Nueve juegos de mesa para viajar por el mundo sin salir de casa

Una buena opción para viajar desde un tablero.

Roberto Ruiz

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El mundo de los juegos de mesa es tan enorme que siempre hay opciones para todos los gustos, incluso para saciar las ansias de los más viajeros que quieren darse un paseo por el mundo sin necesidad de salir de casa.

Con un juego de mesa puedes atravesar Estados Unidos en tren, conquistar tierras en el siglo XVI, seguir los pasos de Marco Polo atravesando el lejano Oriente, convertirte en Phileas Fogg o incluso aprenderte al dedillo la geografía española. Que nunca es tarde.

Estrategia para los más inteligentes, dados para los más afortunados y conocimientos para los más jóvenes. Cuando pensabas que para viajar era necesario salir de casa, aquí tienes nueve juegos de mesa listos a demostrarte lo contrario.

Juegos para viajar sin moverte de casa

Una mesa, un juego y unos cuantos participantes. No hace falta más. Basta con desplegar el tablero, repartir las fichas, las cartas y los dados, y empezar a recorrer el mundo en todo tipo de transporte imaginable. Si buscas un juego de mesa de temática viajera con estos tienes garantizadas horas de entretenimiento.

  • Aventureros al tren

(Editorial Days of Wonder)

Es todo un clásico entre los juegos de mesa sobre viajes. Tanto que tras él han salido numerosas versiones ambientadas en otras zonas geográficas. En este caso los amantes del ferrocarril y los grandes viajes pueden (y deben) recorrer tantas ciudades de Estados Unidos como sea posible en tan solo siete días. El desarrollo hará que cada jugador marque sus rutas empleando sus propios vagones, levantando estaciones, y ampliando así su puntuación hasta ganar la partida.

  • Los viajes de Marco Polo

(Editorial Devir)

Un viaje con el que entretenerse un buen rato, porque su desarrollo no es cosa de cinco minutos precisamente. Un viaje a Oriente partiendo desde Venecia siguiendo los pasos del legendario mercader y viajero veneciano a finales del siglo XIII . Habrá que atravesar tierra y mar para recorrer las rutas más interesantes de la época, pasando por desiertos y montañas, valiéndose incluso de camellos y elefantes, y rodeados de sedas y especias. Un juego complejo que esconde un gran número de variantes en su desarrollo.

  • Navegador

(Editorial PD Verlag)

En Navegador te meterás en la piel de un conquistador de época colonial y te trasladarás a la época portuguesa de los descubrimientos, entre los siglos XV y XVI. Tendrás la responsabilidad de conseguir barcos y tripulación, atravesar los mares, comerciar con valiosos productos y crear colonias a tu paso, siempre en busca del máximo beneficio. El jugador que mejor gestione sus colonias, sus fábricas, sus astilleros y sus iglesias gana la partida.

  • La Vuelta al Mundo en 80 días

(Editorial Devir)

Basado, cómo no, en el clásico de Julio Verne, este juego nos reta a recorrer el mundo en menos de 80 días. Cada jugador ha de viajar de Londres a Paris, Brindisi, Suez, Bombay, Calcuta, Hong Kong, Yokohama, San Francisco, Nueva York y de nuevo regresar a Londres. Las cartas indicarán los transportes a emplear, ya sea en barco, tren, globo o elefante, y el tiempo empleado en cada desplazamiento. Un viaje que tampoco estará exento de dificultades y zancadillas puestas por el detective Fix.

  • Marrakech

(Editorial Morapiaf)

Nos vamos de viaje a Marruecos, concretamente a la medina de Marrakech, para convertirnos en un experimentado y astuto comerciante. Tu objetivo es ser el mejor vendedor de alfombras del zoco, pero siempre bajo la atenta mirada de Assan, quien se ocupa de mantener el orden. Tendrás que conseguir colocar tus alfombras en el mayor número de puestos posible, así como conseguir el mayor número de dirhams generado por tu negocio.

  • Istambul

(Editorial Devir)

Si has estado en el Gran Bazar o en el Bazar de las Especias de Estambul, este juego lo vas a ver como algo familiar. En él los mercaderes se meten en el más auténtico comercio turco para comprar y vender mercancías, enviando a los asistentes a conseguir telas, especias y joyas mientras se degusta un buen té. Solo sabiendo cómo moverte, pasando por el mercado negro o la mezquita, y colaborando con personajes como el gobernador o el contrabandista, conseguirás aumentar tus riquezas y ganar el juego.

Juegos para los más nostálgicos

Si buscamos en el baúl de los recuerdos, en los trasteros, en los altillos de los armarios o en la parte más alta de las estanterías, podemos reencontrarnos con míticos juegos de mesa de temática viajera que aún pueden darnos algunas alegrías. Aunque las piezas estén desgastadas y en los mapas aparezcan países como Yugoslavia… hoy pueden ser objetos de coleccionista.

  • Buen Viaje

(Editorial Educa)

Un juego de los años 80 con el que viajar de continente a continente. Cada jugador cuenta con un ‘carnet de viaje’ elegido al azar y su misión es pasar por los cinco destinos que en él se indican. Se cuenta con un presupuesto inicial y se avanza por rutas marcadas con diferentes medios de transporte, teniendo en cuenta que cada movimiento tiene un precio. En cada destino se recoge una postal y gana el primero que llega a su punto de origen con todas ellas.

  • Viaje por España

(Editorial Educa)

Una buena manera de viajar por España y repasar su geografía, tanto ciudades como lugares de interés turístico. Con unas normas muy similares a ‘Buen Viaje’, el azar decide que puntos de la geografía española se han de visitar, y cada jugador decide cómo llevar a cabo su itinerario, avanzando por tierra, mar o aire. Como curiosidad, solo algunas capitales cuentan con aeropuerto.

  • La Vuelta al Mundo de Willy Fog

(Editorial Didacta)

Fiel a los dibujos animados de los años 80, los jugadores se reparten los personajes de la serie que nos llevó a darle la vuelta al mundo. El objetivo de todos ellos es darle la vuelta al planeta siguiendo un itinerario de 80 días, aunque gana el primero que la finaliza. La salida y la llegada es, obviamente, en Londres, y existen elementos como túneles del tiempo que pueden ayudar a cuadrar la velocidad de avance de cada participante. En este juego es imposible jugar sin tararear su banda sonora.

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