo cinco palabras: ”El ganador es Sidney Poitier“. Nunca había visto que se homenajease a un hombre negro así” comenzó diciendo Oprah. “Por supuesto”, añadió, “habrá ahora alguna niña que ve cómo soy la primera mujer negra en ganar este premio. Es un honor y un privilegio compartir la noche con todas ellas”.
La presentadora confesó sentirse “inspirada y orgullosa” por aquellas mujeres que decidieron compartir públicamente sus experiencias como víctimas de abusos sexuales. Un problema que Oprah no redujo a Hollywood, sino a la sociedad en su conjunto. “Afecta a razas, religiones, partidos. Gracias a todas las mujeres que han aguantado años de acoso. Como mi madre, tenían hijos que alimentar y facturas que pagar y sueños que hacer realidad. Son las mujeres cuyos nombres nunca escucharemos: limpiadoras, agricultoras, científicas, empresarias, deportistas, soldados”.
Nombres como el de Recy Taylor, fallecida hace 10 días y que en 1944 fue secuestrada por 7 hombres y violada por 6 de ellos. Ella, de raza negra, fue ignorada por la justicia, que no condenó ni culpó a aquellos hombres de raza blanca. “El momento ha llegado. Recy Taylor falleció sin verlo. Pero se acabó el tiempo (en inglés 'Time's Up', expresión que da nombre a la nueva campaña reivindicativa contra los abusos sexuales en Hollywood)”.
Winfrey, que para entonces ya había puesto a todo el auditorio Beverly Hilton en pie, cerró su intervención con un deseo. “Quiero que todas las niñas que ven esto sepan que tenemos por delante un nuevo día. Y cuando amanezca será gracias a mujeres maravillosas, muchas de las cuales están en esta sala. Y hombres que van a luchar unidos para convertirse en líderes y para llegar a ese momento en el que nadie nunca tenga que decir ”Me too“”.