20.000 sanitarios de refuerzo irán a la calle si la Junta de Andalucía no renueva sus contratos antes del 31 de octubre
20.000 profesionales de la sanidad pública andaluza, según cifras oficiales, están preocupados por su futuro laboral. Si nada lo remedia, muchos de ellos acabarán en el paro el próximo 31 de octubre cuando finalicen sus contratos temporales. Este grupo de sanitarios, que suponen el 17% del total de la plantilla actual del Servicio Andaluz de Salud (SAS) se incorporaron gracias a los llamados “contratos Covid” y han estado alargando su relación con la sanidad pública de Andalucía durante el último año y medio a través de diferentes ofertas de empleo que ha ido sacando la Consejería de Salud. Sin embargo, el próximo 31 de octubre acaban todos ellos sin saber qué pasará con su futuro.
Hasta el momento, el SAS no ha aclarado qué ocurrirá con los 20.000 contratos cuya fecha de caducidad es este mismo mes. De hecho, estaba previsto que hubiese una reunión esta misma semana entre profesionales, sindicatos y el propio SAS para abordar el asunto y definir qué puestos de trabajo se mantendrán y cuáles habrá que extinguir. Porque las fuentes sanitarias consultadas dan por hecho que no todos los puestos de trabajo se mantendrán y que muchos de ellos se perderán. Antes de la pandemia, en Andalucía había algo más de 95.000 profesionales sanitarios y ahora, gracias a los contratos Covid, esa cifra se ha incrementado hasta los 120.000 trabajadores de la salud.
Esas cifras delatan que la pérdida de la posible pérdida de una buena parte de estos 20.000 contratos ocurrirá en un contexto en el que la sanidad pública de Andalucía sufre una falta de personal para cubrir buena parte de sus especialidades, sobre todo en Atención Primaria. Según los sindicatos, la plantilla está envejecida y agotada por las malas condiciones laborales que afrontan y porque los nuevos sanitarios que salen de las facultades terminan yéndose en muchos casos a otras comunidades donde reciben un trato mejor.
Preocupación generalizada
CSIF, UGT, CCOO, Sindicato Médico y Sindicato de Enfermeros se muestran preocupados por la falta de iniciativa del SAS a la hora de resolver esta cuestión. Los días siguen pasando y la incertidumbre es total entre el personal que se puede ir a la calle. En su mayoría son enfermeros y auxiliares de enfermería, aunque también hay médicos que tienen una perspectiva más favorable para poder seguir trabajando en el sistema sanitario, debido a la necesidad de galenos que padece la sanidad pública andaluza.
Julián, nombre ficticio, es uno de esos sanitarios que no sabe qué será de su vida laboral a partir del 1 de noviembre. Su caso es un buen ejemplo de lo que padecen centenares de profesionales como él porque es enfermero, pero lleva años encadenando contratos temporales en el SAS. “Sabemos que renovar van a renovar, pero no sabemos a cuantos”, lamenta. Una situación en la que es muy difícil trabajar cómodamente. “Es todo bastante cansino porque en mi caso llevo un año y medio casi con cuatro contratos distintos”. La falta de estabilidad, que es una realidad habitual entre estos sanitarios, se ha agudizado aún más con la pandemia.
Además, él y sus compañeros se sienten simplemente peones dentro de un sistema que no les cuida. “Siempre es así, escuchas de tus jefes que qué apañado eres, que eres muy buen trabajador y enfermero, pero que somos números. Cuando llega tu hora te vas y ya está”. Por si fuera poco, como ya llevan meses siendo personal de apoyo de los centros de salud y los hospitales, los compañeros con los que trabajan están frustrados ante la posibilidad de perderles cuando llegue noviembre. “Cuesta en un principio que arranquemos, que el equipo funcione, que aprendamos en distintos sitios y con distintas manías… y que después de todo nos larguen”.
Personal de soporte
Julián recuerda que ahora viene la vacunación de la gripe así que “hay trabajo por hacer” en un contexto en el que asegura que es la primera vez, desde que está trabajando, que gracias a la pandemia se han cubierto todas las bajas y huecos que había entre el personal sanitario. “Ahora parece que somos muchos y no es así, lo que sí están cubiertos los sitios que se deben cubrir”, matiza. En ese sentido, otras comunidades autónomas ya han anunciado su intención de alargar los contratos temporales por la pandemia más allá del 31 de octubre y Madrid, Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha los han prorrogado hasta el 31 de diciembre.
En cuanto a los médicos que están con estos contratos temporales, su situación parece ligeramente mejor en cuanto a las perspectivas laborales, según informan desde el Sindicato Médico. Carmen Serrano, portavoz de esta sección sindical, avanza que la intención es que muchos de ellos se queden, aunque sus puestos de trabajo tienen letra pequeña. “La mayoría no han sido contratados como refuerzos para la pandemia, sino como personal para hacer de todo”. Eso ha llevado a que muchos de estos galenos estén continuamente cambiando de especialidad y dando soporte a otros compañeros en diferentes áreas. “Profesionalmente están maltratados, pero son necesarios y el SAS renovará a la mayoría”, puntualiza Serrano.
Fuentes del SAS afirman que “las renovaciones se adaptarán a las necesidades de los centros y en función de la situación epidemiológica”. Aunque no se puede concretar una cifra del número de profesionales que se mantendrán de los 20.000 contratos que acaban el 31 de octubre, el consejero de Salud, Jesús Aguirre, asegura que “se renovará el máximo de contratos, sobre todo en Atención Primaria”. No obstante, aún no se sabe en qué términos ni qué especialidad se verán más beneficiadas por la prórroga de estos puestos de trabajo ya que aún no se ha producido la Comisión Central de Bolsa donde se iban a tratar todos estos temas. De momento, no hay fecha para esa cita clave en la que deben participar miembros del SAS y de los sindicatos sanitarios.
1