Faltan profesionales y aún se piden informes psicológicos: la lucha de las personas trans en la sanidad canaria

Las personas trans celebran que la ley canaria haya vuelto a ser respaldada recientemente en el Parlamento y que sea una de las más avanzadas del país. Sin embargo, a punto de cumplirse cuatro años desde que se aprobara, reclaman que hay cuestiones que no se han puesto en marcha y destacan especialmente carencias en materia de sanidad, donde faltan profesionales y aún se piden informes psicológicos a menores “vulnerando lo establecido en la Ley Trans e Intersex Canaria, que garantiza la autodeterminación de género sin patologizar.
Asociaciones de personas trans recuerdan que el año pasado se produjo una cancelación masiva de citas con el endocrino debido a que en Tenerife solo cuentan con dos especialistas en el Hospital Universitario de Canarias (HUC). Finalmente, se resolvió esa falta de personal, aunque sigue ocurriendo en ocasiones. “Estamos viendo que hay personas que empiezan un proceso de hormonación donde se supone que durante el primer año el seguimiento tiene que ser más estricto (cada tres meses normalmente). Pues resulta que de repente se cancela una cita”, destaca Dylan Costantini, portavoz de la asociación Transboys.
“La semana pasada hablé con un usuario y me dijo que no tiene cita hasta verano”, añade Costantini, que apunta que ha pasado casi un año desde que esta persona empezó a tomar medicación y que no ha recibido ningún control.
El portavoz de Transboys subraya que el sistema de salud en Canarias ha empeorado de una forma notable para todas las personas en general y no solo por los recortes, sino en el caso del HUC hay problemas de personal ahora mismo en todas las especialidades. No obstante, en el caso de las personas trans recuerda que dependen de un número muy reducido de personal, ya que no todos tienen la formación específica.
“No todo el mundo conoce la realidad trans.Si hay, por decir un ejemplo, 50 endocrinos que podría haber en la isla, nosotros dependemos de los dos que están en el HUC. Entonces, claro, no es que podamos ir a cualquier endocrino porque si falta alguno, otro nos puede ver”, aclara Costantini.
Asimismo, explica que la espera para las personas que decidan someterse a una intervención quirúrgica es de hasta dos años. Subraya que son conscientes de que el plazo no va a ser corto, pero apunta que tampoco todos los profesionales tienen la formación para operar a estas personas. “La lista de espera de dos años se agrava en aquellas personas que, por ejemplo, tienen problemas de sobrepeso o que no han empezado la hormonación”, agrega.
“A pesar de que no hay ninguna obligación de empezar un proceso de hormonación para acceder a la lista de espera, hay profesionales que sí lo están aplicando. Y claro, primero no es correcto porque no hay evidencia científica de que hormonarse favorezca el resultado de la operación”, aclara Costantini. Asimismo, añade que hay personas que por salud no se pueden hormonar y otras que no quieren iniciar dicho proceso y que “no pueden obligarles” porque, insiste, “es decisión de cada persona”.

El portavoz de Transboys recalca que hay además un discurso que se contradice, “porque a nosotros nos obligan en muchas cosas también, porque no todo el mundo pide lo mismo. Entonces, si hay usuarios que se quieren someter a una cirugía o un tratamiento hormonal, me parece bien, es nuestra decisión, pero también hay que respetar a los que no quieren”, remarca.
Costantini destaca que hay personas que empiezan el proceso tarde. “Yo, por ejemplo empecé con 48 años, pero hay personas también que no dan el paso hasta más tarde y no necesariamente esta persona quiere empezar un proceso hormonal porque a lo mejor lo único que quiere es vivir los últimos años por lo que es. Pero hay personas que a lo mejor necesitan esta operación porque la ha deseado toda su vida, que es lo que me pasaba a mí sobre todo. Yo al principio no quería el tratamiento hormonal, pero lo que sí necesitaba era la operación de pecho”, resume.
Asimismo, apunta que falta más formación en la sanidad canaria, ya que en el HUC, por ejemplo, en el caso de Tenerife, hay profesionales formados, pero cuando tienen que acudir a otro médico “tienes que darle la información al profesional de turno, porque no sabe cómo tratarte”, indica. Señala que la formación debería ser transversal en medicina y entiende que hace unos años podía ser una realidad poco conocida, pero ahora “se habla de las personas trans demasiado, y además de forma sesgada”.
Sobre la aplicación de la ley trans canaria, Costantini apunta que faltan partidas presupuestarias y no hay reglamentos para poder desarrollarla. Además, el protocolo de Sanidad no está actualizado y apunta que desde hace un año y medio, cuando empezaron con las reivindicaciones en este sentido, las cosas han empeorado. Por ello, recientemente, asociaciones de personas trans como Transboys se reunieron con la diputada del común para exponerles la situación y las carencias que aún existen.
Costantini insiste en que las reivindicaciones en materia de Sanidad son por todas las personas, ya que toda la ciudadanía se ve afectada, lo que en el caso de las personas trans dependen de un número restringido de especialistas. “Si no hay profesionales, la atención es deficitaria para todo el mundo”, recalca.
Por su parte, Jana Mandelik, presidenta de la asociación Chrysalis, destaca que se sigue pidiendo informes psicológicos para que los adolescentes trans puedan acceder a los bloqueadores, una cuestión que se había eliminado en la ley para no patologizar. La portavoz añade que si un menor necesita un psicólogo son los primeros en apoyarlo, pero que no se debe tratar esta realidad de forma generalizada.
Mandelik subraya que la falta de personal es otra de las reivindicaciones y que en Tenerife Transcan tiene más personal que en Gran Canaria, donde afirma que las profesionales han estado desbordadas. La portavoz remarca que una de las reivindicaciones ha sido precisamente la de contar con endocrinos pediátricos y expone que esta semana le confirmaron que en mayo se incorporan dos nuevos en Gran Canaria.
Asimismo, añade que las infancias trans “existen” y que desde que se aprobó la ley estatal hay mucha desinformación sobre esta realidad y muchos bulos contra los que siguen luchando.
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