Un viaje a Monument Valley, la cara del western americano
Toda ruta por la costa oeste de Estados Unidos debería incluir una parada en Monument Valley. Si de verdad quieres grabar en tu memoria la auténtica imagen del western americano que tantas veces has visto en las películas de indios y vaqueros, es aquí donde tienes que ir.
Paisajísticamente Estados Unidos es apabullante, y más en esta zona, donde en unos pocos kilómetros puedes pasar de los desiertos más áridos y calientes del país, como el Death Valley, a zonas montañosas, verdes y nevadas, como Yosemite, Zion o Bryce Canyon. Pero algo más hacia el interior, y a unos 1.700 metros de altitud, te encuentras esta meseta, mal llamada valle, donde te espera una buena clase de geología. Porque si pensabas que la erosión había creado maravillas en el Gran Cañón del Colorado, espera a ver las formas del Monument Valley.
Bienvenidos al Navajo Tribal Park de Monument Valley
Monument Valley se encuentra entre Utah y Arizona, a más de 600 km al este del Gran Cañón, pero a menos de 200 del Antelope Canyon, otro de los puntos de interés de Arizona. Y como éste, Monument Valley está en territorio navajo, por lo que ni es un Parque Nacional ni un Parque Natural de los Estados Unidos, sino un Parque Navajo, y por tanto son los herederos de una de las más importantes tribus nativas de Estados Unidos los encargados de gestionarlo y mostrártelo.
El Navajo Tribal Park de Monument Valley ocupa unas 37.000 hectáreas y aquí, donde con anterioridad se fueron depositando los sedimentos arrastrados desde las Montañas Rocosas, se calcula que el viento y el agua llevan erosionando su superficie unos 50 millones de años, generando las formas que podemos ver hoy en día según la diferente resistencia de los materiales.
Para visitar Monument Valley podrás ir a echar el día o, mejor aún, aprovechar para dormir allí y presenciar el espectáculo en el que se convierten sus amaneceres y atardeceres. Los ocres y los anaranjados hacen un despliegue de color en toda su gama de tonalidades antes y después de que el cielo se plague de estrellas y eso, como comprenderás, se te queda en la retina para siempre.
Cómo visitar Monument Valley
A Monument Valley lo más sencillo es llegar con tu propio vehículo. Existe un centro de visitantes que hace de centro de operaciones, de mirador y de punto de partida de los recorridos que podrás hacer entre estos gigantes de piedra.
- La entrada a Monument Valley
Para acceder al recinto deberás pagar una entrada. Su precio a día de hoy es de 20$ por vehículo hasta 4 personas, y 6$ por cada persona extra. Una entrada individual si vas andando, en moto o en bicicleta tiene un precio de 10$. Si vienes de visitar Parques Nacionales de la zona, como Yosemite, Gran Cañón, Zion, Sequoias o Bryce, ten en cuenta que aquí no es válido el pase anual “America the Beautiful” que te da acceso a todos ellos, sino que deberás comprar una entrada específica. El acceso incluye un mapa informativo, básico para recorrer el área a tu aire.
- Dormir en Monument Valley
Si lo que deseas es pasar la noche en Monument Valley (altamente recomendable) tienes algunas opciones donde elegir. Una de ellas es el hotel The View, junto al centro de visitantes, cuyas habitaciones aseguran vistas de ensueño, y otra el Goulding’s Lodge, con habitaciones y bungalows. Ninguno es económico precisamente, pero ambos ofrecen la posibilidad de hacer camping en sus inmediaciones, lo que baja sustancialmente el precio de la pernocta y te acerca aún más a la naturaleza del lugar.
- Cerca de Monument Valley
Otro de los puntos de interés del Parque, aunque se encuentra fuera de sus terrenos, es el Forrest Gump Point. Como lo oyes. Se encuentra a 30 km del centro de visitantes y es el punto exacto de la carretera 163 en el que Forrest Gump se detuvo tras pasar más de 3 años corriendo. A sus espaldas quedaban un grupo de seguidores atónitos y una recta infinita que apunta hacia las montañas del Valle de los Monumentos. El lugar donde hoy los visitantes no se quieren perder la foto.
Las opciones para recorrer Monument Valley
Una vez en Monument Valley no tienes por qué conformarte con el mirador del centro de visitantes, sino que puedes adentrarte entre sus formaciones para verlas más de cerca. Para hacerlo tienes tres opciones.
- Ruta a pie: “Wildcat Trail” y “Lee Cly Trail”
Estos senderos te permiten hacer una ruta circular a pie de poco más de 5 km, para lo que se calculan entre 2 y 3 horas. No requieren una preparación especial ni presentan dificultad, pero es importante no salirse de la ruta marcada así como llevar agua, sombrero y protección solar.
- Ruta en tu propio coche
Podrás atravesar Monument Valley utilizando la pista de tierra que lo recorre y con tu propio coche. El trazado comienza cerca del centro de visitantes y el recorrido es de 27 km, lo que puede llevar entre hora y media y dos horas. Lo harás a tu aire y podrás bajarte del vehículo en un total de 11 áreas designadas para ello, por lo que cada cual le dedica el tiempo que estima oportuno. Si el tiempo es bueno no es necesario tener un vehículo 4x4.
- Ruta en un tour guiado
La tercera opción es optar por uno de los tours organizados que podrás contratar junto al centro de visitantes. Son operados por guías navajos, buenos conocedores del terreno, y se realizan en vehículos 4x4. Además de contar con sus explicaciones con ellos podrás acceder a lugares donde los vehículos privados tienen prohibido el acceso. Los precios pueden ser de 70$ por adulto para arriba.
Los monumentos de Monument Valley
Las formaciones rocosas que ha labrado la naturaleza son los verdaderos monumentos de Monument Valley. Cada uno tiene su nombre, generalmente asignados por sus formas y una buena dosis de imaginación, otros dados por los primeros pobladores de la zona y también por su significado para el pueblo navajo. Así, una tras otra, podemos encontrar las siguientes formaciones.
- Eats and West Buttes. Son las formaciones más bonitas y famosas de Monument Valley, las que verás desde el mirador del centro de visitantes.
- Elephant Butte. Aquí tendrás que poner en marcha tu imaginación porque… sí, su forma es la de un elefante.
- The Three Sisters. En teoría: una monja mirando a otras dos hermanas menores. En realidad: tres pináculos altos y estrechos que se levantan en vertical.
- John Ford’s Point. Un lugar que conmemora a John Ford, director de Hollywood que hizo famoso al mismísimo John Wayne. Si ves “La diligencia” (“Stagecoach”, de 1939), sabrás por qué este lugar se llama así.
- Camel Butte. Otro poquito de imaginación aquí para encontrar al camello gigante de piedra.
- The Hub. Una aguja única y solitaria con viviendas navajas bajo ella.
- Bird Spring y Sand Spring. Desde aquí podrás ver una rojiza duna de arena.
- Totem Pole. Un buen ejemplo de lo que la erosión puede llegar a hacer con las formaciones hasta ahora vistas.
- Artist’s Point. Un buen lugar para ver el amanecer, para muchos el mejor mirador junto al John Ford’s Point.
- North Window. Como su nombre indica, una ventana que abre la vista hacia el norte y mirando hacia East Mitten Butte.
- The Thumb. Un pináculo aislado, para algunos con forma de dedo pulgar y para otros más similar a una bota de cowboy.