El turismo en Andalucía y, por extensión, el sector turístico andaluz, marcha viento en popa. En un contexto doméstico marcado por la crisis de vivienda, el alza de precios y su relación con el modelo turístico, con manifestaciones masivas en Málaga (en junio y noviembre), Sevilla o Cádiz, la industria turística andaluza ha seguido creciendo hasta bordear los 20.000 millones de euros en ingresos en los tres primeros trimestres. Las proyecciones hablan ya de 35 millones de turistas cuando se cierre 2024.
El consejero de Turismo y Andalucía Exterior, Arturo Bernal, ha presentado este viernes el balance turístico del destino durante los tres primeros trimestres, del que se extrae que 28,9 millones de turistas han visitado Andalucía en lo que va de año. La previsión es que a cierre de 2024 la cifra llegue a 35 millones, lo que supone, ha dicho, que “será el mejor año de la serie histórica”, superando los 34,2 que llegaron en 2024.
Consciente de que el crecimiento sin freno del turismo ahora despierta recelos en capas importantes de la población de zonas ya saturadas, Bernal ha sacado pecho pero poco. Aunqe “estamos creciendo, lo hacemos moderadamente”, ha dicho, subrayando que el crecimiento porcentual es mayor en materia de ingresos, “de nuevos mercados que somos capaces de traer al territorio, en materia de nuevos turistas con mayores capacidades de gasto, mejores ingresos, mejor empleo y mayor número de contratos laborales con una menor temporalidad”.
El objetivo de su consejería ahora es, según insiste, no tanto crecer en número de turistas, sino atraer “turismo de calidad” que deje más ingresos en la economía local. Además, desde hace meses, Bernal se esfuerza en contrarrestar las críticas a la saturación turística en algunas zonas alertando del riesgo de turismofobia y enfatizando la importancia de “desestacionalizar” para garantizar la “sostenibilidad”. En la práctica, distribuir el número de visitantes alargando la temporada alta turística más allá de los meses centrales del verano.
Sin embargo, Andalucía sigue recibiendo cada vez más turistas en verano. Fueron un 4,2% más que durante el periodo estival del año anterior, cuando la cifra creció 7,7%. En 2019, año previo a la pandemia, la subida del 4,8%. Bernal ha hecho hincapié que Andalucía “crece más en los periodos de temporada baja”, con aumentos de visitantes del 10,5% en el primer trimestre y del 5,1% en el segundo.
“La tasa no es la solución”
Bernal ha vuelto a mostrar su oposición a una posible tasa turística. Preguntado directamente por la petición directa del alcalde de Málaga (Francisco de la Torre, PP) al presidente Pedro Sánchez, para que el Gobierno estudie su creación a través de la Ley de Haciendas Locales, Bernal ha insistido en su tesis: el problema es la financiación local y no se resuelve con un nuevo tributo al turista. Eso sí, el consejero ha dicho que de estudiarse su creación, corresponde hacerlo al Estado, y no a la comunidad autónoma.
El debate sobre la tasa turística se abrió paso en Andalucía en el primer semestre del año, y genera sarpullidos en el Gobierno andaluz, refractario a su creación por cuestiones ideológicas, a pesar de que los principales alcaldes andaluces del PP (De la Torre, Sanz -Sevilla- o Bellido -Córdoba-) lo ven con buenos ojos.
El primero que se opone es Bernal, que forzó el arrinconamiento del debate de primavera creando un Observatorio de la Sostenibilidad Turística el pasado mayo, de cuyos trabajos nada se sabe. “Siempre me han escuchado decirles que la tasa no ha sido solución a ningún problema que los ayuntamientos hayan puesto encima de la mesa en los últimos veinte años en ninguna ciudad del mundo”.
A juicio del consejero, el problema es el modelo de financiación local y exige abordarse desde esa óptica. “Cualquier otra solución que se tome son parches, y los parches no solucionan el modelo, lo que hacen es que lo complican”. “Roma, Ámsterdam, Venecia tienen tasas turísticas de hace ya mucho tiempo, tasas que superan en algunos casos los 20 euros por zona y pernoctación y, sin embargo, son ciudades, como, en el caso de Venecia, que una sola ciudad tiene prácticamente los mismos turistas que tenemos en Andalucía en todo el año”.
Más crecimiento en ingresos que en empleo
Para Bernal, el foco debe ponerse en la economía que genera el turismo. La comunidad ha recibido 19.630 millones en ingresos generados por esta industria, lo que supone un incremento del 7,8% en términos reales respecto a los nueve primeros meses de 2023. Según el consejero, estos resultados “permiten asegurar que el turismo cerrará 2024 como el mejor de la serie histórica”. La expectativa es cerrar el año en torno a los 29.500 millones de euros.
El empleo turístico crece, pero no en la misma proporción. En los nueve primeros meses del año se han alcanzado los 438.700 ocupados de media, un 2,8% más que en el mismo periodo de 2023 y un 3,4% más que en 2019. Según Bernal, las tasas de temporalidad son “inéditas”, ya que este índice se situó hasta septiembre en el 23,7%, “la cifra más baja de la serie histórica”.
En cuanto a los ingresos, los 19.630 millones de euros generados en los nueve primeros meses son 2.200 millones más que en el mismo periodo del pasado ejercicio, con un especial aumento en el gasto del turismo extranjero del 20,6%, “cuatro puntos por encima de la media nacional”.
El destino recibió en los tres primeros trimestres 10,8 millones de turistas procedentes de mercados internacionales, un 12% más que en 2023 y un 11,5% por encima de 2019, alcanzando una cuota en el país del 14,6% del total de visitantes foráneos llegados a España.
En este caso, ha precisado, también se detecta un mayor incremento en los dos primeros trimestres, con subidas del 18,74% y del 11,36%, respectivamente, frente al aumento del 9% en los meses de verano. El consejero ha incidido la diversificación de mercados y en los resultados de la promoción en mercados lejanos, con un crecimiento del 133% en los turistas asiáticos y del 44% en los procedentes de Estados Unidos.
Entre los europeos, destacan Países Bajos (un 55% más) e Italia y Portugal (cerca de un 40% más). El primer emisor internacional para el destino, Reino Unido, registró una tasa de aumento en el número de turistas del 6,6%, si bien se mantiene por debajo del nivel de 2019.