Izquierda Unida pide la suspensión del debate Rubalcaba-Rajoy
Izquierda Unida ha registrado este viernes un escrito ante la Junta Electoral Central (JEC) por el que pide suspender la emisión del 'cara a cara' entre los candidatos del PSOE y del PP, Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy, al considerar que supone una “clara vulneración” del artículo 66 de la Ley Electoral que exige a los medios de comunicación neutralidad informativa y respeto al pluralismo.
Ese debate, programado para el próximo día 7 de noviembre, será organizado por la Academia de Televisión y son varias las cadenas que han anunciado su retransmisión. Según IU, la Ley Electoral afecta tanto a los medios públicos como a los privados.
Exige a los medios públicos “pluralismo político e igualdad”
A los medios de titularidad pública se les exige respeto “a los principios de pluralismo político y social, así como a la igualdad, proporcionalidad y neutralidad informativa”, mientras que a los privados se les viene reclamando “respeto a los principios de pluralismo e igualdad, proporcionalidad y neutralidad informativa en la realización de debates y entrevistas electorales”.
Ante esta situación, IU plantea a la Junta Electoral Central “suspender la emisión del debate anunciado para el día 7 de noviembre entre los candidatos del PSOE y del PP” por considerar que con la exclusión de IU “se están vulnerando los principios de pluralismo y neutralidad que establece tanto la normativa electoral como las reiteradas decisiones de esta Junta Electoral”.
“La sociedad no demanda un debate a dos”
Y si el debate no se cancela, IU ofrece dos posibilidades: “ampliar la participación en los referidos debates programados a los candidatos de IU, al ser la tercera fuerza política de ámbito estatal que concurre en este proceso electoral en todas las circunscripciones del Estado”, o bien congelar el 'cara a cara' hasta que las cadenas que vayan a emitirlo no especifiquen “medidas compensatorias de igual naturaleza” hacia el resto de formaciones.
Para el responsable de Campaña de Izquierda Unida, Ramón Luque, “el debate 'a dos' que plantean el PSOE y el PP no es el que en estos momentos de crisis económica y democrática demanda la sociedad. La ciudadanía espera ver debatir alternativas diferentes para salir de la crisis que nos atenaza e impulsar una regeneración democrática que haga frente al bipartidismo imperante, carente de soluciones para ambas situaciones”.
A su juicio, “poco puede ofrecer un debate cerrado y encorsetado entre dos candidatos que están defendiendo un mismo modelo y que sólo pueden presentar a los electores de cara al futuro, dados los antecedentes por todos conocidos a nivel estatal y autonómico allí donde gobiernan en estos momentos, matices sobre la intensidad de los recortes y las recetas conservadoras que plantean ejecutar”.
“Este no es el debate que quiere la sociedad -señala el dirigente federal de IU-, y mucho menos si de él quedan excluidos los candidatos a la Presidencia del Gobierno del resto de fuerzas políticas, entre ellos el de la tercera formación en votos a nivel del Estado como es Cayo Lara”.
Luque confía en que su petición sea escuchada
Luque muestra su confianza en que “la Junta Electoral Central, teniendo en cuenta también decisiones adoptadas por el Tribunal Supremo en anteriores citas electorales, dé muestras de su sensibilidad ante nuestras demandas, lo que sería un paso muy importante para el normal desarrollo de una campaña en la que todas las candidaturas sean tratadas bajo el principio del pluralismo político y social”.
Destaca que “Izquierda Unida está dispuesta a debatir en los diferentes formatos que se le puedan plantear, pero lo que no acepta es que a la sociedad sólo se le ofrezca un debate entre propuestas iguales y se le deje sin la posibilidad de poder contrastar de primera mano planteamientos y soluciones realmente alternativas”.
En 2008 el Tribunal Supremo dictó que el siguiente debate debía celebrarse con todas las fuerzas parlamentarias
En 2008, el Tribunal Supremo no anuló el 'cara a cara' entre Zapatero y Rajoy pero sí dejó claro que el siguiente debate con todas las fuerzas parlamentarias debía celebrarse en las mismas condiciones, también en horario de máxima audiencia (prime time).