Le enemistad entre Ángel Llàcer y Risto Mejide que quedó patente en la última temporada de Operación Triunfo, con sonados enfrentamientos entre ambos, ha vuelto a salir a la luz a través de unas declaraciones del actor, director teatral y juez de Tu cara me suena.
“Somos incompatibles, yo soy constructivo y él destruye”
Ángel Llàcer se confiesa “incompatible” con su colega Risto Mejide, ya que este tiene un carácter “manipulador”. “Somos incompatibles. Yo soy constructivo y él destruye”, ha señalado Llàcer en una entrevista concedida a La hora de Luján, el programa de radio que presenta y dirige Luján Argüelles, en colaboración con la Agencia Efe, y que recoge 20 Minutos.
Llàcer (Barcelona 1974) saltó a la fama como profesor en la academia de Operación Triunfo, un programa en el que años después de su primera edición coincidió con Mejide, aunque ahora ambos son competidores, ya que el produtor y publicista es juez del programa Tú sí que vales (Telecinco) y el actor, de Tu cara me suena (Antena 3).
“Me equivoqué al decirle a los concursantes de OT que no le contestaran”
Cuando coincidieron en antena “sufría” con los comentarios que vertía sobre los alumnos y entonces, asegura, cometió “un error” y es que les decía a los alumnos “que era parte del juego y que no le contestaran”, pero ahora piensa de forma diferente. Ahora les diría: “Contéstadle, porque él no respeta el programa, por lo tanto tú tampoco le respetes a él”.
“Rosa es un ser maravilloso” pero “Manuel Carrasco es el mejor artista”
De todos los cantantes que pasaron por sus manos en aquel programa se quedaría con “muchos”, pero en especial con Rosa López “que es un ser maravilloso”, aunque como artista uno de los que más le gusta es Manuel Carrasco.
En cuanto a su personalidad extrovertida e histriónica que muestra en TV, Llàcer asegura que en su vida personal no es así y que muchas veces le sorprende la imagen que se lleva el público, que habitualmente le para por la calle y le gritan imitándole.
Cae “fatal” a su generación pero encanta a mayores y niños
A Llàcer le preocupa en especial esta imagen por su faceta profesional en el mundo del teatro, un ámbito en el que “muchas veces” tiene que ser “más interesante” de lo que él aparenta, ya que es fácil que cuando sale por la tele “haciendo el tonto” o vestido de pollo la gente diga “éste un Shakespeare no lo puede dirigir”. Según su opinión, esta personalidad suele caer “fatal” a la gente de su generación, pero en cambio encanta a los jóvenes y a los mayores, probablemente porque “habla con rotundidad, y eso ”molesta“ a la gente de su edad.