Planes de última hora para Semana Santa: seis destinos cercanos y asequibles para no quedarse en casa
Lanzarote, la Ruta del Quijote, Cazorla, Menorca, Cabo de Gata o la Sierra de Francia pueden convertirse en la escapada perfecta para viajar en Semana Santa evitando las grandes ciudades y sus aglomeraciones
Días libres por delante y ningún plan cerrado. La Semana Santa se acerca y, con el tiempo para organizar alguna escapada encima, la idea de quedarse en España toma cada vez más fuerza. Si además se trata de un destino económico, que no trastoque demasiado el ahorro de cara a las vacaciones de verano, aún mejor.
Pero a no ser que tu objetivo sea vivir una Semana Santa especialmente cofrade, en este momento del año se hace más complicado no acabar en una ciudad abarrotada de gente y procesiones. En busca de unos días de tranquilidad y desconexión, y sin que suponga un gran desembolso, hemos recopilado unas cuantas ideas.
Lanzarote
La isla de Lanzarote es uno de esos destinos que siempre salen a relucir cuando de hacer planes diferentes se trata. Su territorio tiene una extensión perfecta para que puedas hacer un poco de todo en solo unos días mientras que su orografía volcánica te traslada a uno de los paisajes más exóticos de España. En Lanzarote lo mismo puedes visitar el espectacular Parque Nacional Timanfaya que puedes ir a la playa, como la del Papagayo en el sur o la de Famara en el norte. Y además, La Graciosa queda también al alcance de la mano.
Sería un delito pasar por alto el Lanzarote de César Manrique, por lo que tienes una parada obligatoria en los Jameos del Agua, en el Jardín de Cactus y en la propia Fundación César Manrique. Pero tan imprescindibles son las creaciones del artista canario como los platos típicos de la gastronomía lanzaroteña, en los que no falta el pescado, la cabra o el cochino negro, así como los vinos del Valle de la Geria.
La Ruta de Don Quijote
Si lo que te apetece es hacer una ruta cultural, diferente a todo lo demás, a la Ruta de Don Quijote no le falta interés. En realidad tienes dos opciones, o seguir los pasos de Cervantes para conocer a su personaje más ilustre, empezando en Alcalá de Henares y terminando en los campos manchegos, o recorrer algunos de los lugares donde pudieron tener lugar las aventuras de Don Quijote y Sancho Panza. Si optas por la primera opción no dejes de visitar el Museo Casa del Hidalgo y el Centro de Interpretación Cervantino de Alcázar de San Juan, el Museo-Casa de Dulcinea de El Toboso o el Museo del Quijote - Biblioteca Cervantina en Ciudad Real.
Pero si lo que quieres es buscar las localizaciones de la obra entonces te tendrás que centrar en las tres salidas que hizo Don Quijote a lo largo de la novela. Podrías tomar como punto de partida el municipio de Argamasilla de Alba, en Ciudad Real, pero siempre dejando margen para la duda porque, como sabrás, el Quijote sale de 'un lugar de cuyo nombre no quiere acordarse' Cervantes. Pasarás por lugares como Argamasilla, Villarta de San Juan y Puerto Lápice, donde tuvo lugar la aventura de los molinos de viento. No olvides Villarrubia de los Ojos, Malagón, Daimiel, Peralvillo, Ciudad Real y Miguelturra, Almagro, Bolaños de Calatrava y El Toboso, entre muchos otros sitios que aquí puedes consultar.
Cazorla, en Jaén
En realidad, hablamos del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, con todo lo que ello implica. Una escapada a la naturaleza como esta puede ser el plan perfecto para los próximos días de Semana Santa, pero no te lo pienses mucho porque su gran atractivo hará disparar su ocupación hotelera. Además del propio pueblo de Cazorla, donde te esperan el Castillo de la Yedra, las ruinas de la iglesia de Santa María y la bóveda del río Cerezuelo, tienes excursiones de sobra para estirar las piernas al aire libre.
Puedes empezar por el sendero del río Cerezuelo, si buscas algo fácil y tranquilo, pero si se te queda corto siempre puedes dirigirte hasta el nacimiento del río Guadalquivir, al mirador de Félix Rodríguez de la Fuente, al Centro de Interpretación de la Cultura de la Madera o, si quieres darlo todo con las botas de trekking, entonces no pases por alto senderos como el de la Cerrada del Utrero o los del río Borosa y la Cerrada de Elías. Si buscas bosques, ríos, cascadas y fauna salvaje, este es tu lugar.
Menorca
Si el sol y las playas no son imprescindibles, entonces el mejor momento para ir a Menorca es fuera de temporada. No es que sea un destino especialmente barato, las Baleares por lo general no lo son, pero sí conseguirás ahorrar unos euros si evitas el pico de turismo veraniego. Además, no importa si hace temperatura para bañarse o no porque calas como las de Turqueta, Pregonda, Mitjana, Macarella y Macarelleta son siempre un espectáculo.
Tampoco podemos olvidar el lado más cultural de Menorca, empezando por el precioso casco antiguo de Ciutadella y continuando por Maó y la Fortaleza de la Mola. Y ya que estás, aprovecha para descubrir la Menorca talayótica, viajar entre piedras al megalitismo balear de hace 4.000 años y, además, conocer una de las últimas adhesiones al Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Cabo de Gata, en Almería
Cabo de Gata siempre es una buena opción y más aún si se trata de unas fechas en las que muchos prefieren evitar las ciudades. Además, en verano suele ser un destino muy concurrido, por lo que es mucho mejor visitarlo fuera de temporada alta. Las costas de Almería son el destino ideal para desconectar del estrés que nos persigue en el día a día, porque solo contemplar playas como la de Monsul, la de los Muertos, la de los Genoveses o calas como la de Enmedio, es suficiente para olvidarse de todo lo demás.
Lo más llamativo de Cabo de Gata es que se encuentra en una ubicación única en España, entre el mar y el desierto, y eso abre un amplio abanico de posibilidades si queremos llevar a cabo alguna excursión que se salga de lo normal. Una ruta que una pueblos como los de Carboneras, Agua Amarga, Las Negras, Rodalquilar o La Isleta del Moro puede ser la excusa perfecta para rendirnos a su gastronomía y dejarnos cautivar por sus pescados y su típico arroz caldúo.
Sierra de Francia, en Salamanca
La Sierra de Francia, que no está en el país galo sino en Salamanca, puede ser un buen refugio también para disfrutar de una Semana Santa tranquila fuera de casa. Combina de manera cautivadora el turismo rural con la naturaleza y la riqueza cultural, de manera que tendrás planes de sobra para descansar unos días. Merece la pena subir al Santuario de la Virgen de la Peña, levantado para venerar una Virgen aparecida en el siglo XV, y también adentrarse en el Valle de las Batuecas para impregnarse de su riqueza natural mientras que algún buitre leonado sobrevuela nuestra cabeza.
Ninguna visita a la Sierra de Francia estaría completa si no dedicásemos un tiempo a conocer La Alberca, el que sin duda es uno de los pueblos más bonitos de España. Fue la primera población rural de España declarada Monumento Histórico Nacional, allá por 1940, y sus calles adoquinadas invitan a bajar el ritmo entre los floreados balcones de sus casas de granito y madera. La Plaza Mayor, con el ayuntamiento, la Casa Ducal y un crucero del siglo XVI, es sin duda su cara más representativa.