El alcalde de Cádiz pedirá la reprobación de Teófila Martínez por sus insultos
El enfrentamiento entre el Gobierno municipal de Cádiz y el Partido Popular de la ciudad gaditana sigue vigente. Las palabras de la exalcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, en las que llamaba “cacique y fascista” al alcalde José María González 'Kichi' en la Junta General de Cádiz 2000 del lunes han tenido este miércoles la respuesta.
González, junto a los portavoces Martín Vila y Ana Fernández, ha anunciado que pedirá la reprobación de los concejales del Partido Popular Teófila Martínez e Ignacio Romaní en el pleno ordinario correspondiente al mes de octubre que se celebrará este viernes. Romaní había llamado “cobarde” al alcalde gaditano en una junta donde se trataba la remunicipalización de determinados servicios que se habían externalizado durante los mandatos anteriores del PP.
“No soy ni un cacique ni un fascista por realizar un proceso de municipalización ni por intentar llevar a cabo nuestro programa electoral. No soy ni cacique ni fascista por intentar gobernar esta ciudad pese a ellos”, ha señalado José María González.
“La actitud de Martínez fue lamentable e inaceptable, porque lo único que hicimos fue dejar sobre la mesa un debate hasta contar con unos informes para evaluar y calibrar las consecuencias de la municipalización de los servicios de playa, y es algo que entra en mis prerrogativas como presidente de esa junta general”, ha explicado 'Kichi'.
“Tanto Teófila Martínez como su partido aún no han digerido que no son ya el gobierno de esta ciudad, no han digerido que no son capaces de dirigir el funcionamiento de esta ciudad. Es totalmente inaceptable ver a mi antecesora en el cargo, a la que fuera alcaldesa durante 20 años, proferir toda clase de exabruptos e insultos en un tono incendiario”, ha denunciado el alcalde.
Sobre el concejal Ignacio Romaní, que le llamó “cobarde”, ha dicho que “no tengo ni tenemos miedo ni a él porque somos honestos y podemos mirar a nuestros vecinos a la cara y decir que lo que estaba haciendo el PP y lo dice un fiscal, es favorecer un proceso de privatizaciones que beneficiaban a unos pocos y que eran después los que les financiaban las campañas electorales y eso lo podemos decir a la ciudadanía con los resultados de la investigación de la trama Gürtel”.
La versión del Partido Popular
La respuesta del PP se produjo en una rueda de prensa que tuvo lugar a renglón seguido de la ofrecida por el alcalde de Cádiz. Ignacio Romaní mostró un vídeo de unos 30 segundos en el que aparece José María González llamando “corruptos” a los miembros del PP desde la presidencia plenaria, al concejal Martín Vila llamando “cobarde” a un concejal del PP en otra sesión, o como otro concejal de Podemos, Martínez de Pinillos, diciendo a los populares que están “acostumbrados a formar torturadores”. Y finalmente como el jefe de Alcaldía, José Vicente Barcia, llamaba “fascista” al propio Romaní el pasado lunes en los pasillos municipales.
(Vídeo de Onda Cádiz)
Romaní explicó antes que “todo este escándalo que quiere formar el alcalde del puño fácil y la mandíbula de cristal es para ocultar que lo del lunes fue una cacicada injustificable”. Los populares sostienen que las propuestas que retiró del pleno eran del PP y no tiene potestad para hacerlo sin debatir y votarlo. Salir ahora como víctima cuando llevan dos años de insultos, acusaciones y amenazas es simplemente de risa“.