El centro de sin techo de Algeciras tiene fecha de cierre: “Pedimos a los políticos que no nos abandonen”
El Centro de Puertas Abiertas de la Villa Vieja de Algeciras solo tiene garantizada su continuidad hasta el 15 de enero. No es un albergue al uso, pero acoge a unas 25 personas sin hogar y una vez que venzan los fondos europeos que lo mantenían, va a cerrar sus puertas. Desde el Ayuntamiento de Algeciras (PP) se están buscando alternativas, pero a día de hoy los usuarios saben que, a partir del año que viene, no tendrán otro techo al que acudir.
Realmente se trata de un Centro de Intervención de Baja Exigencia al que solo acuden para pernoctar, pero en Algeciras es conocido como “el albergue”. En un primer momento, denunciaron varias asociaciones que el cierre tendría lugar el 31 de diciembre, pero desde el Ayuntamiento se ha confirmado que finalmente se producirá a mediados de enero.
Para Andrés de la Peña, presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía “este retraso no arregla absolutamente nada. El Ayuntamiento sabía desde hace tres años que esta subvención se terminaba el 31 de diciembre. Ha esperado hasta última hora para empezar a hacer gestiones y ha tenido tiempo suficiente para preverlo para sus presupuestos porque viene a costar unos 120.000 euros al año”.
Cama, café y bocadillo
Fernando, uno de los usuarios, del centro, destaca que “allí nos dan una cama, un café y un bocadillo en estas fechas tan duras para los que estamos en la calle. Tengo 61 años, no tengo ingresos y cuando me he enterado de que van a cerrarlo siento tristeza porque nos van a quitar ese pedacito de pan en estas fechas por un papel, que por lo que se ve vale más que una persona. A todos los políticos les digo que piensen en las personas y que no nos abandonen”.
Para María Victoria, también habitual en estas instalaciones, el cierre supondría un gran problema: “Yo tengo problemas de salud, apnea del sueño y debo dormir con una máquina y en la calle no puedo estar porque sería morirme. Y como mujer me da miedo de que me puedan hacer algo. En la calle no se puede estar ni siendo mujer ni siendo hombre. Necesito que se le dé una solución a este problema”.
Mohamed es marroquí, tiene 18 años, y afirma que “este albergue me ha ayudado mucho porque estaba sin trabajo y sin casa y hasta tener algo fijo es fundamental para tener algo de comer y un sitio donde dormir”.
Andrés de la Peña tiene claro que si el cierre se produce la única alternativa que hay es “la calle” y lamenta que haya habido una situación externa que ha influido también en la decisión: “Los vecinos desde el principio se mostraron en contra de que se ubicara allí el centro y llegaron a decir que preferían que aquello estuviera sin farolas y sin un buen asfaltado que tener a estas personas allí. El Ayuntamiento se escuda diciendo que había un compromiso con los vecinos para marcharse”.
“El compromiso era el traslado”
Paula Conesa, delegada de Bienestar Social del Ayuntamiento, ha atendido a este medio y ha ofrecido su versión: “Nosotros creamos un Centro de Puertas Abiertas que depende de unos fondos europeos que tienen un final. Llevamos muchos meses buscando alternativa habitacional porque los vecinos no lo querían en el sitio donde está ubicado y el compromiso era trasladarlo”.
Asegura que a sus usuarios “no se les va a dejar abandonados. Vamos a buscar alternativas y estamos buscando financiación. Nosotros fuimos los primeros que apostamos por este perfil de centro”. Conesa señala que la intención del Consistorio es “volver a sacar la concesión cuando encontremos consignación presupuestaria y la postura es retomarlo. La Mancomunidad de municipios debería responder a una demanda histórica”.
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