Andalucía hará un registro oficial de familias monoparentales para depurar casos irregulares
Hace años que el Gobierno de Andalucía otorga ayudas públicas y prioridad para acceder a determinadas prestaciones a las familias monoparentales. Hay normativa andaluza y subvenciones que benefician a este colectivo en Vivienda, Salud, Igualdad y Educación, sin que la Junta tenga claro del todo qué es una familia monoparental. No existe una regulación estatal y el criterio que usa la Junta para definir a los potenciales beneficiarios de ayudas y servicios no es homogéneo, varía según la consejería y según el caso, incluso se han dado contradicciones a la hora de otorgar una prestación a unos y negársela a otros, aunque aparentemente cumplan los mismos requisitos.
Para poner orden en este asunto, la Consejería de Igualdad va a desarrollar un decreto específico que clarifique qué es una familia monoparental y qué requisitos debe cumplir y demostrar para beneficiarse de las políticas públicas. A la espera de que se concrete una ley estatal -existe una proposición no de ley del PSOE registrada en el Congreso-, la Junta pretende crear el primer registro andaluz de familias monoparentales, que tendrán un carné similar al que ahora tienen las familias numerosas, un colectivo que también se beneficia de prestaciones, pero que está mucho más acotado y definido.
Una familia monoparental, según la definición de la Real Academia de la Lengua Española, es aquella “que está formada solo por el padre o la madre y los hijos”. La Administración de Susana Díaz reconoce a 326.000 hogares monoparentales en Andalucía, un 18,6% del total nacional. La mayoría, en torno al 80%, son madres solas con hijos, y el 20% restante son hombres solos. La cifra es más del doble de familias numerosas de Andalucía: 120.000.
Hace diez años que la Consejería de Educación equiparó a este tipo de familias con las familias numerosas como beneficiarios de servicios: ambas tienen la misma puntuación extra para lograr plaza en el colegio que quieren para sus hijos, y ambas reciben bonificaciones en los precios del comedor escolar, el aula matinal y las actividades extraescolares en las escuelas públicas.
Sin embargo, en cuanto la Junta incluyó a las familias monoparentales en el decreto de escolarización -que puntúa el baremo de acceso a una plaza escolar- comenzaron a multiplicarse la picaresca de padres que simulaban separaciones (e incluso divorcios) para obtener esos beneficios públicos. La propia consejería ha tenido que redefinir varias veces el concepto de familia monoparental para depurar los casos irregulares que se daban, sobre todo, en barrios aburguesados de las ciudades donde la demanda de plazas en colegios concertados superaba con mucho la oferta. Los padres peleaban entre sí y se denunciaban mutuamente -ante la Administración y ante los tribunales- poniendo en duda la condición de familia monoparental. Para Educación, se trata de aquella en la que la patria potestad es ejercida por una sola persona, o por dos, cuando existe una orden judicial de alejamiento para una de ellas.
Picaresca y fraude social
La picaresca de parejas que se separan o divorcian para presentarse ante la Administración como familia monoparental es algo que la propia Junta incluye dentro de un amplio catálogo de “fraudes sociales” que aún no han logrado atajar. En este caso es especialmente grave, porque las familias que simulan una separación lo hacen normalmente para matricular a su hijo en un colegio privado concertado con cierto estatus social. Mientras tanto, la ONG Save the Children esgrime un informe donde señala a las familias monoparentales como los hogares más vulnerables a la pobreza infantil. El 54% de menores de España en riesgo de exclusión social pertenece a familias monoparentales, un 12,5% por encima de la tasa de pobreza infantil. En el caso de Andalucía, el porcentaje de niños pobres que viven solos con sus madres se dispara hasta el 73,9%.
El pasado mes de marzo, el PSOE federal anunció una proposición no de ley en el Congreso para extender los derechos de las familias numerosas a las monoparentales. El texto hacía referencia el Instituto Nacional de Estadística (INE), según el cual las familias monoparentales han crecido más de un 24% desde 2006. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, sostiene que estas familias deberían llamarse en realidad “monomarentales”, puesto que el 82,7% de estos hogares están encabezados por una mujer. El 51% de las mujeres que cuidan solas a sus hijos está desempleada o trabaja en la economía sumergida, según la presentación del proyecto del PSOE. Y sólo un tercio de estas mujeres desempleadas e inscritas como demandantes de empleo percibe algún tipo de prestación.
La consejera de Igualdad, María José Sánchez Rubio, sostiene que no es de recibo que la Administración tenga que hacer, como ahora, “una averiguación específica de cada familia que acredite si su situación es la que dice que es”. “Esto no es operativo”, dice Sánchez Rubio, que ha defendido el diseño de una nueva acreditación para familias monoparentales, un registro y un carné que puedan presentar para acceder a ayudas y prestaciones públicas. La presidenta Susana Díaz fue quien anunció el nuevo decreto de familias numerosas la semana pasada, durante el debate de política general del Parlamento, y este martes ha recibido en San Telmo a una asociación que representa al colectivo.