Los sentidos de la literatura
A la literatura no solo se accede a través de la vista. En México D. F. han dedicado una sala de la Biblioteca México José Vasconcelos a las necesidades de los discapacitados visuales. Ya disponían de algo parecido, pero ahora se trata de un espacio multisensorial con la sonoridad como elemento fundamental, pensado como un contenedor de sonidos en el que la acústica es lo más importante. Con tal fin, el diseño juega un papel clave en el concepto de apreciación. Parte del plan llevado a cabo es que, con intención de ahorrar en espacio, algunos libros en braille se suplen por libros electrónicos. También pueden acceder al contenido de las obras mediante el sonido.
Sin embargo, el oído no es el único sentido implicado, sino que también hay lugar para el olfato y el tacto gracias a un patio de olores ubicado en la entrada (jazmines, romeros, lavandas) y la posibilidad de identificar los libros por su textura. “Pensamos que sería increíble tener un espacio que interconectara diferentes capacidades y condiciones en un mismo lugar en lugar de dividir la relación de un miembro colectivo que debería estar más unido”, comentan los arquitectos que idearon el espacio. En definitiva, integrar en la palabra, que es la casa de todos.
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