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Diez visitas para conocer la ruta de la cultura industrial de Gipuzkoa

El Museo Máquina Herramienta de Elgoibar

Roberto Ruiz

26 de mayo de 2021 21:23 h

A lo largo de los años la industria ha marcado la historia, la cultura y la economía del País Vasco hasta convertirse en una de sus señas de identidad. Ha dejado su huella y su legado, y también un buen número de infraestructuras que ahora nos hablan de un pasado en el que el hierro, más que un metal, ha sido una forma de vida. Un motor industrial que Gipuzkoa muestra ahora con orgullo a través de su propia ruta turística.

Esta ruta de la cultura industrial por Gipuzkoa nos llevará a conocer el desarrollo industrial vasco a través de diez paradas. Una decena de visitas en las que encontraremos espacios musealizados relacionados con la minería, la producción del hierro, la maquinaria, las herramientas, las comunicaciones, la construcción naval e incluso el cemento y la alimentación. De manera que podremos recorrer la provincia descubrimos a nuestro paso las claves que han forjado el desarrollo industrial de la provincia. 

  • El Museo Naval de Donostia

El Museo Naval de Donostia ocupa un lugar privilegiado, un edificio del siglo XVIII que sobrevivió a la quema de la ciudad por las tropas anglo-portuguesas en 1813 y que fue escuela náutica, centro de salvamento marítimo y domicilio del teniente de muelles. Sus salas nos narran cómo ha sido la relación de los vascos con el mar a lo largo de la historia, haciendo hincapié en la construcción tradicional de embarcaciones, con espacios también para exposiciones temporales y talleres pedagógicos.

  • El Museo Gorrotxategi de Confitería, en Tolosa

Estamos en el momento más dulce de esta ruta industrial por Gipuzkoa. Este museo surge en 1981 cuando los propietarios de la antigua confitería familiar XAXU, del siglo XVII , decidieron salvar sus útiles de trabajo antes de su derribo. José Mª Gorrotxategi comenzó la labor de localización y colección de los útiles tradicionalmente utilizados por el artesano confitero, de manera que hoy podemos ver piezas utilizadas hasta que llegó la electricidad, creadas por artesanos vascos que recurrían a materiales como la madera o la piedra. 

  • El Museum Cemento Rezola, en Donostia

El edificio también tiene su historia, fue la escuela de los hijos de los obreros que trabajaban en la Fábrica de Cementos Rezola, y no hay un lugar mejor para albergar desde 2000 un museo que da a conocer todos los aspectos relacionados con la industria del cemento. Hoy el cemento es parte de nuestras vidas y a lo largo de los años ha contribuido al desarrollo social. Además, el museo rinde un pequeño homenaje a todos los trabajadores que han pasado por la fábrica desde hace más de siglo y medio. 

  • El Viaducto de Ormaiztegi

El viaducto de Ormaiztegi resulta interesante para conocer de primera mano cómo era la ingeniería civil vasca en el siglo XIX. La obra es de Alexander Lavalley, predecesor de Eiffel, y fue llevada a cabo en 1864. Es uno de los 11 puentes de estructura metálica que forman parte del trazado del ferrocarril del Norte en Gipuzkoa y sin duda el más espectacular de todos ellos. Como el ferrocarril supuso una auténtica revolución en las infraestructuras de la provincia, e impulsó el desarrollo industrial de Gipuzkoa, tiene una relevancia histórica fundamental. 

  • Ecomuseo de la sal, en Leintz-Gatzaga

Aquí tenemos la oportunidad de visitar y conocer cómo eran las instalaciones que durante siglos se utilizaron en Leintz-Gatzaga para la producción de sal. Veremos que el método difiere de otras explotaciones salineras, pues aquí la obtención de la sal se llevaba a cabo al calentar el agua salada del manantial con fuego alimentado con carbón. En este Ecomuseo se recrea la historia de la evolución de la explotación de la sal desde la Edad del Hierro hasta 1972, año en el que se cerró la salina.

  • El Parque Cultural de Zerain

El Parque Cultural de Zerain tiene mucho de museo etnográfico. Este pequeño pueblecito tiene su historia ligada a las minas y la explotación de hierro, pero desde que su producción se detuvo en 1951 lucha contra la despoblación. Para ello ha recuperado su patrimonio y lo exhibe en forma de herramientas, muebles y objetos que nos hablan de los modos de vida tradicionales. Además, la visita se completa con una cárcel de 1711, las minas de Aizpea y el aserradero hidráulico de Larrondo.

  • Museo de Máquina Herramienta, en Elgoibar

Elgoibar tiene una fuerte tradición industrial a sus espaldas desde la antigüedad y su Museo de Máquina Herramienta rinde homenaje a todos aquellos que establecieron la industria del hierro. En su exposición permanente se puede ver cómo eran las máquinas y cómo funcionaban mediante ejemplos prácticos realizando operaciones reales. Una visita muy didáctica que deja ver la evolución de los procesos de fabricación mecánica y que se divide en tres partes: el Taller de Mecanizado-Cuarto de Herramientas-Metrología, la Sala de Exposiciones “Patxi Aldabaldetrecu” y una Herrería típica de la comarca.

  • El Museo Vasco del Ferrocarril, en Azpeitia

Llegamos a la estación de tren de Azpeitia, donde 79 vehículos forman el Museo Vaso del Ferrocarril. La importancia del transporte ferroviario en el desarrollo social nos quedará clara con ejemplos que van desde los más antiguos trenes de la Revolución Industrial hasta las modernas unidades del Metro de Bilbao. Veremos locomotoras a vapor, grúas a vapor, locomotoras diesel, locomotoras eléctricas, coches de viajeros, vagones de mercancías, tranvías, trolebuses… Incluso una exposición de los uniformes utilizados en el ferrocarril desde finales del siglo XIX hasta el AVE, además de una de las mejores colecciones de relojería ferroviaria del mundo. No en vano está considerado como uno de los mejores museos de su género de Europa.

  • Ferrería y molinos de Agorregi, en Aia

Se trata de una ferrería que tiene su origen en la Edad Media, una solución que aprovechaba el agua para generar energía, y las instalaciones hidráulicas que podemos visitar son del siglo XVIII. A nuestro paso veremos cada uno de los pasos del proceso, como la recogida de agua, su canalización, los depósitos y los molinos que producían la harina de trigo y maíz. En su origen, sin embargo, fue una ferrería mayor donde se conseguían los tochos de hierro que más tarde serían forjados en ferrerías menores.

  • El Valle del Hierro, en Legazpi

En el Valle del Hierro tenemos dos visitas ineludibles: la Ferrería de Mirandaola y el Museo del Hierro Vasco. En la primera parada viajaremos hasta el siglo XIV, para ver los mecanismos y los métodos de la época, mientras que en la segunda se nos mostrará el proceso de producción de hierro desde la prehistoria hasta la industria moderna en nuestro entorno. En este valle el hierro ha marcado el carácter de sus habitantes hasta hace bien poco, y si se quiere saber más siempre se puede llevar a cabo la Ruta Obrera, una visita que nos mostrará los cambios económicos y sociales experimentados en los años 50.

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