Guerra de jefes en la televisión y la radio públicas francesas
Después del escándalo por acosos sexuales, gastos injustificados y presiones de dimisión vivido en la RAI, la televisión pública italiana, ahora parece que otra situación similar se da en Francia, como informa El Mundo en el siguiente artículo que recogemos a continuación.
Con un presupuesto de más de 300 millones de euros, AEF está financiada por el estado francés y engloba la cadena France 24, Radio France Internacional y parte de la televisión TV5 Monde. La lucha interna entre los dos “jefes” ha provocado un escándalo que más bien parece una nueva entrega de la saga Millenium.
“Stieg Larsson nunca hubiera imaginado un escenario mejor para sus novelas que el que se vive estos días en la televisión pública francesa. Con semejante material se hubiera frotado las manos: intrigas de redacción, rivalidades y envidias, luchas de poder, espionajes, piratas informáticos y hasta implicaciones políticas. Menos el fiambre y el romance, a la historia no le falta ninguno de los elementos de intriga de las tramas del sueco.
*Christine Ockrent y Alain de Pouzilhac
En esta ocasión la Lisbeth Salander y protagonista real del libreto es la segunda de a bordo del Audiovisuel Exterièur de la France (AEF), su directora general delegada, Christine Ockrent. A la que también es esposa del ex ministro de Exteriores, Bernard Kouchner, se le acusa de haber espiado a su número uno, el presidente de la corporación, Alain de Pouzilhac, así como a varios dirigentes y periodistas de la cadena.
La “bicefalia” en la dirección ha acabado en “hackeo” y robo de datos
Desde hace meses la relación entre los dos dirigentes de la AEF -holding que integra France 24, Radio France Internacional y parte de TV5 Monde- se había deteriorado notablemente, sobre todo tras el despido de dos colaboradores próximos a Okcrent.
Después de la publicación en la prensa francesa de varias informaciones confidenciales sobre la delicada situación financiera del gigante audiovisual, Pouzilhac ordenó una investigación que ha revelado el acceso de un pirata al sistema informático así como el robo de datos personales y mails privados.
La sospechosa extrajo más de dos millones de ficheros privados
Las pesquisas policiales conducen a Candice Marchal, estrecha colaboradora desde hace años de Christine Ockrent y su mano derecha en la AEF. A Marchal se le acusa de haber accedido desde su casa a bases de datos privadas con información de la cadena.
Aunque al principio lo negó, finalmente ha reconocido las acusaciones, aunque asegura haberlo hecho con su propia clave y “con un fin personal”, porque estaba preocupada por su futuro profesional y “quería ver si seguía en el organigrama de la plataforma”.
Pero lo cierto es que, aunque Marchal trabajaba en France 24, uno de los canales de la corporación, en su disco duro se han encontrado más de dos millones de ficheros con informaciones confidenciales sobre asalariados de la AEF e informaciones relativas al presidente del ente, como datos sobre sus viajes y la copia de su pasaporte.
Podría cumplir“órdenes” de la número 2 de la cadena
Además, en su ordenador también había miles de notas clasificadas como confidenciales del director de estrategia de la cadena y de otra decena de cargos y periodistas.
Informaciones que nada tienen que ver con ella y que, ha declarado Marchal, no sabe cómo pudieron llegar hasta su ordenador. Además, según publica el semanario 'Marianne', los ficheros pirateados revelan también que ésta mantenía al corriente a su jefa vía mail de todo lo que ocurría en la redacción.
Mientras el chaparrón cae sobre su colaboradora, Christine Okcrent se ha presentado una denuncia contra el semanario 'Marianne' por difamación y ha calificado las insinuaciones de intolerables. “Es ridículo pensar que la número dos de un grupo pueda orquestar semejante trama de espionaje”, ha señalado al diario galo 'Les Echos'.
Una “guerra de jefes” que viene de lejos y sigue empeorando
Hace tiempo que el horno lleva calentándose en la televisión gala. En los últimos meses la relación entre Pouzilhac y Ockrent se ha vuelto insostenible. La guerra de jefes es vox populi y ha enrarecido el clima en una redacción que ya estaba inquieta por la mala situación financiera y la incertidumbre sobre el mantenimiento de los puestos de trabajo.
De momento, el sindicato ha pedido una reunión con espía y espiado para aclarar unos hechos que consideran de una extrema gravedad. No es para menos“.