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Guía para viajar a Marruecos: los 16 consejos de un viajero para una primera visita al país vecino

Aït Benhaddou, en Marruecos.

Roberto Ruiz

Aunque se encuentra a solo unos minutos de España, un viaje a Marruecos siempre asegura una experiencia llena de contrastes. Y aunque esté mucho más cerca que la mayoría de países europeos, el salto cultural que conlleva poner los pies en el norte de África en ocasiones hace que a muchos viajeros les inunden las dudas sobre cuándo ir, cómo moverse y, en definitiva, cómo desenvolverse en Marruecos.

Partiendo de la base de que viajar a Marruecos siempre es un gran plan, vayamos desde las dunas del desierto hasta las bulliciosas medinas, o desde las alturas del Atlas hasta las costas bañadas por el Atlántico, verás que este país siempre cautiva con su autenticidad, sus paisajes, sus costumbres, su gastronomía y el ambiente de sus ciudades. Resultando un destino exótico y llamativo sin necesidad de viajar muy lejos.

De manera que si estás planeando tu primer viaje a Marruecos y por tu mente no hacen más que surgir preguntas y más preguntas, aquí tienes una completa guía con consejos de viajero a viajero que te ayudará a aprovechar al máximo tu viaje. Ten en cuenta también que siempre tienes las recomendaciones actuales del Ministerio de Asuntos Exteriores español.

Cuándo ir a Marruecos

El clima en Marruecos varía según la región pero, en general, las mejores épocas para visitar el país son la primavera (de marzo a mayo) y el otoño (de septiembre a noviembre). Durante estos meses las temperaturas son agradables tanto en la costa como en las zonas interiores, sin llegar al calor extremo del verano ni al frío intenso del invierno, especialmente en las montañas y el desierto. En Semana Santa, que suele ser una fecha muy demandada por los turistas españoles, no es raro llegar a encontrar nieve en las montañas. Y si no te queda más remedio que viajar en verano, lo mejor es centrarte en las zonas costeras, como Essaouira o Tánger, ya que en lugares como Marrakech o Fez el calor puede superar fácilmente los 40ºC.

Cuántos días dedicar a Marruecos

Dependiendo de lo que quieras ver, un viaje a Marruecos puede durar entre una semana y dos. Si es tu primera vez, lo más recomendable puede ser dedicar al menos entre siete y 10 días. Este tiempo te permitirá visitar Marrakech, Fez y hacer una escapada hasta el desierto de Merzouga sin que tengas que correr demasiado. Si cuentas con más días, puedes añadir lugares como las playas de Essaouira, las montañas de Chefchaouen o una visita a Casablanca. 

¿Viaje organizado o por libre?

Tanto un viaje organizado como uno por libre son opciones viables en Marruecos. Para los que prefieren comodidad y tener todo planificado, hay muchas agencias que ofrecen tours completos con transporte, alojamiento y guías. Pero si buscas flexibilidad, Marruecos es un país en el que puedes moverte fácilmente y sin ningún problema por tu cuenta. Las infraestructuras turísticas están bien desarrolladas y siempre encontrarás alojamientos, transportes y servicios adaptados al visitante. Una alternativa intermedia es combinar ambos: organizar los vuelos y el alojamiento por tu cuenta, pero contratar excursiones locales para lugares más lejanos o que conlleven visitas concretas. Como está tan cerca, muchos optan por cruzar el estrecho con su propio vehículo para recorrer el país con él, aunque optar por volar y alquilar allí el coche también es una opción perfectamente viable.

Documentación para viajar a Marruecos

Los ciudadanos españoles no necesitan visado para entrar en Marruecos, solo el pasaporte con al menos seis meses de validez. A tu llegada te pedirán rellenar un formulario de entrada en el aeropuerto, algo que puedes hacer tanto al aterrizar como en el avión. Asegúrate de tener a mano la dirección de tu alojamiento, ya que es un dato requerido. Entrando con el pasaporte podrás estar hasta 90 días sin necesidad de solicitar más permisos. Si decides alquilar un coche, tu carnet de conducir español es válido en el país. Y si decides viajar con tu vehículo ten en cuenta que has de llevar contigo el Certificado Internacional de Seguro, más conocido como carta verde.

Consejos de salud en Marruecos

No hay vacunas obligatorias para viajar a Marruecos, pero se recomienda estar al día con las vacunas habituales y considerar la de la Hepatitis A. Es fundamental evitar el agua del grifo y consumir únicamente agua embotellada, recomendable incluso para lavarte los dientes. Respecto a la comida, ten cuidado con los alimentos crudos, especialmente ensaladas y frutas que no puedas pelar. Un buen seguro de viaje que cubra asistencia médica no te vendrá mal, pues lógicamente la Tarjeta Sanitaria Europea allí no tiene validez. Lleva siempre un pequeño botiquín con medicinas para problemas digestivos y también protector solar y repelente de insectos.

El dinero en Marruecos

La moneda de Marruecos es el dírham marroquí (MAD), y 1euro equivale aproximadamente a 10 dírhams. Aunque en las ciudades grandes podrás pagar con tarjeta de crédito en hoteles y restaurantes, contar con efectivo es fundamental en la mayoría de los lugares, especialmente en mercados y taxis. Es recomendable cambiar algo de dinero en efectivo al llegar al país o retirar en los cajeros automáticos, que están bastante extendidos. Hay tarjetas bancarias que te permiten pagar y sacar dinero en el extranjero sin comisiones. Llevar euros siempre es útil, ya que muchos establecimientos los aceptan, aunque el cambio no siempre será favorable.

Teléfono móvil y SIM local

Tu línea móvil española funcionará en Marruecos, pero las tarifas de roaming suelen ser elevadas. Lo más recomendable es comprar una tarjeta SIM local a tu llegada. Con un paquete de datos y de minutos para así poder viajar con más tranquilidad. Puedes comprar una SIM de prepago en el aeropuerto o en las tiendas de telecomunicaciones de las principales ciudades. También está la opción de una SIM virtual. En cuanto a internet, muchos hoteles, cafeterías y restaurantes ofrecen Wi-Fi gratuito.

Conducir en Marruecos

Tanto si tienes pensado alquilar un coche como si viajas con tu propio vehículo, Marruecos es un país en el que se puede conducir sin grandes problemas. Pero eso sí, debes estar preparado para el caótico tráfico en las grandes ciudades. Fuera de ellas, las carreteras por lo general están en buen estado, pero extrema la precaución cuando conduzcas por zonas alejadas de la civilización porque el asfalto te puede guardar alguna sorpresa. Si puedes evitar conducir de noche, mejor, porque tanto la señalización como la iluminación pueden dejar que desear. Recuerda llevar siempre tu carnet de conducir ya que hay frecuentes controles policiales.

Transporte público en Marruecos

Para moverte entre ciudades el tren es una excelente opción, especialmente entre Casablanca, Rabat, Fez y Marrakech. El Al Boraq es el tren de alta velocidad, el primero de su tipo en el continente africano. El servicio de trenes es eficiente, asequible y recomendable. Los autobuses de compañías como CTM o Supratours también son una alternativa cómoda. Dentro de las ciudades, los taxis son la mejor opción pero ten en cuenta que hay dos tipos: petit taxi, para distancias cortas, y grand taxi, para salir de la ciudad. Siempre negocia el precio antes de subir o asegúrate de que el taxímetro esté encendido, a no ser que esté 'averiado'.

¿Uber en Marruecos?

No, en Marruecos no hay Uber. El transporte en ciudades se realiza principalmente en taxis y otros transportes públicos. Sin embargo, sí hay dos aplicaciones alternativas que puedes utilizar: inDrive y Yango. Aunque, por lo general, si negocias bien el precio de los taxis siempre resultarán una opción más económica que las apps.

¿Hace falta adaptador de enchufes?

No, en Marruecos los enchufes son tipo C y tipo E, es decir, con dos clavijas redondas. La tensión de red es de 220 V a una frecuencia de 50 Hz, por lo que viajando desde Europa no necesitarás ningún tipo de adaptador, y podrás conectar tus aparatos electrónicos directamente en la red eléctrica marroquí. 

Regatea, te guste o no

Los zocos marroquíes son el paraíso del regateo. Hay quien lo disfruta y hay quien lo detesta, prefiriendo pagar un precio fijo aunque sea más alto. Pero, te guste o no, es algo cultural y que se espera que hagas. En ciudades como Marrakech y Fez, o cualquier otra, es prácticamente obligatorio negociar el precio de cualquier artículo que compres, desde alfombras hasta especias. Y es algo que no debes tomarte con prisa, pues no sería raro que cuando te dieras cuenta ya lleves allí un buen rato tomándote un té con el comerciante. Como regla general, empieza ofreciendo la mitad o incluso menos de lo que te pidan y ve subiendo poco a poco. Una buena estrategia es, de primeras, no mostrar interés por lo que realmente quieres comprar, sino por otra cosa, y cuando ya esté avanzada la primera negociación introduzcas en la conversación lo que realmente quieres. Tómatelo con paciencia y buen humor, ya que es una parte esencial de la cultura comercial del país.

Disfruta de la gastronomía marroquí

La cocina marroquí es una explosión de sabores y de contrastes, pues combina como pocas las mezclas dulces y saladas. No puedes irte sin probar platos como el cuscús con pollo, el tajín, una buena pastela y una rica sopa harira. También es imprescindible disfrutar del té con hierbabuena, que como pronto descubrirás forma parte esencial de la hospitalidad marroquí. En cuanto a la comida callejera, las brochetas de kefta pueden salvarte incluso en medio de la nada. En Marruecos las especias tienen un papel protagonista en cada uno de sus platos y es posible que pruebes sabores totalmente nuevos.

Cómo entrar en una medina y no perderte

Las medinas de ciudades como Fez o Marrakech son auténticos laberintos. Fascinantes, sí, pero caóticos también. Es extremadamente fácil perderse por sus callejuelas y la manera más efectiva de no hacerlo es contar con la ayuda de un guía local. Sin embargo, te animamos a que las recorras también por tu propio pie para vivir una experiencia más auténtica, a tu aire y a tu ritmo. Pero eso sí, no confíes en que tu móvil y su GPS te sacarán de allí, mejor recurre a los locales que encontrarás a tu paso para que te indiquen la salida más próxima. 

Visitar mezquitas en Marruecos

A diferencia de otros países, los no musulmanes tienen prohibida la entrada a las mezquitas. Solo hay dos que sí permiten ser visitadas: la mezquita de Hassan II, en Casablanca, y la mezquita de Tinmel, en el Alto Atlas. Todas las demás tendrás que conformarte con verlas por fuera, que tampoco es mal plan.

Costumbres y tradiciones

Marruecos es un país musulmán y sus costumbres y tradiciones están profundamente influenciadas por la religión islámica. Esto es algo que tienes que tener muy en cuenta durante el Ramadán, pues muchos restaurantes y tiendas pueden estar cerrados durante el día. Así que, si puedes, es mejor evitar esas fechas. Y como harías en cualquier otro país del mundo, respeta las prácticas religiosas y pregunta siempre antes de hacer fotos a personas locales.

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