La industrial auxiliar del metal de Cádiz paraliza los astilleros contra los despidos “por represalias”

Cuando los empleados del metal de las empresas auxiliares del Astillero de Puerto Real (Cádi) cortaron el puente Carranza el pasado jueves 13 de agosto en demanda de carga de trabajo para la factoría no se imaginaban lo que llegaría después. La Coordinadora de Trabajadores del Metal (CTM) ha denunciado que el viernes, un día después, fueron despedidas dos personas que trabajan en una empresa auxiliar y que se incluyeron dentro de otros ocho despidos más.

Todo ello ha llevado a que los trabajadores de la industria auxiliar paralicen los astilleros de manera indefinida. Y lo hacen porque no creen la justificación esgrimida por Nervión Industries para realizar los despidos. La empresa considera que el descenso de la carga de trabajo hacía imprescindible esta medida, pero desde la coordinadora se ve de otro modo.

“Tenemos claro que se trata de una represalia en respuesta a la participación de los compañeros en las movilizaciones de los últimos días. Y lo tenemos claro porque hubo primero ciertas sugerencias de la empresa a los dos compañeros para que no continuaran con las movilizaciones; luego amenazas por parte de Navantia a dicha empresa y posteriormente amenazas de la empresa auxiliar”, denuncian en un comunicado.

En la mañana del lunes se ha decidido en una asamblea paralizar la producción de manera indefinida. Dos de los despedidos son representantes de la CTM y estos han acampado en las puertas de Navantia hasta que reciban explicaciones por parte de la directiva. Además, anuncian movilizaciones para las próximas semanas, a las que se unirá el comité de empresa de San Fernando, que en un comunicado señala que “comparte el apoyo a las movilizaciones y la solidaridad con todos y cada uno de los trabajadores y trabajadoras tanto de plantilla como de industria auxiliar en sus reivindicaciones”.

La versión de Navantia: la decisión es de la empresa auxiliar

La versión oficial de Navantia es que la decisión de los despidos depende exclusivamente de las empresas auxiliares y que éstas han entendido que se trataba de una medida por las necesidades de personal. Además, hace hincapié en que el comité de empresa del astillero puertorrealeño no ha apoyado estas protestas. Este medio se puso en contacto con Nervión Industries, pero la empresa ha rechazado hacer valoraciones al respecto.

“Cuando se está debatiendo el futuro de Navantia en la Bahía de Cádiz y contratos que serían básicos de cara a futuro y se ha puesto todo el empeño para que se recuperen las posiciones que se han perdido por culpa de la pandemia, cualquier incidencia devuelve al sector al escenario de la amenaza de la supervivencia”, ha reaccionado a las movilizaciones la Federación de Empresarios del Metal de la provincia de Cádiz (FEMCA). Esta patronal dice haber contactado con Navantia para expresarle su “profunda preocupación” y manifestarle que la carga de trabajo “se consigue convenciendo al cliente de que somos productivos y competitivos y no chantajeando a través de la alteración del orden público”. La Federación asegura en un comunicado que “las movilizaciones pueden ser la puntilla para el sector”. “Estamos siendo testigos de un nuevo movimiento de la Coordinadora de Profesionales del Metal de la Bahía de Cádiz, inesperado y sorprendente en cuanto a que sin previo aviso hayan podido campar a sus anchas de la manera que ha ocurrido cuando han cortado el puente y que hayan conseguido parar la actividad en un momento crítico, cuando lo que se necesita, precisamente, es implicación y productividad, todo lo contrario que lo que están propiciando”.

Desde Navantia se recuerda el encargo del nuevo BAM-IS para la Armada Española, que supondrá 1,3 millones de horas durante tres años y medio exclusivamente para el astillero de Puerto Real, a lo que los trabajadores de la CTM han respondido que es “un gorrión para un león hambriento”.