Un año “crítico” para el sistema sanitario andaluz
La presión por cumplir con las cifras de déficit y las reducciones presupuestarias están teniendo impacto en las plantillas de personal sanitario; y por ende en la capacidad de los profesionales y en la calidad percibida de la asistencia prestada. Esa es la perspectiva que trasladan los principales sindicatos del sector sanitario, que ven este 2014 como un año especialmente “crítico”, para el sistema, y “caliente”, desde el punto de vista de la actividad sindical, y que perpetúa la pérdida de recursos humanos en hospitales y centros de salud que se ha venido produciendo desde 2010.
Desde la Consejería de Salud, explican que la aplicación de la jornada laboral de 37,5 horas en cómputo semanal impuesta por el Gobierno central, “que está siendo aplicada por imperativo legal desde el 1 de julio de 2012, indudablemente, ha tenido consecuencias para los profesionales del SAS”. Además, también apuntan al Gobierno central para indicar que “también ha limitado al 10% la tasa de reposición de las jubilaciones, lo que limita las plazas en las convocatorias de empleo público”. Desde la Consejería hacen hincapié en que “el SAS ha trabajado para que el incremento de jornada se gestione con criterios de eficiencia y óptima organización y evitar el despido de 8.000 trabajadores”.
“En el año 2013 los recortes han sido extremos en el Servicio Andaluz de Salud y en las empresas públicas. Hemos perdido plantilla de una manera espectacular y en mayor medida que otros servicios de salud del Estado. También hemos perdido más retribuciones y creíamos que, después de los esfuerzos realizados en 2012 y 2013, la ley de presupuestos de 2014 iba a paliar de alguna manera la situación. Nos hemos encontrado que el equipo de Gobierno de la Junta ha sacado adelante los presupuestos y van a seguir perpetuando estos recortes, que no sólo debilitan la capacidad del sistema, sino la paciencia de la gente”, explica Francisco Muñoz, Secretario Autonómico del Sindicato de Enfermería de Andalucía (SATSE).
Por su parte, el presidente del Sector de Sanidad de CSIF Andalucía, Javier Martínez, alude a la “utilización” del personal laboral estatutario “para hacer caja sin tener en consideración la asistencia sanitaria al ciudadano ni los servicios que se prestan”. Como ejemplo de factores que inciden en la presión asistencial, indica que “no ha habido contratación, ni para hacer sustituciones de verano ni en navidades”. “El personal en planta está bajo mínimos”, añade. Según describe Martínez, “yo mismo he comprobado en el Hospital Virgen de las Nieves de Granada cómo hay pacientes que han estado 13 horas esperando la observación con sólo dos enfermeras en el turno”.
Los representantes sindicales subrayan el impacto que tiene la pérdida de recursos humanos y de calidad asistencial. Para Antonio Rico, secretario general del Sindicato Médico Andaluz, 2013 ha sido “otro mal año para los profesionales sanitarios, que desde el año 2010 están padeciendo sucesivos recortes, tanto a nivel retributivo, como asistencial”. Rico hace hincapié en que “los recortes asistenciales no sólo afectan a los profesionales, sino también a los ciudadanos que ven mermados sus derechos de asistencia en cuanto a la calidad y al aumento de las esperas”.
En esta línea, todos aluden al informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), que sitúa a Andalucía en una inversión en salud por habitante en 2014 de 980 euros, muy por debajo de los 1.204 de media.
2014, un año movido
Las centrales sindicales prevén que será un año movido para los profesionales. La sección de Sanidad de CSIF-A ha anunciado una campaña activa destinada precisamente “a recuperar esos derechos y esos recortes que hemos sufrido en estos años”. La campaña irá acompañada de 50.000 octavillas reivindicativas mensuales, vídeos informativos y acciones de protesta, “en las que incluiremos manifestaciones y encierros en centros clave”. “Este año va a ser un año caliente para la actividad sindical porque no vamos a aceptar más recortes en los presupuestos para el personal estatutario”, destaca.
Desde SATSE, Francisco Martínez apunta que “la situación va a ser bastante complicada. Esto plantea un escenario que va estar marcado por la confrontación con el Servicio Andaluz de Salud”. Desde el Sindicato Médico Andaluz, Antonio Rico indica que será un año difícil, “ya que se ha visto que el único elemento es el afán recaudatorio del Gobierno Central y Autonómico”.
Tres escollos en el ámbito profesional
Básicamente, los representantes sindicales describen tres cuestiones que marcan el deterioro de los recursos humanos del Servicio Andaluz de Salud.
1. Pérdida de puestos de trabajo
Según las cifras que aportan los sindicatos, en el Sistema Sanitario Público Andaluz se perdieron (según publicaciones del Ministerio de Hacienda y Administración Pública) más de 7.650 puestos de trabajo de 2010 a 2013, lo que supone una reducción del 7.9 % de la plantilla. Concretamente, de 96.136 profesionales a 88.466. “Aún no tenemos datos del 2013-2014 pero nuestra previsión es pesimista. La tendencia sigue siendo a la reducción del nº de trabajadores sobre todo por la tasa de reposición del 10 %”, indican desde SATSE.
Para subrayar estos datos, Javier Martínez, de CSI-CSIF, indica que los censos electorales para las elecciones sindicales en 2010 era de 93.000 trabajadores y en el de agosto 2013 fue de 86.000.
Para la Consejería de Salud, en 2013 se ha conseguido mantener el empleo público respecto a 2012 en una media mensual de 95.600 empleados. Según fuentes de la Consejería, “se ha realizado una utilización interesada de los datos del boletín del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas al ignorar que dichos datos no incluyen a los profesionales que tienen contratos de corta duración tanto eventuales como interinos sustitutos. La evolución en la plantilla sólo refleja la prohibición de la tasa de reposición impuesta por el Gobierno de la Nación. De enero a julio 2013, el peso del empleo de los trabajadores del SAS ha pasado de representar el 17,9% del país al 18,3%”.
2. Contrataciones al 75%
“Más de 8.000 trabajadores están al 75, 50 y 25% y muchos de ellos desde hace más de 10 años renovándose antes anualmente ahora como máximo al 75 y mes a mes; llevamos 7 años sin Oferta Pública de Empleo y sin Concursos de Traslados; y ahora se nos convoca una Oferta Pública de Empleo ridícula”, agregó el presidente del Sector de Sanidad de CSIF Andalucía. Desde SATSE, subrayan que “aunque los contratos deberían implicar una reducción de jornada proporcional a la del sueldo, en la práctica los profesionales con contratos al 75% están trabajando entre jornada ordinaria y complementaria (guardias), más del 100%, superando en algunos casos las 180 horas mensuales, pero sin percibir el salario que les correspondería por el 25% restante si no a precio de jornada complementaria. Este sindicato cree necesaria la conversión de los nombramientos al 75% en contratos al 100% de jornada, ”eliminando parte del trato discriminatorio que sufre el sector sanitario con el resto de sectores de la Función Pública Andaluza“. A esta circunstancia se suma la necesidad de regular de una forma homogénea y definitiva la nueva jornada laboral de 37,5 horas cuya aplicación y exigencia es desigual en función de la categoría profesional, segun indican.
Para la Consejería de Salud, en Andalucía, se ha optado por mantener elempleo público y se han realizado contrataciones del personal eventual al 75% de jornada para evitar el despido directo de unos 8.000 profesionales eventuales. “Sin embargo, la Consejería es sensible y entiende el malestar de los profesionales eventuales que han realizado un importante esfuerzo al ver reducidas sus retribuciones”, explican desde la administración. “La Consejería reconoce este esfuerzo de los profesionales y es una prioridad mejorar su situación en cuanto sea posible y se puedan revertir las contrataciones al 75%, una medida que sólo será posible cuando las imposiciones del Ejecutivo central dejen de asfixiar a las autonomías”, subrayan.
3. Sueldos más bajos
Es complejo establecer una media de la pérdida de retribución que pueden haber sufrido los profesionales sanitarios. La pérdida económica con los últimos recortes del personal de Enfermería, por ejemplo, varía mucho según la labor que desarrollen. “En algunos casos, como los profesionales que tenían contratos de eventuales estructurales y que ahora se les han transformado en parciales, se han convertido en menos que mileuritas”, explican desde SATSE. En términos generales, según sus datos, para un profesional de Enfermería de Atención Especializada entre 2010 y 2013 su nómina se ha reducido anualmente en torno a 3.400 euros, mientras que en Atención Primaria la cifra se eleva para una enfermera media a los 5.600 euros.
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