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En busca del tomate marroquí: el fraude en el etiquetado eleva la tensión entre agricultores y comercializadoras de Almería

Tomates

Néstor Cenizo

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La importación de frutas y verduras desde Marruecos para su posterior venta en España está provocando una escalada de tensión entre agricultores y algunos comercializadores de Almería. Andrés Góngora, uno de los líderes sindicales más activos en denunciar el reetiquetado de productos marroquíes, pasó varias horas en un calabozo el lunes y ahora afronta una posible investigación judicial. La Guardia Civil de El Ejido lo interrogó en relación a una protesta ocurrida el 18 de febrero frente al almacén de Intercontinental de Verduras, una empresa que importa hortalizas desde Marruecos.

El incidente fue recogido en un vídeo publicado en las redes sociales de COAG Almería. Se observa cómo José Luis Seoane, socio de la empresa, intenta salir del almacén y se encara a decenas de personas que le insultan y le tiran pepinos. Acaba recibiendo una patada cuando trata de subir a su coche para regresar al almacén entre una lluvia de verduras.

“Me vi rodeado de gente, insultando, tirando cosas. Bastante es que aguanté el tirón”, explica Seoane, que reitera que no denunció a nadie en concreto porque no conocía a quienes protestaban, y que se limitó a llevar el vídeo a la Guardia Civil.

El lunes, los agentes tomaron declaración a Andrés Góngora, sindicalista de COAG. Estuvo varias horas en el calabozo y evitó contestar a las preguntas. Él se defiende: “Es una denuncia falsa: no lesioné ni amenacé a nadie”.

“Tienen máquinas para reempaquetar lo que viene de Marruecos”

La tensión que muestra el vídeo, con gritos de “chorizo” y “compra aquí el género”, tiene su origen en el fraude que se comete en algunos almacenes de El Ejido donde se cambian las etiquetas de frutas, verduras y hortalizas de Marruecos para revenderlas como si hubiesen sido producidas en Almería. Tal y como informó eldiario.es, la Junta de Andalucía ha abierto seis expedientes sancionadores tras detectar este presunto fraude u otros incumplimientos en la documentación.

Las organizaciones agrarias esgrimen vídeos de cajas marroquíes vacías a las puertas de un almacén. “Es público y notorio”, denuncia David Sánchez, abogado de Agricultura Viva y presidente de AnseprimAgricultura Viva, la asociación nacional del sector primario: “Algunas empresas tienen máquinas que se dedican a reempaquetar lo que viene de Marruecos. Otras lo tiran en contenedores con toda la desfachatez del mundo, en la puerta de la comercializadora”.

Góngora cifra en unas 30 las denuncias que COAG ha puesto desde el pasado verano dirigidas contra empresas que traen productos de Marruecos. Si se limitan a importar género de Marruecos y revenderlo como tal cumplirían la legalidad. Pero entre esas 30 estarían también las seis que investiga la Delegación Territorial de Agricultura, a las que un inspector ya levantó acta de infracción por constatar irregularidades.

“Ni un segundo más abierta”

Tanto Góngora como Sánchez exigen a la administración que adopte ya medidas cautelares. “Cuando se puede demostrar que están cambiando el etiquetado, esa empresa se tiene que cerrar por fraude. Ni un segundo más abierta”, reclama Góngora, que opina que la administración y las leyes son “blandas” ante un “clamor”. David Sánchez recalca que el acta de los inspectores tiene presunción de veracidad. “Si han detectado que se está procediendo al reetiquetado, la administración debería parar [la empresa] de forma inmediata, porque si no, están colaborando con un fraude a los consumidores”.

Fuentes oficiales de la Junta de Andalucía explican que las empresas investigadas pueden presentar alegaciones e insisten en que los expedientes no son públicos hasta que haya, si la hay, una sanción. Entonces se publicará en el BOJA. Se informará “cuando la ley lo permita”, dijo la consejera Carmen Crespo el viernes.

“El malestar sigue creciendo. No se está dando transparencia a algo que es muy conocido por todo el mundo. Nos hacen una competencia desleal delante de nuestras narices”, protesta Góngora.

La Junta de Andalucía también se niega desvelar cuáles son los seis presuntos infractores y ha denegado la personación en el expediente de Agricultura Viva en Acción.

“Ocurre porque a veces falta producto español”

Entre tanto, la desconfianza se ha asentado hacia muchas empresas importadoras. Esto ha provocado situaciones como la del pasado 18 de febrero, cuando decenas de agricultores que protestaban por los precios bajos acabaron ante el almacén de Intercontinental de Verduras. “Sólo dije públicamente que esta empresa trae productos de Marruecos masivamente”, resalta Góngora.

“Nosotros no estamos expedientados, ni lo hemos estado nunca”, asegura Seoane, el hombre increpado. El martes recibió una visita de los inspectores y hace una semana, de la Policía, pero dice que no encontraron nada irregular. “No podemos hacer un cambio de etiquetas o embalajes porque no tengo personal. Sólo trabajan aquí dos personas. Se necesitan también mercancías españolas, y el 100% de mi volumen es marroquí. Todo pone ”Origen: Marruecos“”, se defiende. Asegura que las cajas están serigrafiadas y etiquetadas con toda la información, y que sus camiones no ocultan su procedencia. No hay confusión posible, insiste.

Eso sí, Seoane se desentiende de lo que hagan sus compradores con el género: “Esto ocurre porque a veces falta producto español y [las grandes distribuidoras] miran para otro lado. Si viene alguien y me compra un palé, yo vendo un palé con origen de Marruecos. Lo que haga con él ya no es mi problema”. “Este fraude [del etiquetado] no lo hacen pequeñas empresas como la mía, sino otras que me compran a mí o a otros, y luego hacen lo que quieren. Son grandes empresas que trabajan con la gran distribución”, denuncia, antes de admitir que sospecha que ha tenido clientes que han incurrido en esta práctica.

“Tratan de confundir”

Para algunos agricultores, la ubicación en los polígonos hortofrutícolas de El Ejido de empresas que únicamente trabajan con productos marroquíes induce a confusión. “Hemos visto envases donde pone Marruecos, pero sutilmente: todo lo demás en español. El CIF de la empresa: Almería. Tratan de confundir haciendo ver que son agricultores de Almería y por eso están aquí. Queremos que se vayan. Se están aprovechando”, denuncia Andrés Góngora, que pide “separarlos del sector”.

Por su parte, Seoane insiste en que su negocio puede gustar o no, pero es legal. “No tengo nada que esconder”.

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