Esa Navidad de casas bonitas, tejados inclinados, luces cálidas, plazas acogedoras, olores dulces y ambiente bucólico donde la nieve lo cubre todo es posible con sólo coger un avión que nos lleve a la zona central y norte de Europa. Esos inviernos de cuento los tienes al alcance de la mano y las compañías low cost te lo pondrán mucho más fácil de lo que piensas.
Coge tu mejor ropa de abrigo, tu bufanda más calentita, sin olvidar gorro y orejeras, y vente a visitar algunos de los mejores y más tradicionales mercados de Navidad europeos. Vamos a pasar puesto por puesto, buscando algún recuerdo, calentándonos en alguna estufa, a escuchar villancicos en varios idiomas, a disfrutar de un tradicional y especiado vino caliente y comer algún plato típico de estas fechas. Si buscas una escapada para vivir unos días de auténtica Navidad, aquí tienes unos cuantos destinos con los que no fallarás.
Mercado de Navidad de Colmar
Es posiblemente uno de los mercados de Navidad más bonitos y famosos de Europa. Colmar es capital del Alto Rin, en la Alsacia francesa, pero la influencia alemana se nota en cada rincón. La ciudad ya es preciosa de por sí en cualquier época del año, pero en Navidad, cuando todo se adorna e ilumina con mimo, es cuando luce con todo su esplendor.
Todo se cuida al detalle, desde sus casas tradicionales con entramados de madera hasta sus árboles, pasando por sus plazas y sus fuentes. En Colmar encontrarás hasta cinco mercados navideños repartidos por sus calles y suelen estar en marcha de finales de noviembre a final de diciembre. Si nieva ya no puedes pedir más, y si aprieta el frío nada como tomarse un Vin Chaud, un vino caliente con naranja, limón, anís, canela y clavo fundamental para combatir las bajas temperaturas.
Mercado de Navidad de Estrasburgo
Hablamos del Christkindelsmärik de Estrasburgo. Tan famoso que hay quien en Francia lo conoce como la capital de la Navidad. Un lugar donde de nuevo la influencia alemana ha marcado su estilo con casas tradicionales donde la madera siempre está presente. Puede presumir de ser el mercado de Navidad más antiguo de Francia ya que desde 1570 se celebra a los pies de su catedral.
Como todo buen mercado de Navidad su mejor momento lo vive al caer el sol, cuando más brillan sus luces y más se deja notar el calor humano entre sus puestos. Los olores a especias y canela impregnan el aire y el vino caliente se convierte en la mejor calefacción central. No puedes pasar por alto los “bredle”, los dulces típicos que se preparan durante el Adviento.
Mercado de Navidad de Berlín
Alemania es junto a Alsacia y Austria el lugar de los mercados navideños por excelencia. Y Berlín, cómo no, no podía ser menos. Los weihnachtsmarkt (mercados navideños) se extienden por toda la ciudad y no debemos centrarnos en sólo uno de ellos. El más emblemático de todos es el de la plaza de Gendarmenmarkt, donde encuentra junto a la catedral un enclave único. Artesanía, recuerdos y una buena variedad de gastronomía tradicional para calentar el estómago lo podemos encontrar aquí. El de Postdamer Platz es también muy popular, donde además se puede patinar sobre hielo. Los de la Plaza de Breitscheidplatz, Tauentzien y Kurfürstendamm son también algunos de los que no te puedes perder para tomarte unas salchichas de lo más auténticas y, por supuesto, un buen Glühwein, la versión alemana del tradicional vino caliente de Adviento.
Mercado de Navidad de Dresde
Hay documentos que en 1434 ya hablan de un Striezelmarkt en Dresde, un mercado de striezel, dulce típico alemán, por lo que se puede considerar el mercado de Navidad más antiguo del país y posiblemente de Europa. Se celebra en Altmarkt, la antigua plaza del mercado, en pleno centro histórico barroco de la ciudad. Suele estar presidido por un gran árbol de Navidad y una pirámide navideña de 14 metros que hace de punto de encuentro. Se pueden contar más de 250 puestos, donde sin duda no habrá problema para cumplir con las compras navideñas, y además se puede degustar un tradicional pan dulce conocido como stollen (christollen). De hecho, el 9 de diciembre se celebra el Stollenfest, cuando un pan de dimensiones gigantes que va desde el palacio Zwinger hasta el mercado Striezelmarkt se reparte entre todos los asistentes.
Mercado de Navidad de Viena
En Viena no hablamos de un mercado de Navidad, sino de muchos mercados de Navidad. Conforme comienza el Adviento a finales de noviembre todo se llena de luces, puestos y ambiente navideño. La ciudad se vuelca con la decoración de sus calles y el resultado es espectacular.
En la plaza del Ayuntamiento se instala el mercado Christkindlmarkt, donde la Navidad luce con su máximo esplendor y se incluye una zona dedicada a los niños. Además de este de la Plaza Rathaus no se pueden dejar de visitar tampoco los de la Maria Theresien Platz, el de Karlskirche, Freyung, Weihnachtsmarkt Am Hof… como ves tienes donde elegir. Además, si el vino caliente no acaba de convencerte, en Viena podrás ponerte las botas a base de dulces navideños y chocolate bien caliente.