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Este blog corresponde a Alternativas Económicas, una publicación mensual que te explica la información económica desde un punto de vista social.

La mujer se acerca un poco más al poder en las empresas

Sede de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en Madrid. / EUROPA PRESS

J. P. Velázquez-Gaztelu

“Si Lehman Brothers hubiera sido Lehman Sisters, quizás todo habría ido mucho mejor”. La frase es de Viviane Reding, excomisaria europea de Justicia, una de las más ardientes defensoras del aumento del número de mujeres en la cúpula de las empresas. Esté o no en lo cierto la política luxemburguesa, no hay duda de que la escasa representación femenina en los consejos de administración de las grandes compañías es una de las asignaturas pendientes de la mayoría de los países de la Unión Europea, y particularmente de España.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el organismo encargado de velar por el correcto funcionamiento las empresas cotizadas, se ha decidido a dar un paso adelante para corregir la situación. El borrador de su nuevo Código de buen gobierno de las empresas cotizadas, divulgado el jueves por El País, recomienda por primera vez explícitamente que las mujeres ocupen el 30% de los asientos en los consejos de administración de las empresas en el año 2020.

“La política de selección de consejeros promoverá la diversidad de conocimientos, experiencias y género en su composición”, afirma el documento. La recomendación no será de obligado cumplimiento, pero las empresas tendrán que dar explicaciones en caso de no alcanzar el objetivo marcado. La CNMV propone que las sociedades hagan explícito su compromiso con una composición diversa del consejo de administración desde la fase inicial de selección de candidatos. “Además, dada la insuficiente presencia de mujeres en los consejos de administración, se recomienda que se incluyan objetivos concretos que la favorezcan”, señala el borrador.

El Código de Buen Gobierno aún vigente, elaborado en 2013, no fija ningún porcentaje mínimo y se limita a invitar a las sociedades con escasa presencia femenina en sus Consejos “a que hagan un esfuerzo deliberado por buscar posibles candidatas cada vez que deba cubrirse alguna vacante”, además de recomendar que los procedimientos de selección no adolezcan de “sesgos implícitos que obstaculicen la selección de consejeras” y que las empresas busquen deliberadamente e incluyan entre los potenciales candidatos a mujeres que reúnan el perfil profesional buscado.

Las nuevas recomendaciones son fruto del empeño de la presidenta de la CNMV, Elvira Rodríguez, que preside un Consejo absolutamente paritario. De sus ocho integrantes, cuatro son mujeres, incluida la vicepresidenta, Lourdes Centeno, y dos consejeras, Beatriz Gloria y Rosa María Sánchez-Yebra.

La infrarrepresentación femenina en lo más alto de la esfera empresarial española contrasta con la rapidísima incorporación de la mujer al mercado laboral en las últimas décadas. Hay cada vez más sectores económicos en los que las mujeres se han igualado en número a los hombres, e incluso los ha superado. Sin embargo, el llamado techo de cristal sigue impidiendo el ascenso de muchas mujeres a puestos de responsabilidad, especialmente en el sector privado.

La presencia de mujeres en los órganos directivos de las empresas españolas sigue estando aún lejos de los países más avanzados en este terreno. En 2014 los órganos de gobierno de las principales empresas cotizadas solo tenían 78 mujeres, frente a 392 hombres, según un estudio de IESE Business School e Inforpress. Ello supone un exiguo 16,6% ciento del total. Entre las empresas del Ibex 35, principal indicador de la Bolsa de Madrid, solo hay tres presidentas: Ana Botín (Banco Santander), Ana María Llopis (DIA) y Esther Alcocer Koplowitz (FCC), además de una consejera delegada, María Dolores Dancausa (Bankinter). Aún hay empresas del Ibex 35 sin presencia femenina en sus consejos (Gas Natural Fenosa, Sacyr Vallehermoso y Técnicas Reunidas) y ocho de ellas tienen solo una mujer (ACS, Amadeus, Bankia, Bankinter, Gamesa, Ferrovial, Mediaset y Telefónica). Red Eléctrica Española es saca mejor nota: cinco de sus doce consejeros son mujeres, aunque todas ellas son de carácter independiente; es decir, sin labores ejecutivas, que quedan reservadas a los hombres.

Los ejemplos de Noruega, o el más reciente de Francia, muestran que fijar cuotas por ley para aumentar el número de mujeres en los consejos de administración da resultado. Francia ha pasado de tener apenas un 10% a superar el 25% desde que se impusieran sanciones por incumplimiento de la norma, como en su día hizo Noruega. El país escandinavo tiene hoy un 45% de mujeres en los consejos, superior al 40% por ciento establecido por la ley.

¿Son más eficientes las empresas con mujeres en puestos de responsabilidad? Numerosos estudios demuestran que las que presentan mayor diversidad en la cúpula directiva no solo tienden a obtener mejores resultados a largo plazo, sino que son más innovadoras y presentan menos conflictos. Según la consultora McKinsey, los beneficios de las empresas con un equipo directivo paritario son un 56% superiores a los de aquellas gestionadas solo por hombres. Tras analizar 290 compañías, Ernst &Young llegó a la conclusión de que las compañías con al menos una mujer en su Consejo de Administración tienen ingresos más altos que el resto y gestionan mejor el riesgo. Credit Suisse analizó la marcha de 2.360 multinacionales durante seis años y detectó que las que tienen mujeres en puestos directivos superan en rentabilidad a sus competidoras con cúpulas exclusivamente masculinas, además de haber reducido su deuda con más facilidad.

Ante la lentitud con que marcha el proceso de integración en el mundo corporativo, algunas mujeres han decidido decir alto y claro lo que piensan. Es el caso de la abogada alemana Katharina Miller, presidenta de la asociación Paridad en Acción, que en 2014 se presentó en la Junta de Accionistas de Telefónica para pedir explicaciones de por qué solo había una mujer en el Consejo de Administración. “No se confundan: no vengo aquí en calidad de activista de género; vengo aquí para proteger mi inversión”, dijo en su intervención. Miller, que protagonizó escenas similares en otras siete juntas de empresas españolas en el año 2014, se lamenta de que algunos ejecutivos no fueran demasiado receptivos. Así relató su experiencia en una entrevista con diariojurídico.com: “Fui a la junta de Técnicas Reunidas, una de las compañías del Ibex que no tiene representación femenina en el Consejo de Administración. Es una empresa de corte familiar con un presidente que tiene ochenta años y el vicepresidente es el hijo. Se sorprendieron mucho con mis preguntas. El presidente me contestó un poco molesto diciendo que la empresa iba muy bien, que tienen treinta directoras. Ridiculizó mis preguntas y la gente en la junta se reía, incluso las mujeres presentes”.

Las chanzas de las que fue objeto la abogada alemana muestran que aún queda mucho camino por recorrer para que la mujer sea aceptada plenamente entre las élites económicas y para que su ascenso a puestos de máxima responsabilidad en el sector privado deje de ser la excepción para convertirse en norma. Habrá que seguir muy de cerca si las grandes empresas españolas siguen las recomendaciones de la CNMV en los próximos cinco años.

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