Cuando las cosas iban bien, alguien imaginó un aeropuerto en Antequera. Vio aviones despegando por cientos desde un humedal recalificado y 500.000 pasajeros el primer año. El proyecto fue declarado de interés general por el Ministerio de Fomento. Pero el futuro ya no es lo que era y superada la visión de un porvenir repleto de aviones en el aire, lo que queda es que por el aeropuerto de Granada, a menos de una hora en coche de Antequera, pasan la mitad de los pasajeros que al comienzo de la crisis; que el de Sevilla, a hora y media, intenta a duras penas captar tráfico internacional porque desde España no se vuela; y que el de Málaga, a media hora, es el único aeropuerto andaluz que crece en número de pasajeros, pero no lo suficiente para que funcione su segunda pista. Cerrada por derribo la pasarela de las nuevas infraestructuras, el reto ahora es cómo sacar partido a lo que ya se tiene.
Hay cinco aeropuertos que operan vuelos comerciales en Andalucía: el de Málaga-Costa del Sol; el de San Pablo, en Sevilla; el Federico García Lorca (Granada-Jaén); el de Almería y el de Jerez. Todos ellos, a excepción del aeropuerto de Málaga (que creció el 1,9%), han empeorado sus cifras de pasajeros en lo que va de año. En total, y hasta octubre de 2013, un 3,52% menos de pasajeros. Pero descontado el aeropuerto de Málaga, que ha registrado 200.000 viajeros más y que concentra casi el 70% del movimiento aéreo en Andalucía, la sangría tiene peor aspecto, porque el descenso es del 13,6%. En el conjunto de España, la reducción ha sido del 4,4%. La preocupación existe: el consejero de Turismo, Rafael Rodríguez, y la consejera de Fomento, Elena Cortés, se reunieron el 26 de noviembre con la ministra de Fomento, Ana Pastor, y solicitaron que se establezca un plan conjunto para los aeropuertos andaluces.
Aena explica que la crisis aeroportuaria es el reflejo del contexto económico general y que lo peor ya ha pasado. De 210,5 millones de pasajeros en 2007, el año dorado del transporte aéreo en España, se pasó a poco más de 194 millones en 2012, y los aeropuertos andaluces perdieron tres de sus 22 millones de pasajeros. Aena, el gestor aeroportuario público (en la rampa de salida de la privatización) prevé una “estabilización” durante 2014 y remontar el vuelo al año siguiente. Para el año que viene ha anunciado una bonificación del 100% de las tasas a las nuevas rutas, con lo que pretende estimular la apertura de nuevas conexiones. Los datos de noviembre muestran un crecimiento con respecto al mismo mes de 2012. Es el primer signo positivo después de 22 meses continuados de retroceso.
La crisis se llevó por delante, en la primera fase, parte del tráfico internacional. Ahora, una vez recuperados países como Gran Bretaña o Alemania, sufre el mercado doméstico. Esto explicaría el crecimiento del Aeropuerto de Málaga, que embarca al 80% de sus pasajeros en vuelos internacionales, y que el aeropuerto de Sevilla, orientado al mercado nacional, haya perdido el 15,2% de sus usuarios en lo que va de 2013. En algunos casos, las terminales se quedaron semivacías: Granada, Almería y Jerez perdieron cerca de la mitad de los pasajeros de 2007 a 2012, y el año pasado ninguno llegó al millón de viajeros. Cada una de estas instalaciones tiene capacidad para acoger a cerca de tres millones de usuarios cada año, pero Aena explica que es un error evaluar en época de crisis la posible infrautilización de un aeropuerto: “En la planificación aeroportuaria es importante adelantarse a las necesidades futuras, ya no solo por la complejidad que tienen las actuaciones, sino también por evitar que se den situaciones de saturación”.
A la búsqueda de la conexión internacional
La gran inversión aeroportuaria en Andalucía se realizó desde 2001 a 2010. Durante una década, se acometieron mejoras en las terminales de Granada, Almería, Jerez y Sevilla, y se construyeron una nueva pista y otra terminal en Málaga. Pero llegado el momento de lucir las joyas, la música dejó de sonar. Ahora toca buscar nuevas parejas de baile y el turismo internacional es la estrella. El balance del año turístico 2012 editado por la Consejería de Turismo establece que casi uno de cada tres turistas llega a Andalucía en avión. La cuota de llegadas internacionales ha pasado del 58,3% del año 2007 al 64,4% en 2012, y las líneas de bajo coste acaparan el 76,7% de las llegadas. Y el turismo, ya se sabe, se traduce en ingresos. Según el informe de movimiento turístico (FRONTUR) y la encuesta de gasto turístico (EGATUR), en 2012 Andalucía recibió 7,6 millones de turistas extranjeros, que gastaron 8.126 millones de euros. A la cabeza de todos, el turista británico. En el contexto post-crisis, Málaga es el paradigma: mueve el 65% de los pasajeros de Andalucía; el 80% de su tráfico es internacional; y el número de británicos que aterrizan en el aeropuerto de la Costa del Sol, más de dos millones, prácticamente dobla al número de españoles. Es una de las tres ciudades europeas con más conexiones con Reino Unido, aunque ahora crecen los destinos a Turquía y Rusia.
Así que, identificado el maná, el resto de aeropuertos andaluces se han dispuesto a la búsqueda. En 2011, Sevilla puso en marcha el programa Impulso Destino Sevilla, una iniciativa conjunta del aeropuerto, el Ayuntamiento, la Diputación Provincial, la Cámara de Comercio, el Palacio de Congresos y los hoteleros. La apuesta son las rutas con el extranjero y, particularmente, Alemania, Suiza (se han estrenado rutas con Basilea y Ginebra) y los países nórdicos. Granada, que no cuenta con un grupo de trabajo consolidado, abrió en verano una nueva ruta con Londres (después de realizar una campaña de promoción en la capital británica), que será la única internacional que mantenga en invierno. Y Jerez y Almería se esfuerzan por reducir su marcada dependencia de la temporada de verano. En Almería, un grupo de empresarios ha constituido el Centro de Iniciativas Turísticas con el fin de impulsar la actividad del aeropuerto; pero Andrés de Lucas, su presidente, lamenta la falta de implicación de las instituciones públicas para rebajar las tarifas y dinamizar el aeropuerto, que en temporada de invierno opera con cinco destinos nacionales y uno internacional, Bruselas, por los 12 destinos nacionales y 27 al extranjero que funcionaron en verano. “Somos como Miami, y para eso hay que tener aviones económicos: para que la gente del frío pase su invierno en el sur”, razona.
Aún no funciona ni uno solo comité de coordinación aeroportuaria
De la reunión con la ministra Pastor el consejero de Turismo salió con una idea bajo el brazo: constituir “inmediatamente” el comité de coordinación aeroportuaria de Andalucía y las mesas provinciales en las que se sienten instituciones, empresarios y hoteleros. La creación de los comités está prevista desde diciembre de 2010, pero hasta hace dos meses no se ha regulado su funcionamiento. Pasados tres años no funciona ni uno solo en España. Sobre cómo conjuguen aeropuertos y turismo reposa en gran parte el futuro económico de la región. Hay cinco aeropuertos para unir Andalucía con el resto del mundo y un dogma en el sector: el aeropuerto no traerá al turista, pero al menos, no debe ser un freno al interés de las compañías.