Abrió una puerta a las mujeres en el Carnaval de Cádiz cuando su presencia era todavía casi un tabú. Se implicó a fondo en la fiesta, capeó las críticas y acabó imponiendo un sello personal en su agrupación de siempre, el coro mixto. Ahora, en los albores de un nuevo Carnaval, se ha marchado para siempre a los 71 años Adela del Moral, toda una pionera que entró en la historia como la primera mujer en conquistar el Antifaz de Oro, que distingue a carnavaleros con una trayectoria destacada de más de 25 años.
Nacida en la capital gaditana en 1953, debutó en 1981 como autora de la música de Mariscaores gaditanos, y ahí emprendió una carrera, no exenta de dificultades, que se prolongó hasta 1997. “Compartí con ella la época más importante del coro mixto, la de los 80 y mediados de los 90, y también fuimos rivales, naturalmente”, recuerda Pepe Marchena, otro veterano carnavalero. “Era el alma mater de aquella agrupación, la primera de ese tipo que irrumpió en el concurso y la que tuvo que soportar años de incomprensión, rechazo y desprecio”.
Para Marchena, la única explicación de toda aquella hostilidad era el “machismo puro y duro” que dominaba la fiesta, a pesar de que había habido algunos precedentes de agrupaciones femeninas antes de la Guerra Civil, e incluso en los primeros 80. Pero Adela del Moral “aguantó todo tipo de descalificaciones estoicamente, y empezó a ganar premios, hasta el punto de que los demás empezaron a verla como una amenaza”.
Paciencia infinita
También recuerda que una de sus características más notables era “una paciencia infinita, porque imagina lo que tiene que ser ensayar durante meses con 40 personas: eso no se lo deseo ni a mi peor enemigo. Pero ella tenía como digo la paciencia del santo Job, y el resultado está ahí. Además, era muy buena persona”.
Hitos como La Viudita Naviera, Watussi, La Tertulia de Doña Frasquita, El Imperio Inca, Oh Cádiz, La Jaima o Tracaná jalonan una producción en la que Del Moral estuvo siempre acompañada por su esposo, Luis Frade, quien asumía la dirección global del coro. “Lo llevaron todo con resignación, aguantaron verdaderos temporales, pero ha pasado a la historia”, evoca Marchena. “Lo mejor de todo es que los reconocimientos le llegaron en vida, porque normalmente vienen cuando ya te has ido. Tiene su Antifaz de Oro, su consideración de Hija Predilecta de Cádiz, su calle rotulada con su nombre… Y todos nos alegramos de que así sea”.
Una política sin aristas
Maestra de profesión, Adela del Moral también tuvo una intensa dedicación a la política, llegando a ser concejala del PSOE en la oposición en el Ayuntamiento gaditano, en el equipo de la candidata socialista a la alcaldía María de la O Jiménez. Luis Ben, compañero de partido en aquella etapa, la define como “una persona afable y dialogante, a partir de unas ideas firmes de mujer progresista y de izquierdas. No tenía aristas, era una persona centrada y agradable en sus formas y en su trato, volcada como mujer de partido en asuntos que dominaba como el Carnaval, la cultura y la igualdad”.
Para la actriz Ana López Segovia, una de las muchas gaditanas que siguieron abriendo camino para las mujeres en el Carnaval, en su caso como chirigotera y romancera, “no tengo palabras, estoy en shock. Es la mujer más importante del Carnaval gaditano en toda su historia. El precedente que ella sentó no lo ha sentado a nadie, ha sido una inspiración y se enfrentó a críticas y a toda la hostilidad de la caverna, de hombres y mujeres que la criticaban. Lo importante es que pudo recoger los frutos y los reconocimientos, qué guay que nuestra tierra la honró. Solo tengo palabras de agradecimiento, gracias a ella estamos las demás aquí”.