Los 10 Parques Nacionales más bonitos y espectaculares del mundo
En países como Costa Rica, Canadá, Croacia, Ecuador, Argentina, Chile, Tanzania, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Brasil encontramos algunos de los espacios naturales más bellos del planeta
A lo largo y ancho del planeta hay infinidad de parques nacionales que protegen y conservan la naturaleza tal y como es, salvaje y diversa, donde la flora y la fauna campan a sus anchas sin más limitaciones que las que ponen sus ecosistemas con sus propias normas. Lugares donde las montañas se llenan de nieve, donde crecen los glaciares, donde los lagos toman colores irreales, donde las llanuras son infinitas o donde la vegetación es impenetrable.
No es fácil elegir unos pocos, y eso que hemos dejado para otro momento los 15 Parques Nacionales que hay en España, pero si queremos hacer un “top 10” internacional, debemos pasar al menos por Costa Rica, Canadá, Croacia, Ecuador, Argentina, Chile, Tanzania, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Brasil. Países de naturaleza exuberante en los que encontramos diez de los parques nacionales más bonitos y espectaculares del mundo.
Parque Nacional Banff, en Canadá
El Parque Nacional Banff es el más antiguo de Canadá, fue fundado en 1885 y junto a los de Jasper, Kootenay y Yoho protege parte de las Montañas Rocosas canadienses. Aquí la naturaleza es de altura y hay mucho que ver entre altas cumbres, caudalosos ríos, densos bosques y lagos de color turquesa. El lago Moraine por su belleza es la cara más conocida de Banff, pero también destacan otros como Louise, Agnes y Mirror, aunque sin duda el color del agua glaciar del lago Peyto sobresale sobre todos los demás. Banff es además hogar de diferentes tipos de cérvidos, entre los que se encuentran los alces, y también de lobos, coyotes, pumas, linces, osos grizzly, osos negros y ahora, de nuevo, también de bisontes al haber sido reintroducidos en los últimos años.
Parque Nacional Serengueti, en Tanzania
Va a sonar a tópico, pero si hay que escoger un parque nacional que haya que visitar al menos una vez en la vida, ese es el Serengueti. Es hogar de una de las mayores concentraciones de vida salvaje del mundo y la gran migración desplaza a cerca de dos millones de animales por sus sabanas cada año. Serengueti en suajili significa “llanura sin fin” y el nombre no podría ser más apropiado. Su alta concentración de depredadores hace fácil presenciar alguna escena de caza, lo que nos hará sentir inmersos en un documental.
Parque Nacional Corcovado, en Costa Rica
El Parque Nacional Corcovado se trata de uno de los puntos con mayor biodiversidad del mundo y visitarlo es como meterse en un documental de la BBC o National Geographic, porque si el país tico es naturaleza, Corcovado es su máximo exponente. La mejor experiencia que puedes vivir es la que te permite pasar un par de noches en una estación de guardaparques en medio de la selva y hacer rutas caminando a su alrededor. Es imposible enumerar la fauna que verás, con suerte igual hasta algún tapir, y con mucha mucha suerte quizá hasta algún puma o jaguar, además de cocodrilos, perezosos u osos hormigueros. Además de las más variadas y exóticas aves, claro.
Parque Nacional Yellowstone, en Estados Unidos
No es nada fácil quedarse con un único parque nacional estadounidense, porque hay tantos y tan diferentes que cuesta decidirse. Pero por belleza y antigüedad, ya que en 1872 fue declarado el primer Parque Nacional de Estados Unidos, Yellowstone destaca sobre los demás. Es un paraíso natural de enorme actividad geotermal y es hogar, en otros, de bisontes, lobos, osos negros y osos grizzly. Hay bosques, ríos y cascadas, pero las numerosas calderas termales y los géiseres se llevan el protagonismo.
Parque Nacional Torres del Paine, en Chile
Estamos en una de las grandes referencias mundiales para los amantes del senderismo, en la Patagonia chilena. De sus cumbres nevadas nacen glaciares interminables y el agua de sus ríos es tan cristalina que cuesta verla. Existen dos circuitos de trekking establecidos, uno de 60 km y otro de 130, y todo está acondicionado para que puedas pasar varios días viviendo en plena naturaleza con tu mochila a la espalda. Aquí lo mismo se te cruzará un zorro, que un guanaco, un ñandú, un huemul o, con infinita suerte, quizá incluso algún puma. Pero lo que sin duda verás, sí o sí, será algún cóndor planeando majestuosamente sobre tu cabeza.
Parque Nacional de Los Glaciares, en Argentina
Se trata de la mayor concentración de hielo fuera de las áreas polares y se ubica en una región conocida como los Andes Australes. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1981 y limita con Chile al oeste y con la patagonia argentina al este. Cuenta con ni más ni menos que 47 glaciares y si entre ellos hay uno especialmente famoso ese es sin duda el Perito Moreno, con su imponente frente de 60 metros de altura y cinco kilómetros de ancho. Un glaciar que está en constante movimiento y que muere en las aguas del lago Argentino.
Parque Nacional de las Islas Galápagos, en Ecuador
Las Islas Galápagos son un lugar excepcional, su aislamiento le ha permitido conservar una fauna única con un gran número de especies endémica, y la ausencia de depredadores ha hecho que iguanas, tortugas gigantes y lobos marinos campen a sus anchas sin mostrar miedo al ser humano. Las Galápagos se componen por 13 islas grandes, 9 pequeñas y unos 107 islotes, pero solo cuatro están habitadas: San Cristóbal, Santa Cruz, Isabela y Floreana. Además de la singular fauna terrestre el espectáculo bajo el agua no se queda atrás, pues al confluir las corrientes de Humboldt, Cromwell y Panamá la concentración de nutrientes hace que sus aguas se conviertan en un verdadero festín para mamíferos marinos y grandes peces pelágicos.
Parque Nacional de Iguazú, en Argentina y Brasil
Las cataratas de Iguazú son una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo y ese reconocimiento lo tienen más que merecido. Hacen de frontera entre Argentina y Brasil y se pueden visitar desde ambos países, aunque el 80% de sus 275 saltos de agua se encuentra en territorio argentino. Tanto en un lado como en otro la visita está acondicionada con senderos y pasarelas de madera que se adentran en la selva y nos acercan al agua, tanto que nos empaparemos con el agua que salpica de las cascadas. Si quieres más, siempre puedes embarcarte en una de las lanchas que te harán ver las Cataratas de Iguazú desde abajo y desde dentro.
Parque Nacional Fiordland, en Nueva Zelanda
Fiordland es el mayor parque nacional de Nueva Zelanda y se encuentra dentro de Te Wahipounamu, un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2007 en el suroeste de la isla sur de Nueva Zelanda. Como su propio nombre indica estamos en una tierra de fiordos formados en una pasada época glaciar. Hoy algunos de los 15 que llegamos a contar alcanzan los 40 kilómetros de largo y la mayoría ronda los 200 y 300 metros de profundidad. Y aunque los fiordos de Doubtful Sound y Dusky Sound son de destacar, si hay alguno que goza de una especial fama ese es el de Milford Sound. El único, además, al que se puede llegar por carretera.
Parque Nacional de los Lagos de Plitvice, en Croacia
El de los Lagos de Plitvice es uno de los parques nacionales más conocidos y llamativos de Europa. Cuando lo visitamos en la región croata de Lika nos adentramos en un denso bosque de pinos, abetos y hayas donde se esconden 16 lagos de aguas turquesas entre los que se forman numerosas cascadas, llegando una incluso a los 76 metros de caída. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979, es hogar de lobos, linces, osos pardos, águilas y urogallos y, curiosamente, los lagos están bautizados según los ahogados que las leyendas cuentan bajo sus aguas.