La Línea recurrirá al Supremo la negativa del Gobierno a su particular “procés”

Tras intentar diversas fórmulas administrativas para aliviar la compleja situación económica local, el Ayuntamiento de La Línea de la Concepción no podrá, por ahora, convocar una consulta popular que referente su voluntad de convertirse en Ciudad Autónoma. A orillas de la verja de Gibraltar, con un exiguo término municipal, La Línea 100x100, el partido absolutamente mayoritario que gobierna la ciudad, vio refrendada en las últimas municipales este nuevo proyecto político: peculiar, si se quiere, porque la vía que pretende llevarse a efecto es la de escindirse de Andalucía pero permanecer en la provincia de Cádiz. A pocos meses de unas nuevas elecciones municipales, el debate ha vuelto a reactivarse.

El pasado martes, el Consejo de Ministros rechazó de plano que pudiera convocarse una suerte de referéndum en esta línea. Así que el alcalde Juan Franco ha salido a la palestra informativa, rodeado por la práctica totalidad de su equipo de Gobierno, para afirmar que dicho rechazo “ni mucho menos es una derrota”. De hecho, asegura que formaba parte de la hoja de ruta del propio equipo de Gobierno cuando se aprestó a lo que algunos han calificado como “el procés linense”.

Así que ahora, una vez que la resolución del Consejo de Ministros tenga registro de entrada en la Corporación, solicitará de los servicios jurídicos municipales la elaboración de un recurso contencioso administrativo contra dicho dictamen. En función de la respuesta del Supremo, ha anunciado que “se estudiarán otras vías en caso de que fuese negativa”, aunque sin precisar cuáles.

“Trasciende el puro interés vecinal”

El Consejo de Ministros no ha autorizado esta consulta basándose en varios artículos constitucionales, pero muy especialmente en referencia a la Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local, que si bien reconoce el derecho de los vecinos a pedir la consulta popular, establece en su artículo 71 la exigencia de que sean “asuntos de la competencia propia municipal y de carácter local que sean de especial relevancia para los intereses de los vecinos, con excepción de los relativos a la Hacienda local”.

“El asunto que se proyecta someter a consulta popular supera claramente el carácter local y trasciende del puro interés vecinal al centrarse sobre una cuestión de interés nacional de trascendencia constitucional”, considera el Consejo.

La consulta, añade la referencia, “además sería inconstitucional porque el cuerpo electoral considerado no es el establecido en el bloque de la constitucionalidad, ni la tramitación propuesta, la procedente de acuerdo con el Estatuto de Autonomía de Andalucía, por lo que la consulta vulneraría el derecho a la participación política de los andaluces en la que se presenta como una propuesta de consulta municipal”.

“Es nuestra única salida”

Juan Franco ha declarado no sentir sorpresa por la resolución del Consejo de Ministros, sobre todo, ante la existencia de unas alegaciones anteriores planteadas por la subdelegación del Gobierno en Cádiz y también por la respuesta anterior del propio Gobierno en torno al silencio positivo, “donde ya se atisbaban algunas de las cuestiones planteadas ahora”.

“Lo que estamos defendiendo es simplemente preguntar a los vecinos qué piensan sobre esta idea, sin ser una caricatura del Puigdemont del sur, ni que se vayan a poner urnas sin permiso en los colegios, aunque realmente no me falten ganas”, manifiesta el alcalde linense, en desacuerdo con dicho criterio gubernamental.

A su juicio, la conversión de La Línea en Ciudad Autónoma “es la única salida que tenemos ante la delicada situación por la que atraviesa el municipio”. Y puso ejemplos: “Sin ir más lejos, el Gobierno de España anunció el pasado 18 de octubre un paquete excepcional de medidas en inversiones para Ceuta y Melilla, por importe de 711 millones de euros”.

Si ambas poblaciones tienen frontera con Marruecos, La Línea las tiene, hoy por hoy, con un Brexit duro si no se firma el Tratado entre Gran Bretaña y la Unión Europea. Por ahora, lo que viene ocurriendo, “se está convirtiendo en una reedición de lo ocurrido en 1969,con un cierre poco a poco de la frontera y medidas para toda la comarca, excepto para La Línea de la Concepción, que solo se benefició de un Estadio que ahora, gracias a la ayuda de la Junta de Andalucía, estamos haciendo de nuevo”.

Dejación “histórica”

Desde 2016, se intenta frenar el impacto del Brexit y no se está logrando, “siendo nuestra ciudad la única con frontera Brexit en toda la Europa Continental, sin medida extraordinaria alguna, pese a los 11.000 residentes en la ciudad y unas empresas cuya facturación depende en gran medida de lo que pase en Gibraltar”.

En un discurso extraordinariamente severo respecto al PSOE, ha aludido a las intervenciones realizadas a nivel estatal por la diputada del PSOE en el Congreso, Gemma Araujo, “ninguna de ellas sobre la situación de los trabajadores en Gibraltar, y tan solo una en relación con la guerra de Nagorno Karabaj, que dudo mucho que haya mucha gente que sepa dónde está”.

En el capítulo de inversiones públicas, ha calificado como brutal la ausencia total de las mismas, además de las cuestiones medioambientales “sobre las que aún no se ha cerrado el Protocolo con Gibraltar, mientras mantenemos un barco varado en nuestras costas, que ha provocado el cierre de nuestros caladeros de los que dependen unas cien familias”.

El alcalde, Juan Franco, insiste en que su propuesta tiene encaje constitucional, aunque no haya mar de por medio. Y se muestra especialmente crítico con la dejación histórica del municipio, “aún más acentuada sobre la decisión del Gobierno de convertirnos en una cloaca haciéndonos pagar por un pecado original que es la frontera con Gibraltar, que ya me dirán ustedes que culpa tenemos nosotros”.

Asignaturas pendientes

Ante la alarmante situación linense, Franco rememora el anuncio realizado por el Ejecutivo de la Nación en 2018 para la aprobación de un Plan Integral para el Campo de Gibraltar, donde La Línea de la Concepción únicamente percibía un quinto juzgado. Y hace memoria de las asignaturas pendientes de la ciudad: carreteras tercermundistas, sin conexiones ferroviarias, “los obstáculos existentes para el desarrollo del frontal marítimo portuario de Poniente, al depender de la Autoridad Portuaria y ser puerto de interés general del Estado con unas tasas exigidas antieconómicas, y un Plan Especial de Seguridad que ha propiciado la llegada de policías y guardias civiles y que recientemente ha visto como se desmontaba el OCON- Sur”.

“Lo que puede provocar que en dos años estemos otra vez como en 2017, con alijos en nuestras playas o asaltos al hospital, que espero no se reproduzcan”, recela Franco.

Frente a ello, echa en falta medidas sociales, planes de formación, planes especiales de empleo o para la atención de familias desestructuradas, “que permitan luchar contra las gravísimas lacras que existen en la ciudad en temas como el contrabando de tabaco o el narcotráfico”.

“Somos el municipio de más de 50.000 habitantes, de los que existen 126 en todo el territorio nacional, con menor nivel de renta, mayor tasa de desempleo, menor esperanza de vida, mayor incidencia del cáncer con respecto a la media nacional y, frente a ello, un Estado que no toma medida alguna”, lamenta sin intentar caer en el victimismo.

Si la situación del Campo de Gibraltar en su conjunto es grave, la de La Línea es especialmente crítica. Así, Franco establece comparaciones con el municipio vecino, el de San Roque: “Tiene un gasto per cápita de 2.600 euros por habitante e incluso puede ofrecer bonos de 500 euros para compra de ordenadores, como se publicó recientemente; a nosotros no nos llega ni para limpiar las calles ni ser dinamizadores de empleo porque vamos muy justos a nivel económico, pese a lo que estamos llevando a cabo un paquete de obras públicas impresionante y mejorando los servicios públicos”, asegura sin querer caer en confrontaciones localistas.

Críticas al PSOE

Sin críticas ahora con respecto al Partido Popular, Juan Franco carga específicamente contra el PSOE y en un tono sarcástico especula sobre el posible plan que pueda tener el Gobierno para esta ciudad, “quizás el anunciado por Borrell en 2018, cuando siendo miembro del Gobierno de España, nos definió como una planicie de subdesarrollo, tratándonos prácticamente como a Tanzania, Uganda o Guatemala y no como al municipio más maltratado en los 500.000 kilómetros cuadrados que tiene España”.

De igual forma, y sobre medidas que no costarían dinero ejecutarlas, se ha lamentado de la decisión del Ejecutivo de no levantar el Plan de Ajuste, lo que impide realizar contrataciones “porque estamos pagando el derroche, despilfarro y mala gestión de Corporaciones anteriores, por cierto presididas por partidos nacionales. Encima, si contratamos, nos acusan de estar privatizando los servicios”.

El alcalde ha criticado que no exista voluntad alguna y ha invitado al presidente del Gobierno a visitar la ciudad “al igual que lo hizo cuando era candidato del PSOE y vino a la sede de su partido o al Centro de Mayores de La Atunara para anunciar maravillas. Que venga ahora y nos diga qué plan tiene para La Línea de la Concepción con inversiones, partidas y realidades”, recordando igualmente la visita realizada a la ciudad por la anterior presidenta de la Junta de Andalucía “con un listado de los gastos de la administración autonómica en el municipio en salarios de maestros, personal de justicia y demás, cuestiones que tiene asumidas voluntariamente por el Estatuto de Autonomía”.