Guía para tu primer viaje a Budapest: qué hacer y dónde ir
Aunque la ciudad de Budapest muchas veces suele meterse en el combo ‘Viena+Praga+Budapest’, bien se merece un viaje solo para ella. La capital de Hungría tiene mucho que contar y, si puedes, lo ideal es dedicarle al menos cuatro días de tu tiempo. En un viaje de fin de semana conocerás algunos de los lugares más destacados, pero sin duda se te quedará corto y te irás con ganas de más. Si estás planeando tu primer viaje a Budapest, te puede ser de ayuda tener en cuenta lo que aquí te vamos a contar.
Lo más básico que has de saber cuando visitas Budapest es que la capital está atravesada por el Danubio y que a un lado queda Buda y al otro Pest. Ambas ciudades se unieron junto con la de Óbuda en 1873 para formar una única y definitiva Budapest, pero geográficamente están divididas por uno de los mayores ríos de Europa y eso hace que se trate de una ciudad con un encanto especial.
Del Parlamento al Castillo de Buda: qué ver en Budapest
Hay mucho que ver en Budapest, tanto en Buda como en Pest, y si es tu primera vez en la capital húngara, estos son algunos de esos lugares que no deberías pasar por alto para hacerte una buena idea de todo lo que tiene que ofrecer.
- El Parlamento de Budapest
El Parlamento es el plato fuerte de Budapest. Es su imagen más conocida, a orillas del Danubio en el lado de Pest, y su tamaño, su arquitectura y su belleza hacen que de ningún modo pueda pasar desapercibido. Fue construido entre 1885 y 1904 y se puede visitar por dentro. Tiene una altura de 96 metros, y es una cifra con mucho sentido. El 96 se refiere al milenio de la nación, 1896, pues la conquista del Reino de Hungría tuvo lugar en el año 896. Hay diferentes opciones para visitarlo y una de ellas son las visitas guiadas que organiza el propio Parlamento, y que puedes reservar y comprar a través de su web. En el recorrido veremos la majestuosa escalera principal, el Salón de la Cúpula donde se exhiben la Sagrada Corona húngara y la Insignia de la coronación, y la Antigua Cámara Alta, entre otras estancias.
- La basílica catedral de San Esteban
A poco más de diez minutos caminando desde el Parlamento tenemos la basílica catedral de San Esteban. No está dedicada a cualquiera, sino al primer rey de Hungría, Esteban I ‘el Santo’, de quien en el interior del templo se conserva como reliquia la mano derecha: la Santa Diestra. Mide 96 metros de altura, y tampoco esa cifra es casualidad. Además de visitar el interior de la basílica también podemos subir en ascensor hasta el exterior de su cúpula y conseguir una panorámica de 360º de toda la ciudad. Es necesario comprar entrada para visitarla y los precios varían dependiendo de lo que queramos visitar.
- La Gran Sinagoga
La Gran Sinagoga de Budapest hace honor a su nombre pues es la segunda mayor sinagoga del mundo, solo superada por la de Nueva York. Se encuentra en el barrio judío y es tan espectacular por fuera como por dentro. Se construyó entre 1854 y 1859, y tiene alguna que otra particularidad. Cuenta con 3.000 asientos en su interior, dado su tamaño, y también con un órgano, un elemento poco común. Además, entre ella y el Museo Judío se encuentra un cementerio judío, algo que va contra las tradiciones de la religión judía que dice que los enterramientos deben estar alejados de las sinagogas. Sin embargo, como durante la Segunda Guerra Mundial quedó dentro de un gueto y las muertes fueron muy numerosas, no quedó más remedio que levantar un cementerio junto a la sinagoga.
- La Ópera Nacional de Hungría
La Ópera Nacional de Hungría se encuentra en la avenida Andrássy, un bulevar emblemático de Budapest, se inauguró en 1884 y es de estilo neo renacentista. Para verla por dentro tenemos dos opciones: o bien asistimos a uno de sus espectáculos, para los que se pueden encontrar precios económicos si buscamos bien, o bien realizamos una de las visitas guiadas que la propia institución ofrece a sus visitantes. Tanto para una cosa como para la otra puedes comprar tu entrada en la web de la Opera de Budapest.
- El Castillo de Buda
En Buda uno de los principales espacios que has de visitar sí o sí es su castillo. No has de entenderlo como un castillo como tal, sino como un cerro en el que se ubica la Biblioteca Széchenyi, la Galería Nacional Húngara y el Museo de Historia de Budapest, entre otros atractivos. Es importante dedicarle dos o tres horas, pues además de hacer de mirador hacia Pest, con el Puente de las Cadenas justo debajo, hemos de aprovechar para acercarnos al Bastión de los Pescadores, a la iglesia de Matías y para pasear por sus callejuelas hasta llegar a la torre campanario de la iglesia de Santa María Magdalena, que es lo único que queda en pie de este templo.
- El Bastión de los Pescadores y la iglesia de Matías
En Buda, y en alto, se encuentra el Bastión de los Pescadores. Un mirador de estilo neogótico y neorrománico que data de 1902 y desde el que se consiguen las mejores vistas de Pest. Se asemeja a una fortaleza defensiva y cuenta con siete torres dedicadas a las tribus fundadoras de Hungría. Junto a él se encuentra la iglesia de Matías, de origen medieval pero reformada en el siglo XIX en estilo neogótico, y entre ambos se levanta una estatua de Esteban I a caballo. La combinación del Bastión, la iglesia y la estatua nos deja uno de los lugares más bonitos y visitados de Budapest.
- El Danubio
El Danubio es uno de los ríos más importantes de Europa y a su paso toca hasta diez países antes de desembocar en el Mar Negro. En Budapest divide la ciudad en dos, dejando a un lado Buda y al otro Pest, y además forma la isla Margarita, que queda entre ambas orillas. Hay multitud de cruceros turísticos que lo recorren para ver ambas ciudades desde el agua, y además de que en él se miran edificios de la importancia del Parlamento o el Castillo de Buda, es cruzado por el Puente de las Cadenas, de mediados del siglo XIX. Casi asomándose al agua en la orilla de Pest, cerca de la calle Steindl Imre, se encuentra el Monumento a los Zapatos en memoria de los judíos aquí masacrados durante la Segunda Guerra Mundial, que eran obligados a descalzarse antes de ser arrojados al río.
- Los balnearios de Budapest
Budapest es una ciudad de aguas termales y cuenta con algunos de los balnearios más famosos y bonitos del mundo. Podríamos destacar tres que son de uso mixto: el de Gellert, el de Rudas y el de Széchenyi. La tradición termal de Budapest viene de lejos, incluso de época de dominación romana, y es que la ciudad está plagada de manantiales de los que brota agua a temperaturas de entre 20 y 80ºC. El de Széchenyi es uno de los más grandes de Europa y durante el frío invierno ofrece una experiencia idílica al poder bañarnos a cielo abierto en agua a 38º.
Algo de información práctica para visitar Budapest
- Documentación y moneda de Budapest
Hungría es parte de la Unión Europea, por lo que para entrar no necesitarás cruzar ninguna frontera en la que mostrar la documentación. Una vez allí el DNI español te vale como identificación. Sin embargo, no está dentro de la Zona Euro, por lo que mantiene su propia moneda: el florín húngaro.
- Cómo moverse en Budapest
Budapest cuenta con una extensa y efectiva red de transportes públicos, por lo que entre el metro, los tranvías y los autobuses te moverás con soltura por la ciudad. Además de los billetes sencillos puedes comprar bonos de 10 viajes, o abonos de 24, 48 o 72 horas con los que viajar todo lo que quieras. Puedes comprar los tickets en las estaciones de metro. Tanto el centro de Pest como el centro de Buda se recorren bien a pie, aunque sí puede ser interesante utilizar algún transporte para cruzar el Danubio o para ir a lugares como el balneario de Széchenyi. Por cierto, la Línea 1 del metro data de 1896, presume de ser uno de los metros más antiguos del mundo, es la primera electrificada de Europa, y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2002.
- Dónde alojarse en Budapest
Elegir dónde alojarse puede ser algo muy personal, pero en Budapest una de las mejores opciones es recurrir a las inmediaciones del parlamento. Si marcamos un área de unos 10 o 15 minutos andando a su alrededor, esa podría ser una buena zona para tener a mano varios atractivos de la ciudad y las zonas comerciales más concurridas y animadas, así como los mejores restaurantes. Aunque si nos alejamos un poco bastará con localizar el metro o el tranvía más cercanos, y en pocos minutos llegaremos a donde deseemos.