Un día antes de que Mediaset anunciase que Jesús Calleja tendrá un nuevo programa de aventuras con famosos, el presentador de Cuatro cerró la actual temporada de Volando voy. El programa se desplazó al pueblo de Arenas de San Pedro, ubicado en la Sierra de Gredos de Ávila, donde acabó dándole una enorme sorpresa a la banda municipal de música del lugar.
Jesús Calleja explicó que, desde el año 2018, el grupo ha aumentado, pasando de 14 a 55 miembros, por lo que su sala de ensayo se les ha quedado demasiado pequeña. Así pues, el equipo de Mediaset se puso en marcha para conseguirles una nueva.
Después de hacer una búsqueda, Calleja logró un espacio ideal, ubicado en la antigua cárcel del pueblo, la cual necesitaba una reforma. Para ello, el comunicador pidió ayuda a varios vecinos, que se pusieron manos a la obra para dejarla a punto para los músicos.
Finalmente, Volando voy emitió la inauguración de la nueva sala de ensayo, evento al que Jesús Calleja llegó “escoltado” por dos agentes de Policía: “¡No me detengan!”, bromeaba el leonés ante las risas de los vecinos, que quedaron maravillados con la reforma.
Por último, una actuación musical sirvió como broche de oro para la temporada, que llegó a su fin promediando un 6.6% de share y 510.428 espectadores, buenos datos para Cuatro con los que Mediaset revalida su confianza en el presentador y su 'factoría'