La tercera entrega de El camino a casa, emitida este jueves por laSexta, tuvo como protagonista a Rosa López. La cantante y Albert Espinosa recorrieron 'el camino a casa' que la granadina hacía desde su colegio hasta su vivienda cuando era una niña, muchos años antes de ganar Operación Triunfo.
Durante su paseo, Rosa y el escritor se pararon ante la catedral de Granada. Un escenario que Espinosa aprovechó para sacar un juguete que le regalaron cuando tenía 13 años: una de esas bolas de billar que, al agitarlas, responden a un pregunta.
Según Espinosa, una nonagenaria se la regaló junto a esta reflexión: “Cuando tengáis dudas que nadie pueda responder, preguntad. Porque si tienes una duda y no te la resuelves se convierte en un miedo”. Y el escritor, siguiendo su consejo, le propuso a Rosa que preguntara a la bola aquello que preguntaría a su “yo” de niña. La cantante lo tuvo claro: “¿Por qué tenías tantas inseguridades y tantos miedos si eras preciosa?”.
La respuesta de la bola, sin embargo, no fue tan directa: “No lo quieras saber”. La artista se tomó esta contestación con humor. También la recibió poco después cuando preguntó si tendría hijos: “Lo dudo”. A continuación, Espinosa tomó la palabra para preguntar a la bola si la pequeña Rosa estaría orgullosa de su versión adulta. Y el juguete, esta vez sí, dio una respuesta satisfactoria: “Seguro que sí”. “Además, no ha dicho que sí. Ha dicho seguro que sí. Qué bonito”, celebró Rosa.