La noche de este martes tuvo lugar la primera entrega de Supervivientes: Tierra de nadie, presentada por Carlos Sobera, quien junto a Laura Madrueño y al equipo del programa promocionaron la primera 'Ceremonia de salvación' como algo “espectacular y novedoso”. Una estrategia que pretendió servir como gancho para mantener a una audiencia que acabó decepcionada.
Cuando llegó el momento, la “espectacular y novedosa ceremonia de salvación” tenía poco de novedosa. Algo que también había anunciado por redes sociales Mediaset.
Sin embargo, los cuatro nominados aparecieron subidos a unas plataformas de madera encima del agua, mientras que la parte trasera estaba agarrada con una soga que Madrueño cortaba con un hacha si el concursante seguía estando nominado de cara al jueves.
La prueba era antigua, se realizó en 2019, y los fieles del reality show no tardaron en adjuntar pruebas de ello en las redes sociales, quejándose por la manera en la que el programa había cebado la prueba. Lo único distinto es que los concursantes, a diferencia de las tres últimas ediciones, ya no se han tenido que bañar en barro.
Muchos han afeado el modo de actuar del programa a través de redes sociales criticando el autobombo engañoso que se había dado al evento del formato.