El Salto Ángel, la catarata más alta del mundo

Berta Martín

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Las cataratas son una de las formaciones geológicas más increíbles que podemos encontrar en diversos rincones del planeta. Convertidas a lo largo del siglo pasado en un atractivo turístico único, hoy toca hablar de una de las más extraordinarias. Probablemente hayas escuchado hablar ya sobre el Salto Ángel, la catarata más alta del mundo. Pero, ¿por qué es especial?

Tal vez no sean las primeras cataratas que pensamos y que se nos vienen a la cabeza a la hora de citar algunas de las cataratas más importantes. Seguramente las del Niágara o las de Iguazú tienen tanta o más fama que el Salto Ángel, pero poco o nada tiene que envidiarles.

¿Dónde se encuentra el Salto Ángel?

En términos de geografía, esta fascinante caída de agua se halla en el Parque Nacional de Canaima, en Bolívar; dentro del territorio venezolano. De hecho ya es una zona distinta e importante porque fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1994.

El Salto del Ángel posee una altura de 979 metros y una pendiente sin interrupciones que alcanza los 807 metros naciendo en el río Auyantepuy. Justamente, el nombre original de esta corriente –Kerepacupai– puede traducirse como “salto del lugar más profundo”.

Canaima es un espacio natural de más de 30.000 kilómetros cuadrados que vale la pena visitar. Gracia a su importancia, se han multiplicado los cuidados para mantenerlo perfectamente. Y es un paseo ideal para un fin de semana, tanto para los propios venezolanos como para el visitante que viene de otros rincones.

Sin embargo, la catarata en cuestión es el principal aliciente para viajar hasta allí. Llegar hasta el Salto Ángel no es sencillo. Como la zona donde se localiza está totalmente rodeada de superficie boscosa, la única forma de acceder es contratando un vuelo en avioneta desde la capital del país, Caracas, o bien desde la más cercana Ciudad Bolívar. Estos vuelos aterrizan en un paraje que lleva el nombre del parque y desde allí se organizan las excursiones a pie para dejarse sorprender por semejante fenómeno.

Su importancia es tal porque en su día fue una de las 28 finalistas en la elección de las Siete Maravillas Naturales del Mundo. Mientras tanto, le debe su nombre más conocido, el de “Salto Ángel”, al aviador norteamericano Jimmie Angel, quien fue el primero en dar cuenta de su existencia en 1937. Evidentemente, lo más probable que las poblaciones indígenas de la región supieran de este salto. Pero fue en ese momento cuando se le comenzó a prestar atención general e a sus casi 1.000 metros de caída libre.

Otras fuentes establecen que el descubrimiento de esta cascada se adjudica a los exploradores españoles Félix Cardona Puig y Juan María Mundó Freixas, quienes habrían sido los primeros europeos en divisar el salto en 1927.

¿Qué se puede hacer en las cataratas?

Si estás pensando en viajar a Venezuela y visitar el Salto Ángel, son varias las travesías que podrás disfrutar con tus acompañantes. Indudablemente, las más imprescindibles son las relacionadas con las panorámicas que aparecen en cada punto de su extensión.

Pero es también una escapada magnífica para los amantes de los deportes extremos que podrán navegar río arriba hasta el salto, ascendiendo por las turbulentas aguas en lancha y deteniéndose para interactuar con las comunidades autóctonas que esperan. Si vas, no te pierdas tales excursiones, siempre guiadas y con toda seguridad, para ir bien provisto y pasarlo bien en la zona.

Las playas rojizas de Canaima son otro de los destinos imperdibles del parque y, si te quedas con ganas de más cataratas, deberías incluir en tu itinerario El Sapo, El Hacha y El Ucaima. No son tan impresionantes, pero cada una de ellas tiene diversos encantos.

Respecto a las épocas más recomendables para acceder al parque y a la catarata, lo aconsejable es viajar en los meses de invierno. El resto del año, principalmente en verano, las temperaturas son demasiado elevadas y podrían llegar a causar problemas de salud. Además, durante el verano la navegación se complica por el bajo nivel de agua de los ríos, ya que los ríos tienen la profundidad suficiente para soportar las curiaras de madera (canoas) utilizadas por los indígenas de etnia pemón Kamarakoto. Así lo recomiendan las diversas guías y webs que hablan sobre este destino.

Curiosidades del Salto Ángel

Entrando en los aspectos menos conocidos de esta catarata, los fanáticos de las películas de dibujos animados tienen una referencia reciente a la misma. La cinta Up, de Pixar, está inspirada en el Salto Ángel, si bien en el filme se las denomina “Cataratas Paraíso”.

A su vez, gran parte de los paisajes de la ficticia luna Pandora, en la película Avatar de James Cameron, fueron inspirados por el Salto Ángel, y también en aquellos paisajes del parque nacional Canaima en general.

Por otro lado, aunque Jimmie Angel fue pionero en divisar su imponencia desde las alturas, no sería sino hasta 1949 que se tuvo noción de sus dimensiones. La fotoperiodista estadounidense Ruth Robertson realizó una expedición adentrándose en la selva, volviendo con documentación suficiente para llegar a la conclusión de que podrían ser las cataratas más altas del planeta.

Las otras cataratas más altas del mundo

Si el Salto Ángel es la catarata más alta del planeta, las Cataratas de Tugela, en Sudáfrica, son las que le siguen en ese ranking. Poseen una altura de 948 metros que se deslizan hasta la base por medio de cinco cascadas rodeadas de paisajes asombrosos. Así que también deben tenerse en cuenta cuando se trata de hablar de tales fenómenos.

El listado de las cinco más altas lo completan las Cataratas Victoria, compartidas por Zimbabue y Zambia; las Cataratas de Iguazú, compartidas por Brasil y Argentina; y las Cataratas del Niágara, compartidas por Canadá y los Estados Unidos. Como se observa, por lo complicado que es atravesarlas, las cataratas en ocasiones funcionan como límites geográficos naturales entre los países.